jueves, 31 de mayo de 2012

LA SOCIEDAD DE CONSUMO Y LA EXISTENCIA DE ALTERNATIVAS


La sociedad de consumo se compone de unos 1.800 millones de personas sobre las 7.000 millones que poblamos este planeta. Esas personas son las principales responsables del deterioro de los recursos naturales y del calentamiento global. Pero a su vez, son las menos perjudicadas, puesto que cuentan con los recursos económicos necesarios para afrontar las consecuencias que esta teniendo esta crisis ambiental de escala planetaria.
Es decir que mas de 5.000 millones de personas están sufriendo sequías, inundaciones, desertización de la tierra, contaminación del agua, pérdida de biodiversidad y demás perjuicios, sólo para que 1.800 millones mantengan un estilo de vida y un nivel de consumo de bienes, superior al que la Tierra puede soportar.
Tanto es así que se calcula que hoy se están utilizando anualmente un 50% más de los recursos naturales que la naturaleza genera en ese período, y que pronto llegaremos al 100%, es decir que estaremos gastando en un año, los recursos generados por el planeta en dos años.
Si bien un pequeño porcentaje del gasto excesivo de recursos puede ser atribuido a las clases media y alta de los países en desarrollo, una amplísima mayoría se consume en los países desarrollados. Es por eso que una de las claves para detener el deterioro del ecosistema planetario se encuentra en un drástico cambio en el estilo de vida de estas personas, dejando atrás el modelo basado en el consumismo desenfrenado e irracional, para transitar el camino de la sostenibilidad.
Este cambio es absolutamente necesario para frenar el veloz deterioro del planeta. Se calcula que el 20% más rico está consumiendo el 80% de los recursos generados.
Es comprensible que, para quienes han sido culturalmente criados y han vivido toda su vida de cierta forma, modificarla radicalmente resulte una decisión difícil de tomar, sobre todo porque desde el sistema -a través de los medios masivos de comunicación que se encuentran a su servicio-, se alienta y estimula el consumo y se impone la idea de que no hay otras alternativas de vida posibles, a la que este modelo propone.
Se provoca una falsa sensación de seguridad, de que si nos mantenemos bajo el paraguas del sistema, si seguimos sus reglas y dentro de sus patrones, vamos a estar amparados y protegidos. Y por otra parte, se crean dudas y miedos sobre la posibilidad de elegir una vida fuera del reflejo de los espejitos de colores.
El hecho de que los gobernantes de los países desarrollados planteen seriamente un cambio contundente en el estilo de vida de su población, suena como algo muy cercano a lo imposible, ya que por un lado llegan a ocupar sus cargos apoyados económicamente por empresas multinacionales, con las que luego se encuentran comprometidos, y por otro no hay una decisión en la población de apoyar ese cambio con la fuerza necesaria.
Es por eso que el camino debe recorrerse desde abajo hacia arriba, estableciendo primero las bases del cambio en los pueblos, educando y concientizando a las nuevas generaciones de que este cambio es tan posible como necesario, para que ellos mismos puedan en el futuro cercano, gozar de una vida digna y de un mundo habitable para nuestra especie.

Feliz Día del Ambiente. Gracias por acompañarnos.
Nos reencontraremos la próxima semana, en una nueva entrega de esta publicación.
 
Ricardo Natalichio, Director de EcoPortal.netrdnatali@ecoportal.net . www.ecoportal.net

miércoles, 30 de mayo de 2012

NO HAY DESARROLLO SOSTENIBLE SI NO SE ERRADICA EL HAMBRE


30 de mayo de 2012, Roma - No es posible realizar un desarrollo sostenible si no se erradican el hambre y la desnutrición, indica la FAO en un documento de políticaspreparado para la Cumbre de Río+20 que se llevará a cabo en junio en Río de Janeiro.

"El desarrollo no se puede llamar sostenible mientras persista esta situación, mientras uno de cada siete hombres, mujeres y niños queden rezagados, víctimas de la subnutrición", afirmó el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

"La búsqueda de seguridad alimentaria puede ser el hilo conductor que conecte los distintos desafíos que afrontamos y ayude a construir un futuro sostenible. En la Cumbre de Río tenemos una oportunidad invaluable para estudiar la convergencia entre los programas de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, a fin de asegurar que se haga realidad", añadió.

