miércoles, 14 de agosto de 2013

Hortaliza orgánica, prometedor futuro



PRODUCCIÓN SANA, MEJORA INGRESOS Y NIVEL DE VIDA; RESCATA TÉCNICAS INDÍGENAS
HUGUET CUEVAS/FOTOS: EMILIO MORALES
14/08/2013
LA LOBERA, EJUTLA DE CRESPO.- En esta micro-región de tan solo 137 habitantes existe un alto grado de marginación entre su población, el campo está abandonado, hay falta de empleo y la necesidad de sacar adelante a sus hijos llevó a Don Alejandrino Cruz Ramírez a buscar qué hacer con lo que tenía al alcance de la mano.
Había dejado atrás un trabajo en el Instituto Federal Electoral (IFE) y se enfrento ante una familia que necesitaba alimentar y llevar a la escuela. No tenía muchos recursos pero sí un terreno fértil para cultivar.
Aunado a ello, sentía una auténtica preocupación no solo por proporcionar alimentación a sus hijos, sino por saber qué era exactamente lo que se llevaban a la boca.
“Por la televisión, la radio y los libros me di cuenta de que todo lo que comíamos estaba contaminado. La mayoría de las frutas y verduras son regadas con aguas negras. ¡México está entre los primeros lugares de obesidad! ¡Yo pensaba en qué era lo que comían mis hijos”, señaló el campesino.
Pronto, la necesidad de trabajo y la curiosidad lo llevó al estudiar las hortalizas. Al documentarse, éstas lo condujeron por el camino de la producción orgánica. Se hizo acompañar de expertos en el tema, quienes lo capacitaron y enseñaron los beneficios de este tipo de agricultura.

Rescate de prácticas indígenas
La agricultura orgánica permite rescatar el conocimiento indígena y prácticas tradicionales. Es un sistema productivo que sustituye aplicar agroquímicos como herbicidas por el manejo manual de malezas, o fertilizantes sintéticos por abonos orgánicos, por lo que requiere mayor cantidad de mano de obra. Esto crea una fuente de empleo rural que mejora las condiciones de la comunidad, favoreciendo a jornaleros y campesinos sin tierra.
También implica la búsqueda de un estilo de vida en equilibro con la naturaleza y la disminución de enfermedades como el cáncer o la obesidad.
La reconversión orgánica influye en el plano familiar: “mis hijos y mi esposa se involucran directamente en la siembra y cosecha de los alimentos, participamos en la producción y los vendemos en el tianguis”.

Construye el huerto
Don Alejandrino y su familia aprendieron rápido y poco después, lograron instalar un huerto bien diseñado en su patio y con una diversidad de hortalizas que van desde los tomates, espinacas, lechugas, acelgas, zanahorias, ajos, cebollas y rábanos, hasta árboles frutales como la papaya y el níspero, además de arbustos de zarzamora y hierbas aromáticas como el romero, la menta y la hierbabuena.
“El campo nos da todo. La cuestión es creerlo y trabajar mucho, eso sí. Pero si uno quisiera tener en su casa, en un pedacito de terreno, unas cuantas plantas… ¡qué ricos fuéramos!”, abundó.
Argumentó que en la última década, la agricultura orgánica ha demostrado ser una de las opciones más prometedoras para el campo mexicano, es sustentable y conlleva a que los productores perciban mejor ingreso y logren mejores condiciones de vida.
La Lobera es una localidad retirada de la cabecera municipal. Para trasladarse del centro de esta población a la carretera que conduce a la ciudad de Ejutla de Crespo es necesario caminar alrededor de un kilómetro y medio porque no hay transporte. La mayoría de las personas viven en humildes hogares, aquí la migración ha pegado de forma directa.

Más calidad y precio
Precisamente por el dinero invertido y la mano de obra, los frutos del huerto resultan más caros que en el mercado tradicional o los supermercados.
“El problema es que muchos oaxaqueños no están informados sobre el tema y lo piden más barato. Falta conciencia en el tema, aparte de que no existe mercado para vender, me parece que tampoco hay mucha oferta, ése es el reto: hacer que lo orgánico sea imprescindible”, señaló.
La familia de Don Alejandrino expende sus productos todos los viernes y sábados en el mercado alternativo “Pochote-Xochimilco”, donde admitió que son los extranjeros y turistas quienes más compran.
Su huerto tiene una producción permanente, a excepción de los cultivos de temporada. Por semana logran producir y vender 100 kilos de tomate, lo demás, se vende “por poquitos”.

Lo orgánico está de “moda”
De acuerdo con la Revista Industrial del Campo, hasta el año 2007 en el mundo se registraban más de 24 millones de hectáreas cultivadas de forma orgánica y más de 10.7 millones de áreas de recolección silvestres.
Entre los países con mayor superficie orgánica cultivada está en primer lugar Australia, con 10 millones de hectáreas, seguido por Argentina, con casi tres millones, e Italia con 1.2 millones. Siguen en orden de importancia Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Gran Bretaña, Alemania, España y Francia. México ocupa el lugar 18 con casi 216 mil hectáreas.
Los principales estados con producción orgánica son Chiapas, Oaxaca, Chihuahua, Sinaloa, Colima, Baja California Sur, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Veracruz y Sonora.
Se estima que alrededor de 85 por ciento de la producción de orgánicos de México se orienta a la exportación. Aquí la agricultura orgánica está en franca expansión. La superficie pasó de 25 mil a más de 300 mil hectáreas en los últimos 10 años. Los productos orgánicos mexicanos gozan de excelente aceptación en los mercados internacionales.

Autosustentabilidad, el reto
Aunque la producción de jitomate, pepino y chile orgánico en territorio mexicano y más aún en Oaxaca, es una actividad incipiente, a la fecha se registran áreas cultivadas con siembra orgánica sólo en los estados de Baja California, Baja California Sur y Tamaulipas.
“El objetivo principal de la agroecología es que sea autosustentable, que consumas lo que produzcas y viceversa”, dijo Alejandrino Cruz.
Esta forma de producción se puede llevar de la mano de la lombricomposta, señaló. Ésta proporciona a los suelos permeabilidad tanto para el aire como para el agua, aumenta la retención de agua y la capacidad de almacenar y liberar nutrientes requeridos por las plantas y presenta una alta carga microbiana que resulta de la actividad biológica del suelo, entre otras ventajas.
Para elaborarla es necesario introducir la lombriz roja (lumbricus rubellus) que a veces se puede encontrar en el estiércol de vacas y caballos, también llamada “lombriz californiana” (eisrnia fetida).
“Las lombrices producen un humus o abono de excelente calidad que sirve para colocarle a todo nuestro huerto”, subrayó.
Sin embargo, para ello, debe comprar alrededor de cuatro volteos de estiércol al año, aquí en Ejutla debido a que no hay mucho ganado, éstos cuestan hasta dos mil pesos cada uno.

FLORECEN CULTIVO ORGÁNICO
400 mil has cultivadas con productos orgánicos en México
20% anual crecimiento de cultivos orgánicos al año
85 y 90% de la producción orgánica nacional es de exportación
400 mdd el valor de las exportaciones
128 mil campesinos de producción orgánica
48% del cultivo orgánico es café
15% aguacate
9% hortaliza
Fuente: Consejo Nacional de Producción Orgánica
FRASE:
“Aquí todo es orgánico, nada de transgénicos ni de híbridos, solo cultivamos hortalizas criollas”:
Alejandrino Cruz Ramírez, campesino que cultiva productos orgánicos
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