viernes, 31 de mayo de 2013

Venezuela avanza hacia una legislación contra las semillas transgénicas

Venezuela avanza hacia una legislación contra las semillas transgénicas

Los dilemas de la agricultura


31/05/2013 | ED. IMP.

Agroecología.

La pequeña producción agrícola con apoyo de la ciencia se constituye en la alternativa para la seguridad alimentaria y el desarrollo sustentable en el país.

La demanda de alimentos en Bolivia es creciente. Una de las metas que se ha propuesto el país es alcanzar la seguridad y la soberanía alimentaria. Para ello se requiere impulsar la producción agrícola. Una de las posibilidades es el apoyo a la agroindustria que principalmente produce trigo, maíz y soya. Esta industria requiere de grandes extensiones de tierras, semillas certificadas, maquinaria de producción, plaguicidas y en general grandes inversiones. Otra alternativa es apostar por la produción agroecológica que se identifica con la naturaleza, es económicamente viable y responde a las necesidades de los productores. 

En Bolivia, en los últimos años, por iniciativa de algunos productores y consumidores, además del apoyo de organizaciones no gubernamentales y algunos municipios han surgido ferias ecológicas en diferentes departamentos del país, pero principalmente en La Paz, Cochabamba, Potosí y Tarija. Son las Bio Ferias, Eco Ferias y Micro Ferias para promoción y comercialización local de productos ecológicos. Los productores agroecológicos todavía enfrentan limitaciones para el acceso a mercados más justos donde sus productos sean mejor reconocidos. Falta informar y sensibilizar más a la población respecto a los beneficios de los sistemas de producción agroecológica y sobre las dificultades por las que atraviesan los pequeños productores.

La Ley de Organizaciones Económicas Campesinas, Indígenas Originarias (OECA) ofrece importante apoyo para los pequeños productores y el fortalecimiento de la agricultura familiar. Pero además se necesitan incentivos tributarios y menos trámites para el registro de su producción, así como facilitar otros trámites para apoyar a los productores agroecológicos.

Falta también promover la investigación sobre los beneficios de la producción agroecológica y es necesaria una mayor difusión de estos productos.

Otra de las ventajas de la agroecología es que rescata los saberes campesinos e indígenas y, con apoyo de la ciencia, es un sistema viable y sustentable para afrontar el cambio climático. El desafío es aumentar la producción de alimentos en forma sustentable, sobre la misma tierra disponible usando menos recursos, en particular, petróleo, agua y nitrógeno, en un escenario de cambio climático y crisis financiera y social.

La agroecología se caracteriza por la conservación de suelos y adiciones de materia orgánica a través de la reforestación, la cosecha de agua de lluvias, la agroforestería, la rotación de cultivos, el uso de variedades tolerante a la sequía y el uso de sistemas complejos de uso de tierra y agua, entre otros.

El investigador de mercados campesinos Hugo Chambilla asegura que los productos agroecológicos son más frescos, sabrosos y nutritivos. No se descomponen fácilmente ni contienen residuos tóxicos.

La comida puede ser variada en base a productos locales. Los pequeños agricultores practican la rotación y mantienen vigentes las variedades de especies de frutas y hortalizas. 

Con el consumo de productos locales se reduce la emisión de gases contaminantes porque no se los transporta de lugares lejanos. Los productos de temporada son más baratos y mantienen sus cualidades. Existe contacto con las estaciones del año aprendiendo a diferenciar cuándo es el mejor momento para consumir cada producto. También se promueve la compra directa porque ofrece una buena relación calidad-precio. Es decir a un precio digno para el productor y justo para el consumidor. Al mejorar sus ingresos, los agricultores permanecerán y cuidarán su tierra para seguir produciendo alimentos. Consumir productos agroecológicos contribuye a la seguridad alimentaria.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Por falta de ingresos, el 42 % de los colombianos se alimenta mal


Un estudio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar señala además que los colombianos no producen los alimentos.