Uno de los grandes defectos de los sistemas alimentarios de hoy es que a pesar del considerable adelanto en el desarrollo y la producción de alimentos, cientos de millones de personas pasan hambre porque no tienen los medios para producir o adquirir los alimentos necesarios para llevar una vida sana y productiva, indica el informe.

"Es indispensable mejorar los sistemas agrícolas y alimentarios para que el mundo tenga una población más saludable y ecosistemas más sanos", añade la publicación.

El informe Hacia el futuro que queremos: poner fin al hambre y hacer la transición hacia sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles, insta a los gobiernos a establecer y proteger los derechos a los recursos, especialmente para los pobres; incorporar incentivos para el consumo y la producción sostenibles en los sistemas alimentarios; promover mercados agrícolas y de alimentos justos y que funcionen bien; reducir riesgos e incrementar la resiliencia de los más vulnerables; invertir recursos públicos en bienes públicos esenciales, especialmente innovación e infraestructura.

Nexo entre el hambre y el medio ambiente

El informe hace hincapié en que la reducción del hambre y el desarrollo sostenible están irrevocablemente ligados, y que una gobernanza mejor de la agricultura y los sistemas alimentarios es decisiva para alcanzar ambos objetivos.

Los sistemas agrícolas y alimentarios ya son grandes usuarios de recursos. Por ejemplo, los sistemas alimentarios consumen el 30 por ciento de la energía mundial. Los sectores agrícola y pecuario utilizan el 70 por ciento del total de la extracción de agua.

Tres cuartas partes de las personas pobres y que pasan hambre en el mundo viven en las zonas rurales y los medios de subsistencia de la mayoría de ellas dependen de la agricultura y actividades afines. El 40 por ciento de las tierras degradadas del mundo están en zonas de elevados coeficientes de pobreza. "El hambre pone en movimiento un círculo vicioso de productividad reducida, pobreza cada vez más profunda, desarrollo económico lento y degradación de los recursos", explica el informe.

Tener acceso a los recursos naturales -como la tierra, el agua o los bosques- es esencial para los 2 500 millones de personas que producen alimentos para consumo propio o para obtener ingresos, añade el informe. 

Los agricultores que explotan los 500 millones de pequeñas propiedades en los países en desarrollo afrontan diversas limitaciones de recursos, que se traducen en un acceso insuficiente a los alimentos y la nutrición. Necesitan derechos de tenencia claros para promover un acceso equitativo y la gestión sostenible de los recursos, como la tierra y el agua.

Hacia sistemas sostenibles de producción y consumo de alimentos
Los sistemas de consumo y producción de alimentos tienen que lograr más con menos. De la parte del consumo, es necesario pasar a una alimentación nutritiva que deje menos huella en el medio ambiente, y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos en todo el sistema alimentario.

La FAO estima que las pérdidas y el desperdicio de alimentos asciende a 1 300 millones de toneladas al año -en torno a una tercera parte de la producción mundial de alimentos para consumo humano-, lo que corresponde a más del 10 por ciento del total del consumo mundial de energía calórica.

Por la parte de la producción, es necesario afrontar el agotamiento de los suelos, el agua y los nutrientes, las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y la degradación de los ecosistemas naturales, señala el informe.  Es necesario proteger los beneficios que proporciona la naturaleza, como el aire y el agua limpios (servicios del ecosistema) y aprovecharlos para lograr un crecimiento sostenible.

Más con menos
La agricultura tiene que producir más alimentos pero con menos recursos, como la energía y el agua. Por lo tanto, la FAO promueve un enfoque ecosistémico de la agricultura denominado Ahorrar y crecer, que aprovecha la contribución de la naturaleza al crecimiento agrícola, por ejemplo, la materia orgánica del suelo, la regulación de la circulación del agua, la polinización y los depredadores y plagas naturales, y aplica los insumos externos adecuados en el momento correcto y en la cantidad debida a variedades agrícolas mejoradas con resiliencia ante el cambio climático y que utilicen los nutrientes, el agua y los insumos externos con mayor eficacia. 

Alimentar a 9 000 millones de personas
En el año 2050 se prevé que la población mundial será de 9 000 millones de personas, con mayores ingresos y una demanda más grande de alimentos. La presión sobre los sistemas agrícolas y alimentarios mundiales y sobre los recursos que utilizan aumentará. Peor todavía, a menos que se tomen medidas decididas, el aumento de la producción de alimentos del 60 por ciento que es necesario para afrontar la demanda efectiva seguirá dejando rezagados a 300 millones de personas que previsiblemente sufrirán hambre en 2050 porque seguirán sin medios para tener acceso a los alimentos. La única forma de lograr su seguridad alimentaria es crear empleos decentes, con mejores salarios, darles acceso a los activos productivos y distribuir el ingreso en forma más equitativa.

