lunes, 31 de enero de 2011

PERMACULTURA, UNA HERRAMIENTA PARA LOGRAR SOBERANÍA ALIMENTARIA

Foto : Tomate en Balcón casa. 3 Piso Quibdo. Chocó 

Derian Restrepo Gallego



  • Raúl A. Rubio Cano/El Regio
  • 31-Enero-2011
  • “La Permacultura, rescata la tradición de la Milpa (en el caso mexicano) de la agricultura orgánica indígena, campesina, desde los orígenes ancestrales de la mexicanidad", dice Gerardo González de Ciencias Forestales UANL. 
    Monterrey. Ante las acciones de las empresas trasnacionales para destruir suelos y hombres en la producción de los alimentos vitales para los habitantes del planeta, van surgiendo respuestas desde la economía campesina, el mundo indígena y no se diga, desde la academia con responsabilidad social, para establecer el derecho a la alimentación y el respeto de ecosistemas, indicó a Regio.com, Gerardo González, estudiante de la facultad de Ciencias Forestales de la UANL.
    Señaló González: “Como bien ya sabemos, el suelo está muriendo, la fertilidad del suelo se la han quitado, los industriales tienen estrategias muy bien creadas y muy bien diseñadas para encaminar la matanza de suelos.
    “Ellos, también, al mismo tiempo que desarrollan la agricultura industrial, paralelamente marginan a la agricultura orgánica; en este proceso, empiezan a adueñarse y monopolizar los químicos, que también desde hace 180 años tenemos que recordar, que la élite estaba muy interesada en la química y esa élite logró lo que se llama monopolización de los químicos y llevó hasta el día de hoy, a la hora de producir nuestros alimentos, a ser totalmente dependientes de los agroquímicos y esto ha hecho que el campesino sea excluido de las tierras, que ya no produzca, que sea totalmente dependiente de la industria agroquímica y de factores externos, obligando al campesino a emigrar a la ciudades y convirtiéndolo en un consumidor de productos trasnacionales, aunque en México, hay unos 6 millones de campesinos que no pasan por la ‘caja registradora’ de los industriales, son marginales a tal proceso de control.”
    Transformar las rocas en alimento…
    Indicó González, que “esta monopolización de los químicos desde hace 180 años, también lo que hizo, fue esconder la información verdadera científica e impulsora de una productividad agropecuaria sana, el libro de “Panes de Piedra y harinas de roca” de Julius Hensel, es una obra que fundamenta con su investigación, cómo nosotros podemos transformar las rocas en alimentos, ésta es la nueva alternativa que presenta la agricultura orgánica campesina.
    Transformar las rocas en alimentos, porque también nos convencieron a los mexicanos con la Revolución Verde, en sacar las rocas de nuestros cultivos para darle paso a los tanques de guerra o más bien los conocidos tractores, haciendo de la agricultura un proceso más militar, porque de hecho, todo lo que es investigación de fertilizantes y de químicos altamente solubles para la solución de plantas están dados y están hechos y fueron investigados, en guerras para matar al enemigo y muy buen ejemplo es el ‘agente naranja’ en Vietnam, utilizado por Monsanto para empezar a matar a los vietnamitas, sus cultivos, su alimentación y derivar más investigaciones dando paso a otro tipo de marcas como Las Faena, La Urea, fertilizantes para la producción de plantas.
    “En estas acciones de monopolización de los químicos, de hace 180 años, fue para totalmente mover toda la investigación de Justus Von  Lievig (considerado como el padre de la agricultura), todo un trabajo de tergiversar la información y engañar para la utilización de los fertilizantes químicos, porque nos hicieron creer con la teoría de ‘Ley del mínimo’ de que ninguna planta va a desarrollares al mínimo, sí uno de sus elementos requeridos está en su mínimo existencia, en el sitio donde la planta crece; entonces, ahí es donde nos meten en la cabeza que el suelo carece de algo, pero el suelo realmente no carece de nada, en el suelo nosotros podemos encontrar todos los elementos de la base periódica, en un metro cúbico de tierra.”    