Experiencias

Expertos de México, Brasil, Estados Unidos, Colombia, Chile, Argentina, Perú, Ecuador y Honduras se reúnen hasta hoy en Cali, en el Centro de Eventos Valle del Pacífico para debatir sobre seguridad alimentaria en la región.
Se conocieron experiencias como la de Estados Unidos como CentroNía que lucha contra la obesidad en niños de este país; la telefonía educativa de Colombia que mediante mensajes de texto informa y permite que los agricultores tomen mejores decisiones a la hora de comprar y sembrar y las compras para el progreso de Honduras que han beneficiado a miles de familias que siembran en sus casas.
También se trató el tema de agricultura familiar con experiencias colombianas, argentinas y brasileñas; calidad y marcas; comercialización; los instrumentos financieros y buenas prácticas.
Los visitantes de diferentes países conocieron la experiencia agrícola de algunas de las fincas apoyadas por la Fundación Vallenpaz en el municipio de Dagua y sus alrededores.
Elpaís.com.co | Hroy Chávez
Como parte de la apuesta por la superación de la pobreza extrema en Colombia, el Gobierno Nacional viene trabajando en la reducción de los índices de inseguridad alimentaria, esto acompañado de programas para lograr mejores condiciones de nutrición para la población.
Catalina Martínez, directora de programas especiales para la Prosperidad Social, explica que según estudios internacionales una disminución de un punto en la desnutrición permite reducir un 4 % la pobreza de un país.
Por eso dijo que Colombia asume con una lectura integral el tema de superación de la pobreza, a partir de tres elementos básicos como son: mejoramiento de los ingresos, acceso a vivienda y la seguridad alimentaria.
Una encuesta del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, muestra que la inseguridad alimentaria en el país ha aumentado. Mientras en el 2005 esta fue de 40 %, en el 2010 llegó a 42,7 %.
“Eso significa que el 42 % de la población tiene dificultades para acceder a alimentos porque no tiene ingresos suficientes, porque no los produce y porque además no eligen la alimentación adecuada”, explicó Martínez.
Por esta razón, afirmó que Colombia está trabajando sobre los diferentes puntos que impactan la pobreza extrema. Destacó que más de 4 millones de niños reciben alimento del Icbf. Asimismo, han atendido unas 200.000 familias con la promoción de acciones autoconsumo y aseguró que con el Ministerio de Agricultura se ha trabajado la agricultura familiar a pequeña y gran escala.

Presentan experiencias

En Cali se encuentran reunidos representantes de 16 países de la región que integran la Red Innovagro, quienes participan del seminario internacional de Gestión de la Innovación en Seguridad Alimentaria, donde se están compartiendo experiencias en torno a este tema.
Uno de los trabajos presentados por Colombia es el proyecto de Vallenpaz que agrupa a productores del Valle y Cauca, los cuales han logrado no solo producir para su propio consumo, sino tener la posibilidad de comercializar sus cosechas en mercados más justos.
Según Bruce Mac Master, director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), si no hay seguridad alimentaria el país no podrá reducir la pobreza, por lo que se requiere que más personas sigan generando proyectos de innovación alrededor de la seguridad alimentaria.
“Siempre le digo a los economistas, que hay que pensar menos en la tasa de cambio y más en la tasa de desnutrición. Creemos en la innovación, pero deberíamos tener menos personas diseñando tablets y más personas diseñando estrategias para superar la desigualda”, explicó.
Para el funcionario reducir la pobreza es una carrera de largo aliento como la maratón y aunque “avanzamos a buen paso, estamos aún en el kilómetro 10”. Aseguró además que el acceso a la seguridad alimentaria por parte de la población más pobre y vulnerable, debe incluir en su engranaje la generación de ingresos.
Colombia logró reducir en 1,4 puntos la pobreza en el último año, al pasar de 34,1 % en el 2011 a 32,7 % en el 2012, según el Dane. Mientras que la pobreza extrema permanece en 10,4 %.
Riaz Lodhi, director del Programa Mundial de Alimentos en el país, aseguró que la entidad viene apoyando todo el trabajo que se hace con el objetivo de implementar estrategias para combatir la pobreza.
Asimismo, Víctor Villalobos, director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA, dijo que “invertir en innovación en el sector agropecuario es fundamental para la prosperidad de todos”
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Transgénicos: ¿20 años alimentando o engañando al mundo?


Persisten los mitos y crecen las mentiras, vivamente alimentadas por la industria, sobre los supuestos beneficios de los cultivos transgénicos. Estos engaños se pueden resumir en cinco: que alimentarán al mundo, que producen más, que eliminarán el uso de los agroquímicos, que coexisten armoniosamente con otros cultivos y que son absolutamente seguros para el medio ambiente y la salud.Desmontar el engaño es sencillo, sólo se trata de echar una mirada, desapasionada y objetiva, a lo que de verdad está pasando en el campo, con datos de la propia industria. La conclusión, después de veinte años de siembra transgénica comercial, es clara: ninguna de las promesas se está cumpliendo, más bien todo lo contrario. Veamos los cinco puntos uno por uno.
Un articulo de GRAIN, publicado en la revista Soberania Alimentaria, numero 13.

