martes, 31 de enero de 2012

AGROECOLOGIA, PEQUEÑAS FINCAS Y SOBERANIA ALIMENTARIA

M i g u e l A . A l t i e r i

Universidad de California, Berkeley
Sociedad Cientifica latinoAmericana de Agroecologia SOCLA

Resumen

Este articulo analiza la contribucion de la agricultura campesina a la soberania alimentaria en America Latina asi como los beneficios productivos, ecologicos, sociales y economicos asociados a las pequenas fincas. El texto tambien argumenta que el desarrollo y escalonamiento de la agricultura campesina requerirá de cambios estructurales significativos, además de innovación tecnológica, redes y solidaridad de agricultor a agricultor. El cambio requerido no es posible sin movimientos sociales que creen voluntad política entre los funcionarios con poder de decisión, para desmontar y transformar las instituciones y las regulaciones que actualmente frenan el desarrollo agrícola sostenible.
Palabras claves
Fuerzas globales cuestionan la capacidad de los países en vía de desarrollo para alimentarse. Varios países han organizado sus economías alrededor de un competitivo sector agrícola orientado a la exportación, basado principalmente en monocultivos. Puede afirmarse que las exportaciones agrícolas de cosechas como la soya del Brasil y Argentina contribuyen enormemente a las economías al traer divisa fuerte que puede utilizarse para comprar otros bienes en el extranjero. Sin embargo, este tipo de modelo agroexportador, ademas de crear dependencia, también trae una variedad de problemas
económicos, ambientales, y sociales, incluso impactos negativos a la salud pública, la integridad ecosistemica, la calidad de los alimentos y en muchos casos trastornos de los sustentos rurales tradicionales, acelerando el endeudamiento entre miles de agricultores pequenos.
La creciente presión hacia la agricultura industrial y la globalización, con un énfasis en los cultivos de exportación, últimamente enfatizando los cultivos transgénicos, y la rápida expansión de agrocombustibles (caña de azúcar, maíz, soya, palma de aceite, eucalipto, etc.), cada vez más transforman la agricultura del mundo y el suministro de alimentos, con impactos y riesgos económicos, sociales, y ecológicos potencialmente severos. Tal expansion se da en medio de un clima que cambia, que se espera que tenga efectos de gran alcance en la productividad de cultivos predominantemente en las zonas tropicales del mundo en vía de desarrollo. Los riesgos incluyen incremento en huracanes e inundaciones de áreas bajas, mayor frecuencia y severidad de sequías en áreas semiáridas y condiciones de calor excesivo, las cuales pueden limitar significativamente la productividad agrícola.
Globalmente, la Revolución Verde, aunque mejoró la producción de ciertos cultivos, mostró no ser sostenible al causar daños al ambiente, causó pérdidas dramáticas de biodiversidad y el conocimiento tradicional asociado, favoreció a los agricultores más ricos y dejó a muchos agricultores pobres más endeudados. La nueva Revolución Verde propuesta para África por medio de la Alianza multi-institucional por una Revolución Verde en África (AGRA) y financiada por la fundación Gates, parece destinada a repetir la tragedia de la primera revolución verde al aumentar la dependencia de agricultores a insumos caros (por ejemplo, los costos de los fertilizantes subieron aproximadamente el 270 por ciento el año pasado), variedades de plantas patentadas a las cuales los agricultores pobres no pueden acceder y de la ayuda extranjera (C. Rosenzweig and D. Hillel, 2008).
Ante tales tendencias globales, los conceptos de soberanía alimentaria y sistemas de producción basados en la agroecología han ganado mucha atención en las dos últimas décadas. Iniciativas que implican la aplicación de la ciencia agroecológica moderna alimentada por sistemas de conocimiento indígena, lideradas por miles de agricultores, organizaciones no gubernamentales y algunas instituciones gubernamentales y académicas, están demostrando que pueden mejorar la seguridad alimentaria a la vez que
conserva los recursos naturales, la agrobiodiversidad y la conservación de suelo y agua en cientos de comunidades rurales de varias regiónes (J. Pretty, J. I. L. Morrison, and R. E. Hine, 2003). La ciencia de la agroecología, la cual se define como la aplicación de conceptos y principios ecológicos al diseño y manejo de agroecosistemas sostenibles, proporciona un marco teorico-metodologico para tasar la complejidad de los agroecosistemas. La estartegia agroecologica se basa en mejorar la calidad del suelo para producir plantas fuertes y sanas, debilitando al mismo tiempo las plagas (malezas, insectos, enfermedades y nematodos) al promover organismos beneficos (S. R. Gliessman et al, 1998) via la diversificación funcional del agroecosistema.
Durante siglos las agriculturas de los países en vías de desarrollo se construyeron sobre los recursos locales de tierra, agua, y otros recursos, así como en las variedades locales y el conocimiento indígena, que han nutrido biológica y genéticamente las diversas granjas minifundistas con una solidez y una resistencia incorporada que les ha ayudado a adaptarse a climas que cambian rápidamente, así como a plagas y enfermedades (W. M. Denevan, 1995). La permanencia de millones de hectáreas agrícolas bajo el antiguo manejo tradicional en la forma de campos elevados, terrazas, policultivos (con varias cosechas creciendo en el mismo campo), sistemas de agroforesteria, etc., documenta una estrategia agrícola indígena exitosa e incluye un tributo a la "creatividad" de los agricultores tradicionales. Este microcosmos de agricultura tradicional ofrece modelos prometedores para otras áreas ya que promueven la biodiversidad, prosperan sin agroquímicos y sostienen producciones todo el año. Muchos de los nuevos modelos de agricultura que la humanidad necesitará para la transición hacia formas de agricultura que sean más ecológicas, biodiversas, locales, sostenibles y socialmente justas; estarán arraigadas en la racionalidad ecológica de la agricultura tradicional a pequeña escala, que representa ejemplos establecidos de formas acertadas de agricultura local. Tales sistemas han alimentado la mayor parte del mundo durante siglos y siguen alimentando a millones de personas en muchas partes del planeta (M. A. Altieri, 2004).
Por suerte, miles de pequeñas granjas tradicionales todavía existen en la mayor parte de paisajes rurales del tercer mundo. La productividad y sostenibilidad de tales agroecosistemas se puede optimizar con métodos agroecológicos y de esta manera pueden formar la base de la soberanía
alimentaria, definida como el derecho de cada nación o región para mantener y desarrollar su capacidad de producir cosechas de alimentos básicos con la diversidad de cultivos correspondiente. El concepto emergente de soberanía alimentaria enfatiza el acceso de los agricultores a la tierra, las semillas y el agua; enfocándose en la autonomía local, los mercados locales, los ciclos locales de consumo y de producción, la soberanía energética y tecnológica, y las redes de agricultor a agricultor.






http://es.scribd.com/doc/79858364/Agroecologia-pequenas-fincas-y-soberania-alimentaria
: agroecologia, agricultura campesina, movimientos sociales, soberania alimentaria

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