    Chorrillo al suelo…
    Comentó el estudiante de Ciencias Forestales de la UANL que “con todos estos fertilizantes lo que hacen es que le da ‘chorrillo’ al suelo, lixivea los minerales a otros estratos diferentes y hace que la tierra se vuelva totalmente infértil, haciendo que año con año, el campesino necesite cada vez más fertilizantes, más insumos externos para poder tener un buen rendimiento en las cosechas.”
    Todo este proceso de destrucción de suelo y sus consecuencias sociales, nos comenta González-, se empieza la gente a dar cuenta, cuando fue la década ambiental, en el siglo pasado, cuando surgen los estudios sobre la muerte del planeta y de que nosotros estábamos consumiendo más allá de nuestro capital natural, de que ya la Tierra no tenía tiempo de regenerarse y es aquí cuando el señor Bill Mollison y David  Holmgren buscan implementar un diseño de la agricultura  en ver cómo ubicar nuestros cultivos, hacer que nuestros insumos sean producidos directamente y crean el concepto llamado “Permacultura”

    Permacultura…
    Explica González, que: “La palabra Permacultura, es la contracción de dos palabras, ‘Perma’ permanente y ‘Cultura’ de agricultura o sea, agricultura permanente. Ello quiere indicar que si en el paso del tiempo, una cultura no tiene una alimentación permanente, no va a poder subsistir al paso del tiempo y va a decaer, que es lo que estamos viendo en nuestro mundo. Vivimos una cultura decadente que expropia al campesino, que es también una cultura fascista al momento de alimentarnos, porque certifica que la persona que tiene centavos de más, puede comer de más, una sociedad que excluye al más necesitado 
    “La Permacultura, rescata la tradición de la Milpa (en el caso mexicano) de la agricultura orgánica indígena, campesina, desde los orígenes ancestrales culturales de la mexicanidad y busca regresarla a estos días. Olvidarnos de la industria, de los químicos y tractores, porque también esta agricultura es la de ‘cero arado’, o agricultura ‘desde la cama’ uno puede estar sentado uno, con su sistema maduro y no necesita irle a echar la mano, sino lo único que necesita es recolectar y podar, cuando el sistema ya está maduro y totalmente estable.”    

    Harina de roca y Soberanía alimentaria…
    Con la “harina de roca” se pretende que la agricultura sea otra vez rentable y que los campesinos regresen a sus tierras, sea habla de que la harina de roca es la ‘leche materna de la Tierra’ y muy bien dicho, porque es aquí donde están todos los minerales que las plantas necesitan para crecer, no necesitamos ningún químico altamente soluble, no necesitamos ningún fertilizante dado por la teorías de la ‘Ley del mínimo’ Nitrógeno Fósforo y Potasio, que es lo que supuestamente utilizan las plantas para su óptimo desarrollo, que no es así, porque cuando nosotros utilizamos esa teoría, nosotros escogemos qué come la planta y la planta no escoge qué quiere comer; pero, a nosotros quién nos dice qué la planta quiere comer, o puede comer y por qué de vez en cuando le echamos esos agentes o elementos; entonces, si nosotros le diéramos un bufet a la planta, para que ella pueda escoger, pues va a poder tener una buena alimentación, porque ella va a saber en qué momento adquirir estos minerales.
    La agricultura orgánica campesina tiene muy claro que el suelo es un organismo vivo, nace, crecer y tiene una capacidad de carga y también muere. Sabiendo nosotros esto, podemos nosotros alimentar el suelo, que es prácticamente el secreto de la agricultura orgánica -es alimentar el suelo en una planta- porque sí nosotros alimentamos el suelo de una forma sana,  tendremos plantas sanas y si tenemos plantas sanas, el organismo que se las coma, va a estar sano y nosotros vamos a estar sanos, haciendo de esto un ciclo de principio de salud, totalmente redondo: animales sanos, plantas sanas, suelos sanos. Y los suelos sanos se pueden hacer con la remineración de harina de rocas; las rocas pueden encontrarse en canteras, montañas, ríos y es muy agradable ver cómo los campesinos van por rocas a los ríos, para empezar a pulverizar y aplicar a sus cultivos, no necesitamos comprar nada, ahí están las rocas y ello es una forma de crear independencia en la hora de producir nuestra agricultura y ello, se llama cultivar la Soberanía nacional, porque un país que produce sus alimentos, será totalmente soberano.
    Por último, señaló, Gerardo González: “Nosotros como estudiosos de la academia, como universitarios, debemos contribuir a regresar la soberanía al pueblo, al pueblo mexicano, del cual somos parte, mismo que ahorita ha estado muy atacado por el TLC y los transgénicos,  que han destruido al agro mexicano y donde,  la respuesta de la Permacultura, con la agricultura orgánica campesina, creo que es la solución a mucho de nuestros problemas y a lograr la Independencia y la Soberanía que buscamos en nuestro país.” Concluyó, el estudiante de Ciencias Forestales de la UANL.        

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