PRIMER MITO. Los cultivos transgénicos eliminarán el hambre en el mundo.
Este es probablemente el argumento favorito entre quienes promueven esta tecnología. Lo repiten en todos los escenarios, 'no podemos alimentar a un mundo con cada vez más personas sin el uso de los transgénicos'.
Pero hay tres constataciones que ponen las cosas en su sitio:
·         Los datos de la FAO muestran claramente, año tras año, que a nivel mundial se producen alimentos más que suficientes para alimentar a todo el mundo. El hambre no es meramente una cuestión de productividad, es una cuestión de acceso a la tierra y al resto de recursos necesarios para producir alimentos. ¡El hambre, en definitiva, es consecuencia de la pobreza y la exclusión!
·         Los cultivos transgénicos que hoy se producen a nivel comercial no están pensados para para combatir el hambre presente en los países del Sur. No hablamos de cereales destinados directamente a la alimentación de personas sino que hoy, la casi totalidad del área plantada con transgénicos en el mundo, se reduce a cuatro cultivos: soja, maíz, colza y algodón. Los tres primeros se dedican casi por entero a la producción de piensos para ganadería en EEUU y Europa; combustibles para coches y aceites industriales; y el último se usa para fabricar ropa.
·         En cambio, sí que existe –y muy dolorosamente -una correlación directa entre los cultivos transgénicos y el incremento de hambre en el mundo rural. En países como Brasil y Argentina las gigantescas plantaciones de maíz y soja transgénica – allí les llaman desiertos verdes - expulsan a las gentes de sus tierras y les privan –les roban- de su medio de subsistencia. Y, efectivamente, la consecuencia es hambre, miseria e intoxicaciones para mucha gente del campo. ¡Los cultivos transgénicos ocupan millones de hectáreas de tierras agrícolas fértiles que podrían usarse para producir alimentos!
El año del primer cultivo comercial de OMG sufrieron los efectos del hambre en el mundo unas 800 millones de personas, ahora, con millones de hectáreas cultivadas con OMG la cifra ha amentado a más de 1000 millones. ¿Por qué?
SEGUNDO MITO. Los cultivos transgénicos producen más
http://www.grain.org/media/BAhbB1sHOgZmSSIpMjAxMy8wNC8xMC8xMl8xN18xOV80OTdfY2FydG9vbi5qcGVnBjoGRVRbCDoGcDoKdGh1bWJJIgkzMDB4BjsGVAEsto, más que un mito, es de nuevo una mentira. Genéticamente hablando, la productividad de un cultivo es demasiado compleja para poder manipularla tan fácilmente, se trata de seres vivos y complejos, no jugamos con piezas de ‘lego’. Depende de muchos factores genéticos pero también de muchos otros elementos. E incluso si ‘todo estuviera en los genes’, la clase científica nunca ha logrado transferir y hacer funcionar más de dos o tres genes a la vez. ¡El gen de la productividad no existe!
Esto se muestra claramente con datos en el país donde han estado sembrando transgénicos desde hace más tiempo: EE.UU. El estudio más amplio y riguroso al respecto lo elaboró la Union of ConcernedScientist que analizó el historial de 20 años de cultivo transgénico en este país. Su conclusión explica que la soja y maíz transgénicos, modificados para resistir altas dosis de herbicidas, no tienen más productividad que las plantas y métodos convencionales. También calculan que del incremento de productividad que han tenido las cosechas de maíz en los últimos 20 años, el 86% se ha debido a métodos y prácticas convencionales. Otros estudios muestran que la productividad de los transgénicos es actualmente más baja que la de los cultivos convencionales.
No debemos perder la realidad de vista pues, como veremos más abajo, las empresas transgénicas solo han logrado llevar dos novedades de sus laboratorios al campo en los 20 años o más que llevan investigando, y ninguno de las dos tiene que ver con la productividad.
TERCER MITO. Los cultivos transgénicos eliminarán los agroquímicos
http://www.grain.org/media/BAhbB1sHOgZmSSIpMjAxMy8wNC8xMS8wNF8xMV81OV8yNTlfZnVtaWdhci5qcGVnBjoGRVRbCDoGcDoKdGh1bWJJIgkzMDB4BjsGVAMás bien lo contrario. Esta afirmación muchas veces viene acompañada con el ejemplo del llamado gen 'Bt', extraído de la bacteria Bacillusthurigiensis que produce una toxina que mata a ciertos gusanos. Insertado en cultivos como el maíz y el algodón, estas plantas producen dicha toxina evitando –decían- así la necesidad de fumigarlas. En el fondo es como si la planta se 'autofumigara' durante las 24 horas del día. Pero los problemas no tardaron en aparecer y, con tantas toxinas en esos monocultivos, los gusanos están rápidamente desarrollando resistencias. Además, aparecen todo tipo de 'plagas secundarias' que antes no existían y a las que se responden con más productos químicos. En definitiva, el uso de agrotóxicos no desaparece.
