Propuso dejar a un lado los preceptos de que la agricultura familiar está relacionada
con la pobreza
Durante su participación en la “Séptima Edición del IICA“, con el tema “La Innovación para la Seguridad Alimentaria: Agricultura Familiar”, celebrado en la sede de la Organización de Estados Americanos OEA, en Washington, Estados Unidos, expuso que de acuerdo a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos en México se desperdician 30 mil toneladas de alimentos, si se rescatara el 66% se terminaría con la pobreza alimentaria de 26 millones de mexicanos.
Señaló que en México hay 26 millones de personas que presentan condiciones de pobreza alimentaria, de las cuales 20 millones pertenecen a zonas rurales, por ello, dijo, se deben establecer políticas públicas que fomenten la incorporación de los centros de abasto en su totalidad para evitar desechar los alimentos y en conjunto, Gobierno Federal, sociedad civil y empresas, llevar los alimentos a quienes se encuentren en pobreza alimentaria.
Se pronunció por el fortalecimiento y fomento de la agricultura familiar en las nuevas generaciones y regresar a la cultura de autosatisfacción alimentaria para generar una soberanía alimentaria en nuestros países, que en conjunto con buenas prácticas se preservarán los recursos naturales para las futuras generaciones.
Ante expertos en esta materia solicitó dejar a un lado los preceptos de que la agricultura familiar está relacionada con la pobreza, “es una forma de vida que hay que adoptar para apoyar a todo un sistema para solucionar los problemas globales”.
Por ello, reiteró que la conceptualización de la agricultura familiar, aprovechando la experiencia de la agroecología campesina apoyará en la recomposición del tejido social, abriendo oportunidades para las mujeres quienes desempeñan un papel fundamental en las economías rurales, pero que no han tenido las mismas oportunidades y condiciones que los hombres. De igual manera, la agricultura familiar contribuye a fomentar el arraigo en las localidades para evitar la migración que tanto aqueja a nuestros países, además de mejorar las condiciones.
Dijo que el desarrollo y dignificación de la producción agrícola y pecuaria mediante la implementación de proyectos de agricultura familiar y ecológica, no solo coadyuvará para fortalecer los núcleos familiares, sino que también garantizará la preservación de la biodiversidad y permitirá la sostenibilidad de los recursos naturales para que las siguientes generaciones puedan hacer uso de ellas.
Expresó que el alza internacional de los precios de los alimentos en la última década abrió un camino para el desarrollo de la agricultura familiar campesina, por ello urgió a todos los países a suministrar apoyos efectivos, en el marco de políticas de largo plazo.
Resaltó en su participación que la agricultura familiar contribuye con altos porcentajes de la producción a nivel nacional, además permite incrementar los ingresos, tanto propios como locales y regionales, con ahorros para otros gastos básicos.
Comentó que en países de América del Sur se han establecido programas para la agricultura familiar con gran éxito, con la combinación de la agroecología y se han incorporado otras aplicaciones culturales como son el rescate de tradiciones, reivindicación de alimentos de la región, educación técnica regional y la cultura de una alimentación sana.
Señaló que en México se han tenido iniciativas sesgadas entre distintas instancias, tanto de gobiernos federal y estatales, como de la sociedad civil para la aplicación de la agricultura familiar, sin embargo, dijo, es necesario integrar estas actividades a una política pública para trabajar de manera integral.
Comentó que la producción de esta agricultura es destinada para el consumo familiar y una porción para el mercado, esto hace que haya una dieta balance de vitaminas y proteínas, que quizá no se ofertan en el mercado debido al alto precio o bien por falta de disponibilidad.
Se refirió a los precios de los alimentos generados desde el 2002 con el incremento de compra para países con gran número de habitantes como China y la India; siguiendo con las sequías, inundaciones y heladas de los años 2005, 2006 y 2012, los cuales han dado cuenta de la escases y dependencia de compra de alimentos de unos países.
En virtud de los retos a los que nos enfrentamos, indicó, se vuelve imperante que la misma gente del área rural produzca sus propios alimentos y reducir así el 80% que será de un ahorro mismo que le permitirá poder acceder a otros servicios como los de salud y para cubrir con seguros sus cosechas.
En este evento participaron embajadores, representantes del gobierno de Estados Unidos, organizaciones no gubernamentales y estudiantes, todos interesados en temas de alimentación en zonas rurales del mundo.
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