La realidad precedida se enfrenta a este creciente despliegue que viene generando la agroecología conduciéndonos a otro escenario productivo mundial, se expresa:
• demanda y expansión por nuevos procesos productivos agroecológicos.
• crecimiento en la certificación de tierras y productos orgánicos manejados por técnicas agroecológicas.
• la creciente demanda por consumo de alimentos sanos.
• el surgimiento de nuevas organizaciones y redes de producción agroecológica.
• alcances y profundización en la producción y diversificación de áreas productivas vinculadas a la agroecología.
• versatilidad y ahorro de energía en la aplicación de técnicas agroecológicas.
• la reducción de impactos ambientales por el menor o no uso de agrotóxicos.
• el despliegue formativo por incremento de instituciones de educación superior incorporando actividades académicas e investigativas en áreas conexas a la agroecología.
• el incremento de publicaciones científicas agroecológicas que están continuamente apareciendo en revistas especializadas e internet.
• el interés de algunos gobiernos y países por incorporar en sus políticas públicas de soberanía agroalimentaria desde la visión agroecológica. En Venezuela en varias leyes referidas a la soberanía agroalimentaria la agroecología tiene jurisprudencia. También hay un Plan Nacional de Agroecología que espera por la decisión política de los Ministros y Vices Ministros del área para su ejecución.
Las connotaciones antecedidas le confieren a la agroecología una singular posición para erigirse como la nueva ciencia agrícola que no sólo tiende a darle repuestas inmediatas a la crisis cuádruple que mencionábamos anteriormente. También nos orienta y conlleva a reformular decisiones técnico-políticas enmarcadas en nuevas relaciones sociales de producción. Por ejemplo: la decisión técnica más acertada debe iniciarse con la recuperación y preservación de los suelos y aguas a través del manejo agroecológico. Ello conllevaría a mermar considerablemente los gases de efecto invernadero, en especial el metano, oxido nitroso y dióxido de carbono. Recordemos la agricultura industrial produce entre un 17% al 32% de los gases en mención. (Greenpeace 2009). Desde esta perspectiva se valora lo sustentable energéticamente y endógeno por una producción de alimentos sana nutricionalmente.
Referencias Bibliográficas
Greenpeace, (2009) La Agricultura Industrial Genera el 32% de los Gases del Efecto Invernadero. http://servicios.laverdad.es/nuestratierra/nt11012008/suscr/nec2.htm
Nuñez, M.A. (2008).El Susto de Cristina K. www.inmotionmagazine.com/global/man_ck.html
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