La otra 'innovación' que nos han traído las corporaciones transgénicas son plantas que incorporan un gen que permite fumigarlas con altas dosis de herbicidas sin que se vean afectadas, ya que son ‘tolerantes’ a determinadas sustancias químicas. Esto permite por ejemplo fumigar las plantaciones a gran escala con avionetas desde el aire año tras año en el mismo sitio, lo que ha facilitado la tremenda expansión del cultivo de soja a nivel mundial. En Argentina hace treinta años la soja casi no existía, y ahora ocupa más de la mitad de todas sus tierras agrícolas. Y si en 1995 se usaban unos 8 millones del herbicida glifosato, ahora esta cantidad sobrepasa los 200 millones de litros para sostener la producción de soja transgénica. El uso de herbicidas se ha multiplicado por más de 20.
En EE.UU. pasa exactamente lo mismo, los transgénicos tolerantes a herbicidas han abierto las compuertas para un uso masivo del glifosato y otros herbicidas. En 2011, en este país las y los agricultores que cultivaron sus campos con estas semillas usaron un 24% más herbicidas que sus colegas que sembraron cultivos convencionales. La razón: las malas hierbas empiezan a desarrollar resistencia al químico. Su llamada revolución trae más problemas que soluciones.
CUARTO MITO. Se respeta el derecho a decidir, pues los transgénicos coexisten pacíficamente con los demás cultivos.
Otro argumento esgrimido por quienes promueven los transgénicos es la libertad de decisión –que cada agricultor o agricultora decida por sí mismo usar o no transgénicos, no hay ninguna imposición. Pero este argumento pasa por alto una ley fundamental de la biología: las plantas de la misma especie se cruzan entre ellas, y más temprano que tarde los genes insertados artificialmente en los cultivos transgénicos acaban apareciendo en los cultivos convencionales.
En Canadá el masivo cultivo de colza transgénica ha llevado al extremo de que prácticamente no existe colza no contaminada genéticamente y, desde luego, anuló el floreciente cultivo ecológico de colza. En el maíz, otro cultivo que se cruza fácilmente con sus hermanos, hay también muchos casos de contaminación genética alrededor del mundo.
http://www.grain.org/media/BAhbB1sHOgZmSSIlMjAxMy8wNC8xMC8xMl8yMl81OF81NF9jb2V4LmpwZWcGOgZFVFsIOgZwOgp0aHVtYkkiCTMwMHgGOwZULa introducción de semillas transgénicas es especialmente alarmante cuando se trata de la contaminación de variedades locales. México es centro de origen y diversificación del maíz, y hace años las comunidades campesinas indígenas ya ven como sus variedades de maíz empiezan a mostrar características raras. Diversos estudios confirman que las causas tienen que ver con la contaminación del maíz transgénico de EE.UU. Si, tal como propone el gobierno de México, se permite a las empresas multinacionales sembrar hasta 2,4 millones de hectáreas de maíz transgénico, no solo tendremos un atentado contra la soberanía alimentaria de estos pueblos, sino que también arriesgaremos la biodiversidad de un cultivo que alimenta a millones de personas alrededor de todo el mundo.
Y en Aragón, en el Estado español, desde 2005 las organizaciones campesinas y ecologistas están denunciado que en más del 40% del grano ecológico se encuentran trazas transgénicas, y esto imposibilita su venta como alimento ecológico o libre de OMG.
Pero lo más perverso de este falso argumento de libertad es cuando se observa cómo las corporaciones transnacionales fuerzan a las y los agricultores a pagar por semillas que nunca han sembrado. En EE.UU. la compañía Monsanto ha llevado a centenares de agricultores y agricultoras a los juzgados bajo la acusación de infringir sus derechos de propiedad intelectual. Detectives de Monsanto, como cobradores del frac, circulan por los campos de EEUU en la búsqueda de genes 'suyos', de agricultores que hayan reproducido los granos antes comprados o, en muchos casos, de campos contaminados por cultivos transgénicos cercanos. Con esta estrategia la compañía, además de lograr cobrar millones de dólares, consigue asustar a agricultores y agricultoras que acaban cediendo y compran las semillas de Monsanto para no correr ‘riesgos’. Es decir, - que ¡cada agricultor escoja..... lo que a las empresas les interesa!