"Hay que incorporarlos en la sociedad, complementando el apoyo a los pequeños propietarios y las oportunidades de generar ingresos con el fortalecimiento de las redes de protección, programas de efectivo por trabajo y de transferencia de efectivo que contribuyan a fortalecer la producción local y los circuitos de consumo, en un esfuerzo que contribuya a nuestras metas de desarrollo sostenible", aseveró Graziano da Silva.

La FAO piensa que es posible alimentar a toda la población del planeta si se toman decisiones políticas firmes para mejorar el acceso de las personas pobres a los alimentos, los niveles de desperdicios de alimentos y la forma en que se emplea la agricultura con fines no alimentarios. Todo depende de las opciones que se tomen hoy en la gestión de los sistemas agrícolas y alimentarios, dice el informe.

Es esencial una mejor gobernanza
El documento de políticas pide una mejor gobernanza del sistema alimentario y agrícola como requisito para un futuro sostenible. Parte del debate en torno a la buena gobernanza también tendrá que decidir quién paga estos costos.

El documento expone que los sistemas justos y eficaces de gobernanza son transparentes, participativos, orientados a los resultados y con rendición de cuentas, de carácter mundial, regional, nacional y subnacional. El informe cita el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial reformado, que ahora incorpora a un gran número de partes interesadas, como gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales y del sector privado, como uno de los modelos que sería posible seguir.

La FAO llamó a los gobiernos asistentes a Río+20 a que se comprometan a reducir el hambre y la malnutrición más rápidamente; a utilizar las directrices voluntarias sobre el derecho a los alimentos y la tenencia de la tierra para lograr la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible equitativo; para dar apoyo a la ejecución de enfoques técnicos y normativos del desarrollo agrícola que incorporen objetivos de seguridad alimentaria y ambientales; asegurar que los costos y beneficios de la transición hacia la producción y el consumo sostenibles de alimentos se distribuyan con igualdad; adoptar enfoques integrados para realizar sistemas sostenibles en la agricultura y los alimentos; ejecutar reformas en la gobernanza para asegurar que se cumplan las políticas y los compromisos.

martes, 29 de mayo de 2012

PRESENTAN ESTRATEGIAS A FAVOR DE LA SOSTENIBILIDAD ALIMENTARIA


"En Cuba la agricultura sostenible condiciona patrones de desenvolvimiento y convivencias humanas que minimizan la degradación o la destrucción de supropia base de producción", dijo el ingeniero Gustavo Rodríguez Rollero,ministro de la Agricultura, al clausurar el IX Encuentro Internacional de Agricultura Orgánica y Sostenible, con sede en La Habana.
El titular del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) presentó la estrategia cubana para el desarrollo agropecuario y forestal, a tono con el banco de problemas que aun frenan el cumplimiento de los volúmenes productivos en todas las esferas del sector.
"En primer lugar debemos acabar de resolver el problema de la semilla orgánica, pues en la mayoría de las provincias las siembras se realizan sobre la base de semillas tradicionales: no certificadas, si logramos esto elevaremos las producciones en más de un 30 por ciento con respecto a los acopios actuales."
Más adelante Rodríguez Rollero se refirió al tratamiento de los suelos, cuyas prácticas incorrectas, desde el punto de vista agrotécnico, han dejado secuelas incorregibles en la degradación. De ahí la creación de los polígonos de suelo, en cada territorio. Puso de ejemplo, el de Las Tunas, con sus protagonistas principales: los campesinos Julio Calzadilla y Yennis
Rodríguez, de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida Omar Pérez Pérez. "Los polígonos de suelo tienen un efecto positivo en los rendimientos agrícolas de todas las esferas de la producción. No olvidemos que Cuba es una meseta de diversos suelos, desde la Punta de Maisí, al Cabo de San Antonio."
El Ministro habló, además, del uso de los biofertilizantes y bioestimulantes en los cultivos varios, al mismo tiempo, convocó a todos los profesionales del ramo que ostentan grados científicos a mirar hacia el surco y no descansar hasta que los resultados de las investigaciones no estén generalizados en todo el archipiélago, a tono con los avances de nuestra sociedad.
"Debemos ir sustituyendo la mecanización agrícola por la tracción animal, no totalmente; pero hay muchas labores que se pueden hacer con los animales", enfatizó.
El uso eficiente del agua se suma también a la estrategia del Ministerio de la Agricultura cubana. El rescate e introducción de sistemas de riego debe realizarse a tono con las necesidades óptimas del recurso, evitando salideros, derroche y desvío. "Esto debe constituir una prioridad, por lo que significa el vital producto para nuestros campos y para las familias que de él dependen", destacó.
De igual modo, el sector ganadero tiene como meta garantizar, desde la primavera, los pastos para la alimentación de la masa vacuna durante la sequía. Situación que logra, discretos avances, en algunas provincias, sin embargo, todavía hay agricultores que no aprovechan los residuos de cosecha del maíz, sorgo, plátano y muchos otros cultivos, para la alimentación animal.
Solo por el sendero de una agricultura orgánica y sostenible podremos sobrevivir el hombre y la tierra.

