La educación y el subdesarrollo rural:
¿Jardines Colgantes de la Babilonia o huertas
familiares?
¿Enseñar lo exótico o
lo UTIL y APLICABLE?
Polan
Lacki
En los países de América
Latina, las escuelas fundamentales rurales (del primer al octavo o noveno
año) siguen enseñando a sus alumnos la historia de los faraones y pirámides de
Egipto, la altitud del Himalaya, los imperios Romano y Bizantino, el
Renacimiento, la historia de Luis XIV, XV y XVI y de Napoleón Bonaparte, el
sistema nervioso de los anfibios, la reproducción de las briofitas y
pteridofitas y, algunas de ellas, hasta el "esquema de funcionamiento de
los pies ambulacrales de los equinodermos".
Mientras aburren a los niños con estos
conocimientos, absolutamente
irrelevantes para sus necesidades de vida y de trabajo en el campo, pierden
una extraordinaria e irrecuperable oportunidad: la oportunidad de ampliar y
profundizar la enseñanza de contenidos mucho más útiles y de aplicación más
inmediata en la corrección de las ineficiencias que están causando el
subdesarrollo rural, como por ejemplo: enseñar lo que las familias
rurales podrían hacer para obtener una producción agropecuaria más abundante,
más diversificada, más eficiente y más rentable; qué medidas de higiene,
profilaxis y alimentación estas deberían adoptar para evitar las enfermedades
que ocurren con mayor frecuencia en las zonas rurales; qué deberían hacer para
prevenir las intoxicaciones con pesticidas y los accidentes rurales y cómo
aplicar los primeros auxilios, cuando estos accidentes no puedan ser evitados;
cómo producir y utilizar hortalizas, frutas y plantas medicinales; cómo
organizar la comunidad para solucionar, en
conjunto, aquellos problemas que no pueden o no deben ser
resueltos individualmente, como, por ejemplo, la comercialización y las
inversiones de alto costo y baja frecuencia de uso.
¿Educar para la acumulación de
conocimientos o para la auto-realización?
También pierden la oportunidad de
otorgarles una mejor formación de valores, pues deberían enseñarles los
principios, las actitudes y los comportamientos que ellos necesitan tener para
mejorar su desempeño en la vida familiar y comunitaria, como, por ejemplo:
formarlos para que tengan más iniciativa y espíritu emprendedor con el fin de
que se vuelvan menos dependientes de ayudas paternalistas; educarlos para que
practiquen la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad y la disciplina;
para que tengan conciencia de sus derechos, pero especialmente de sus deberes;
para que posean una ambición sana y un fuerte deseo de superación, pero
conscientes de que deberán concretizar estas aspiraciones a través de la
perseverancia y de la eficiencia en la ejecución del trabajo. Esas escuelas no
están cumpliendo su función de desarrollar las potencialidades latentes de los
niños rurales, de abrirles nuevas oportunidades de auto-realización ni de
formar ciudadanos que, gracias a su propia voluntad y competencia, sean capaces
de protagonizar el auto-desarrollo personal, familiar y comunitario.
¿Río Nilo o el río de la comunidad
rural?
Las escuelas fundamentales rurales
serían mucho más útiles si, antes de enseñar la historia de Europa o la
geografía de Asia, enseñasen a sus alumnos la historia y la geografía de sus
comunidades. Si, en vez de distraer las atenciones de los educandos con las
jirafas y elefantes de África, les enseñasen como criar, con mayor eficiencia,
los animales existentes en sus fincas con la finalidad de mejorar el
auto-abastecimiento y el ingreso familiar. Dichas escuelas serían más útiles si
enseñasen a los niños cómo evitar las plagas de la agricultura y de la
ganadería, cómo identificar y eliminar las plantas que intoxican sus animales y
los insectos que transmiten las enfermedades. En vez de hacerles memorizar la
longitud del Río Nilo, sería más útil enseñarles cómo y porqué deberían evitar
la polución de otro río: el río de su comunidad.
¿Jardines
Colgantes de la Babilonia o huertas familiares?
Antes de abordar los Jardines Colgantes
de la Babilonia ,
sería conveniente enseñarles cómo y porqué deberían implantar huertas y árboles
frutales diversificados en sus fincas y cómo adoptar medidas de conservación
del suelo para que éste siga produciendo con altos rendimientos. En vez de
enseñar sobre los héroes de las guerras de otros continentes, deberían
enseñarles sobre los "héroes" de sus propias comunidades; sobre
aquellos "héroes" que otorgaron una educación ejemplar a sus hijos,
que tuvieron una destacada participación en la solución de los problemas de la
comunidad y que progresaron gracias a la dedicación al trabajo bien ejecutado y
a la eficiencia en el uso adecuado de los escasos recursos disponibles. Esas
escuelas deberían mostrar a sus alumnos los buenos ejemplos de aquellos
"héroes" de la comunidad o del municipio que no robaron, que no
engañaron a sus vecinos, que no poseen vicios, que no practican la violencia,
que no son egoístas, etc.
Si la escuela es rural deberá
"agriculturalizarse" y "ruralizarse"
En otras palabras, es necesario
"agriculturalizar", "ruralizar" y volver más
realistas, más instrumentales y más pragmáticos los contenidos educativos de
esas escuelas; asimismo es necesario eliminar de sus sobrecargados
currículos los contenidos excesivamente teóricos, abstractos y con baja
probabilidad de ser utilizados en la vida, en el trabajo rural. En su lugar,
deberían ser incluidos o ampliados contenidos más prácticos, utilitarios y
aplicables por los educandos en la solución de los problemas más frecuentes que
ellos enfrentan y seguirán enfrentando en la vida cotidiana de sus fincas, y
también de sus hogares, de sus comunidades y de los mercados rurales.
En la Página Web http://www.polanlacki.com.br está
demostrada la factibilidad y facilidad de promover esta
adecuación curricular, a través de los departamentos municipales de
Educación, sin necesidad de someterla previamente a las antiguas y engorrosas
burocracias del ministerio nacional o de las Secretarías Provinciales /
Departamentales de Educación. En dicha Página los interesados encontrarán,
entre otros, los siguientes documentos que amplían este tema:
i) La escuela rural
debe formar solucionadores de problemas;
ii) Los agricultores
necesitan de un sistema educativo que les ayude a solucionar sus problemas;
iii) Buscando soluciones
para la crisis del agro: ¿en la ventanilla del banco o en el pupitre de la
escuela?
Estos
textos también podrán ser obtenidos solicitándolos a través de los siguientes e-mails:
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