Transgénicos, una ciencia que no avanza:
Los transgénicos están en manos de muy pocas empresas, la más conocida Monsanto, que junto con Dupont, Syngenta, BASF, Bayer y Dow dominan la mayor parte de las investigaciones y patentes transgénicas, acaparan el 60% del mercado mundial de semillas y controlan el 76% del mercado mundial de agroquímicos.
La ‘ciencia’ de tales empresas solo ha conseguido dos aplicaciones. Por un lado los llamados cultivos tolerantes a herbicidas y, por el otro, los que llevan el gen Bt, que les dota de poder insecticida.
En el pasado 2012, el 59% del área cultivada comercialmente con transgénicos en el mundo fueron cultivos con tolerancia o resistencia al herbicida glifosato –el herbicida patentado originalmente por la misma multinacional Monsanto-, el 26% son cultivos insecticidas con el gen Bt, y el 15% llevaban las dos características.
Después de más de 20 años investigando y de millones de euros en inversiones ¿hay que hablar de 'revolución biotecnología' por un par de novedades? Las aplicaciones reales que hoy tienen los transgénicos demuestran cuáles son los verdaderos intereses de la industria, que se convierten en riesgos para la salud y los ecosistemas, y dependencia para las y los agricultores.

Y EL QUINTO MITO. Los transgénicos son seguros para la salud y el medio ambiente.
La seguridad ‘sanitaria’ de los cultivos transgénicos, como poco, hay que cuestionarla. Hagámonos una pregunta, en esta red de agricultura industrial donde las empresas transgénicas controlan despachos de las oficinas de seguridad alimentaria y dictan sus propias normas, ¿les entregamos nuestra salud, así sin más? La soberanía alimentaria pasa indudablemente por que sea la población quien ejerza el control de lo que come.
En estos momentos nuestros platos se sazonan con alimentos que modificaron su ADN y con una alta carga de pesticidas, y parece que nada podemos hacer o decir. La preocupación se redobla con algunas constataciones muy serias en el uso de OMG y sus herbicidas asociados. Un resumen de estos sería:
·         La Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM) señaló que “los alimentos genéticamente modificados pueden significar un serio problema para la salud”. Citando varios estudios concluyó “que hay más que una casual asociación entre los alimentos GM y los efectos adversos en la salud" y que los “son un serio riesgo en las áreas de toxicología, alergias, inmunología, salud reproductiva, metabólica, fisiológica y genética”.
·         Los últimos estudios realizados por el Dr. Seralini (explicados en esta misma revista) después de alimentar ratas durante dos años en base a maíz transgénico tolerante al glifosato, demuestran mayor y más pronta mortandad además de efectos hormonales, tumores mamarios en hembras y enfermedades hepatorrenales.
·         Un reciente estudio de la Universidad de Leipzig, Alemania, encontró concentraciones importantes de glifosato, el ingrediente principal del Roundup, en las muestras de orina de la gente de la ciudad. Los análisis arrojaron que todas tenían concentraciones de glifosato de 5 a 20 veces mayor que el límite para el agua potable.
·         El catedrático Andrés Carrasco del Laboratorio de Embriología Molecular, CONICET-UBA, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Argentina, dio a conocer los resultados de sus estudios, según los cuales los herbicidas con glifosato causan malformaciones en los embriones de ranas y pollos en dosis mucho más bajas que las utilizadas en la fumigación agrícola. Las malformaciones fueron de un tipo similar a las observadas en la progenie humana expuesta a dichos herbicidas.
Finalmente nadie puede negar su malignidad cuando contamos con testimonios directos de muertes, abortos y enfermedades en seres humanos afectados por el glifosato, como explica la Argentina Sofía Gatica, ganadora del último premio Goldman.
La salud es nuestra, la agricultura es campesina y debemos defender el Planeta para las próximas generaciones, por ello exigimos soberanía alimentaria
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PARA SABER MÁS
Son muchos los estudios que muestran las crecientes evidencias sobre los impactos negativos de los cultivos y los alimentos transgénicos en los temas mencionados. En este enlace se recogen 300 artículos científicos ilustrativos de toda esta información:http://indiagminfo.org/wp-content/uploads/2013/03/Scientific_Papers_Compiled_March_2013_coalition-for-a-gm-free-india.pdf


¿Qué son los transgénicos? Infórmate y actúa.


Construye tu propio banco de semillas


Una de las cosas importantes que podemos hacer, es la creación de un banco de semillas particular. Podemos iniciarlo al guardar las semillas de los productos ecológicos que comemos (si todavía no comes, clica aquí).

¿Por qué un banco de semillas? Por múltiples razones. Las principales:

(1) porque la biodiversidad alimenticia está decreciendo; según las Naciones  Unidas, durante el S.XX, el 90% de las variedades agrículas están dejando de ser utilizadas, además el 75% del alimento del mundo está en manos de 4 empresas, que en términos numéricos significa que 3 de cada 4 semillas pertenecen a Monsanto, DuPont, Syngenta, y Groupe Limagrain. Además, la mayoría, sino todas las semillas que venden están modificadas genéticamente, ya que ahí está su negocio, en patentar la naturaleza modificada genéticamente, ya que si no es MGO no puede patentarse y no hay tanto negocio. Además del negocio, también está el control de la población a través del control de la alimentación. Si volvemos a tener semillas, volvemos a tener el control y la soberanía sobre una necesidad básica, la alimentación.
(2) dado el interés en reducir la población mundial porque para la élite,  somos demasiados en un planeta con limitados recursos, la crisis económica en la que estamos puede llegar a una crisis alimentaria. Por lo tanto, tener semillas en un futuro próximo puede ser como tener oro, tanto para intercambiar como para poder cultivar nuestra propia comida. Cabe añadir, que la élite se ha encargado inteligentemente de desproveernos de todo conocimiento relacionado con la agricultura, con los ritmos de la naturaleza, con cómo cultivar un tomate, una lechuga o una patata. De esta manera, somos totalmente dependientes del sistema. Si no nos acercan la comida a los supers o en los restaurantes, no comemos.
(3) en tercer lugar, está la cuestión de una crisis natural provocada por unaTormenta Solar o cualquier calamidad provocada por el ser humano en su afán por dominar y seguir en el poder. En tal caso, es muy conveniente tener semillas guardadas y saber en la práctica cómo cultivarlas. De lo contrario tenemos un serio problema de supervivencia. Para los que todavía no lo saben, la élite se ha construido su propio banco de semillas, el mayor banco de semillas del mundo en Svalbard. Svalbard es un árido trozo de roca reivindicado por Noruega y cedido en 1925 por un tratado internacional, en el Mar de Barents cerca del Océano Ártico, a unos 1.100 kilómetros del Polo Norte. Según el diario El Mundo, “Cámara Global de Semillas de Svalbard y situado junto a la localidad de Longyearbyen, ha sido ya bautizado por la prensa como Arca de Noé o cripta del día del juicio, porque a ella acudiremos si las cosas se ponen feas”.
(4) y en cuarto lugar, por la importancia que tiene conocer la naturaleza de nuevo. Entrar en contacto con las semillas, la tierra, los ciclos de crecimiento y naturales, con los insectos y animales. Esta sociedad urbana y tecnócrata nos ha desconectado de la Naturaleza, parece como si ésta estuviese ahí fuera, cuando estamos y formamos parte de ella. Es una manera de desconectarnos de nuestra fuente y potencial interno.

¿Qué bancos de semillas existen actualmente?

En total, se han contabilizado 1.300 almacenes en el mundo, conseis millones de muestras recogidas. El banco de semillas más grande del mundo es la llamada“Cámara Global de Semillas de Svalbard”, construida en Noruega para preservar las semillas del mundo en caso de catástrofe global… conocida como la bóveda del fin del mundo, este silo de alta seguridad, resistente a los terremotos, las erupciones volcánicas y las radiaciones, tienecapacidad para guardar 2.000 millones de semillas durante siglos a 18 grados bajo cero.
En España existen principalmente tres bancos nacionales de germoplasma de hortícolas. Dos de ellos, en Valencia y Zaragoza, son bancos activos: dan y reciben semillas. El de Alcalá de Henares, sin embargo, es un centro de base, quiere decir que su misión es exclusivamente la de conservación. Tenemos, el Centro de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana de la Universidad Politécnica de Valencia (COMAV), el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), ubicado en la finca La Canaleja en Alcalá de Henares y el Banco de Germoplasma Vegetal de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. En el INIA se guardan duplicados de seguridad de todas las colecciones activas de semillas de la red española.
El primer banco de semillas en España tiene ya 40 años, y se creó en la facultad de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid la conservación semillasprimera en anticiparse cuando sólo había en el mundo otros tres bancos. El Banco de Germoplasma Vegetal de la UPM fue creado hace 40 años por el profesor César Gómez Campo. El sistema implementado por el profesor Gómez Campo basado en la deshidratación de las semillas con gel de sílice y en la utilización de recipientes herméticos ha demostrado ser muy eficaz, ya que las pruebas de germinación realizadas al cabo de 40 años mostraron que las semillas tenían una viabilidad de casi el 100%. En el banco de semillas de la UPM se utilizan envases de vidrio cerrados a la llama, con lo que la hermeticidad está asegurada. Conserva unas 10.0000 accesiones de semillas, fundamentalmente de especies endémicas y amenazadas de la Península Ibérica, las islas Baleares y la región Macaronésica, y de especies de la familia Brassicaceae (la familia de la col).
Por otro lado,  Gipuzkoa ha abierto ya un banco de semillas para conservar especies vegetales amenazadas; se instalará en la finca Fraisoro, perteneciente a la Diputación. En Euskadi, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrari, perteneciente al Gobierno Vasco, también ha hecho sus pinitos con la puesta en marcha hace unos años de un banco de semillas exclusivamente de maíz. Según comentan, el catálogo de plantas de interés alimentario supera las 20.000. Sin embargo, tan solo 200 pueden considerarse como cultivos importantes, de las cuales la mitad se comercializa a escala internacional. La entidad va más allá: sólo veinte cultivos representan el 80% de la alimentación mundial, diez de ellos alcanzan el 66%. Trigo, arroz y maíz acaparan por sí solos el 41,5% de la producción mundial.
También, la la Concejalía de Agricultura ha puesto en marcha un Banco de semillas ecológica en laCooperativa agrícola de Altea. Por último, tenemos la Red en España de semillas “Resembrando e intercambiando” creada en 1999 (más info aquí) y la Red Europea para la Conservación de Semillas Silvestres (ENSCONET), quien coordina el trabajo de distintas instituciones europeas dedicadas a la conservación de semillas de especies endémicas europeas.
Aquí algunos datos de contacto:
RED DE SEMILLAS “Resembrando e Intercambiando”
Noticias, eventos, publicaciones,direcciones sobre semillas
ecológicas y variedades locales
http://www.redsemillas.info/
AGROSA S.A. Semillas selectas para agricultura ecológica
Camino de Caritas s/nº, 19240 jadraque (Guadalajara)
Teléfono: 902 12 24 12 – Fax:
info@grupoagrosa.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
CEREALES PALOMO S.A -Semillas ecológicas certificadas
45500 Torrijos. (Toledo)
Teléfono: +34 925 76 02 69 – Fax:
javiercortes@cepasa.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
AGRUSA 10 -Semillas ecológicas de cereales y leguminosas
Avd. de Balaguer nº 5, -25130, Mollerussa (Lérida)
Teléfono: +34 973 600 458 – Fax:+34 973 602 502
agrusa@agrusa.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
SEMILLAS SILVESTRES S.L. Semillas forestales.
C/ Aulaga nº 24 -14012, (Córdoba)
Teléfono: +34 957 330 333 – Fax:+34 957 400 525
sesil@arrakis.es Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
RED ANDALUZA DE SEMILLAS
41008 SEVILLA
Teléfono: 618 177 810 – Fax:
info@redandaluzadesemillas.org Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
ESPORUS – Agricultura ecológica
Can Poc Oli de l’Escola Agrària de Manresa.,
Teléfono: +34 93 8787035 – Fax:
esporus@associaciolera.org Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |
ALMERIPLANT SEMILLEROS, S.L. Semillero ecológico
Ctra Naciomnal 340 Km 422,4
Puebla de vicar (ALMERIA)
Teléfono +34 95 0553410
tecnicos@almeriplant.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla |

Creando el propio banco de semillas

Al plantear el crear el propio banco de semillas hay que tener en cuenta varios aspectos:
Tipo de comida
El tipo de comida del que extraemos las semillas (a poder ser comida ecológica, y si conocemos su origen mejor). Este punto es importante dado que el mundo de los transgénicos, el uso de todo tipo de pesticidas, fertilizlantes químicos, aditivos, etc., hace que la calidad de las semillas que cojamos decrezca, y el poder germinativo de éstas también.
Criterios de selección
Podemos seguir varios criterios para seleccionar qué verduras y frutas escogemos, a parte del criterio ecológico. Aquellas que saben y huelen bien, los que tienen buen aspecto (no deformados), los de mayor tamaño (tienen el mayor número de nutrientes), entre otros.  El concepto es guardar las semillas mejores, de los frutos mejores. De esta manera, nos aseguramos que cuando plantemos y germinemos, también tendremos más probabilidad de tener los mejores frutos.
De todas formas, como en general no podemos saber cómo ha crecido, si rápido, fuerte, si ha resistido a plagas, etc., no podemos utilizar esos criterios. Pero también podríamos incluir: resistencia a los elementos climáticos, a parásitos, el ciclo y velocidad de crecimiento, etc. En el caso de tener acceso a las flores de ciertas verduras como cebollas, lechugas, etc., coger las semillas de las flores que florecen más tarde.
También es importante tener la mayor variedad posible, abarcando tanto verduras como frutas. Otra opción que tenemos es la de comprar semillas de alimentos que no encontramos en nuestra zona o intercambiar las semillas que tenemos por otras (en las redes de intercambio que ya existen).
Procedimiento a seguir
Una manera de extraer las semillas, es abriendo la fruta y extrayendo manualmente o con un cubierto, luego lavando esas semillas y dejándolas secar sobre papel de cocina, por ejemplo, ya que éste absorbe toda la huedad que puedan tener las semillas. Es muy importante que las semillas no estén húmedas, ya que de lo contrario podrían pudrirse o incluso germinar.A poder ser, dejar las semillas sobre papel, en un lugar donde corra el aire yque no les de el sol. Para saber si las semillas están secas, para proceder a guardarlas, podemos coger una y tratar de romperla al doblarla. Si se rompe, es que está lista para ser guardada. También, si se muerden, “petan”, signo de que están secas.
Cómo guardarlas
Una vez tenemos las semillas secas, éstas deben guardarse en un lugar seco, fresco o frío, y sin luz solar. A por der ser, en un lugar a temperatura estable. Así que tenemos diferentes opciones en función de las posibilidades de espacio y del lugar donde vayamos a guardarlas. Por ejemplo, en bolsas de papel o sobres cerrados, también en tela. El papel y la tela son porosos y no retiene la humedad. Lo que hago yo es guardar el sobre cerrado, dentro de una bolsita de plástico cerrada únicamente por una grapa, así que entra y sale el aire, y me aseguro de que no se pierde ninguna semillas si se sale del sobre. Otra opción es en tarros de cristal al vacío (herméticos), pero para eso hay que disponer de más espacio para guardarlos y utilizar algún método seguro para que se cierren bien.
Para que las semillas se mantengan secas se pueden utilizar: gel de silicio, tiza de pizzarra y cenizas (como hacen en el cultivo biodinámico).
Etiquetado y referencias
A cada tarro o bolsa de papel es importante anotar las referencias, personalmente pongo las siguientes como ejemplo:
  • (1) Alimento: Sandia;
  • (2) Clase: ecológico o no;
  • (3) Fecha de evasado;
  • (4) Cantidad de semillas aprox;
  • (5) Observaciones: podemos anotar lo que queramos, por ejemplo, si el fruto era bueno, muy bueno, su procedencia, etc.
Duración media de la capacidad germinativa normal  de las semillas guardadas en buenas condiciones:
Cuando queramos utilizar la semilla después de un periodo largo de conservación podemos hacer una prueba de germinación para asegurarnos de su viabilidad. Se trata de poner algunas semillas en varias capas de papel húmedo, a una temperatura de 20-25º (en el interior de casa) y observar la germinación después de una o dos semanas. La viabilidad de la semilla es la capacidad que tiene de germinar y dar lugar a una nueva planta. Las semillas pueden mantenerse viables un número muy variable de años, des de uno hasta 10 o más años. Un lote de semillas no pierde su viabilidad de forma repentina. La proporción de semillas capaces de germinar disminuye progresivamente a lo largo de los años. Esta disminución de la viabilidad depende mucho de las condiciones de almacenaje y, por lo tanto, es dificil decir el número de años que se puede conservar la semilla de una especie determinada. A pesar de esto, en la siguiente tabla damos una orientación del tiempo medio de conservación de diferentes especies:
  • 1 Año: Cebolla
  • 2 años: Maíz
  • 3 años: Guisante, Lechuga, Judia, Pimiento, Zanahoria, Tomate, Escarola
  • 4 años: Acelga, Coles, Espinaca, Haba, Nabo, Rábano, Brocoli, Col de Bruselas, Coliflor, Remolacha, Navo, Abas
  • 5 años: Apio, Berengena, Calabaza, Melón, Pepino, Cardo,  Calabacín, Sandía

El poder conservador de las pirámides

Una de las personas que más ha investigado sobre el poder de las pirámides es Gabriel Silva, quien lleva más de 40 años estudiándolas y analizando sus usos prácticos y terapéuticos. Pues bien, antes hemos puesto el tiempo máximo de conservación de las diferentes especies, pero si conservamos las semillas dentro de pirámides, en ciertas condiciones y alineadas con el campo magnético de la Tierra, el poder conservador se incrementa mucho. Como el mismo Gabriel comenta:
1) Sabemos que las semillas pueden conservarse en la pirámide por casi siete años, aumentando además su poder germinativo, incluso aquellas que lo pierden al segundo o tercer año. El experimento fue más o menos accidental, pues olvidé un pote con semillas de zanahorias en una pirámide en octubre de 1984 y lo encontré en un rincón al desarmarla, en agosto de 1991. Conté y planté las semillitas con el resultado de la casi totalidad de germinación (suele salir menos del 70 % al segundo año) y con un promedio de tamaño de las plantas muy superior al normal.
2) Experimentos de otros colegas en Cuba confirman que el poder germinativo se conserva por más tiempo que ese, pues tienen semillas desde 1985,aunque el tema es estratégico y las autoridades no han publicado información.
3) Hay referencias sobre semillas encontradas por Napoleón Bonaparte en la Gran Pirámide, en Giza, que al parecer fue lo único que encontró allí el califa Al Mamun cuando consiguió abrirla en el 820, pero no hemos conseguido copias de los documentos, que quedaron en poseción de la familia del general Auguste de Marmont. La referencia apunta a dos sacos de unos cincuenta kilos cada uno, de los cuales Napoleón extrajo sólo un puñado, autorizado por la Hermandad de las Pirámides (Templarios cuya Orden puede que exista actualmente, aunque sean musulmanes). Esas semillas se sembraron en Holanda y brotaron ¡¡ Miles de años después de haber sido cosechadas y guardadas en la G.P.!!.
En la década del ’30, un grupo de norteamericanos se llevó los dos sacos de semilla que respetaron los siglos, los guardianes y los visitantes.
Espero que este breve reportaje sobre los bancos de semillas, dónde conseguirlas, cómo y conservarlas sea útil a aquellos interesados neófitos como yo.También espero que despierte el interés por recuperar esa soberanía que hemos perdido sobre el poder alimentario; más que perdido, que hemos entregado por confianza, y que sin darnos cuenta, nos han arrebatado. El poder está siempre en nuestras manos, pero debemos recuperarlo y ejercerlo.