AL DÍA CON LA AGRICULTURA: ADIÓS PROFESOR YARUMO................................

AL DÍA CON LA AGRICULTURA: ADIÓS PROFESOR YARUMO................................: ADIÓS  PROFESOR YARUMO............................. El programa "Las aventuras del Profesor Yarumo" comenzaba con la siguiente...

sábado, 26 de mayo de 2012

ECONOMIA VERDE O EL FUTURO EN NUESTRAS MANOS?




En el año 1997, el Protocolo de Kyoto estableció el sistema de Bonos de Carbono como uno de los Mecanismos para un Desarrollo Limpio. Este sistema, planteado como una de las soluciones al Cambio Climático, en realidad ha convertido a la emisión de gases de efecto invernadero en un nuevo negocio para el mercado. Por lo que está muy lejos de convertirse en una solución y más bien ha sido un paso importante, para convenir algunas reglas internacionales de mercantilización de la naturaleza.
Es decir que, en lugar de tender a proteger a la naturaleza como bien común de todos los habitantes del planeta, se ha ido por el camino opuesto. Su mercantilización.
Este año, entre el 20 y el 22 de junio, se celebrará en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, Río+20, una nueva Conferencia de las Naciones Unidas, sobre Desarrollo Sustentable.
Lamentablemente cada año venimos observando como estas Cumbres Internacionales, que deberían aportar las soluciones o al menos marcar el camino para detener y revertir la peor crisis que atraviesa la humanidad como especie, ha ido siendo cooptada por los países desarrollados, transnacionales, instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el FMI, y las grandes ONGs que utilizan para enmascarar sus comportamientos genocidas.
Este grupo está intentando aprovechar la gran crisis climática que ellos mismos provocaron, como excusa para terminar de instaurar las pautas, para establecer a la naturaleza como una máquina productora de bienes y servicios. Establecer que el aire que respiramos, el agua que bebemos, la tierra que nos provee de alimentos, el ecosistema planetario completo, es algo que puede ser comprado y vendido en el mercado.
Esto significaría ni más ni menos que establecer la subordinación de la naturaleza a los mercados financieros creados por el Hombre. La pretendida “Economía Verde” significaría llegar al súmmum del sistema capitalista. Crear la posibilidad de “comprarlo todo”. Que no quede nada en el mundo que no pueda ser adquirido si uno cuenta con la suficiente cantidad de dinero para hacerlo.
Está claro que nada que beneficie a la naturaleza, con todo lo que la compone, puede surgir del pequeño grupo de seres humanos que por el poder que les da el dinero o su posición política o sus influencias, están tomando las decisiones sobre los destinos de la humanidad. Porque su beneficio personal se encuentra del otro lado de la balanza que el beneficio de la mayoría de los que habitamos el planeta. Pero las cosas pueden ser cambiadas.
Ante este nuevo intento de mercantilización total de la naturaleza, Acción es la palabra clave. Se están organizando miles de actividades de todo tipo en el mundo entero para este 5 de junio, día mundial del ambiente, contra la mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes.
Participando activamente es como podremos revertir y enfrentar esta situación, es como podremos volver a tener el futuro en nuestras manos, es como podremos volver a darle un futuro a nuestros hijos. NO a la “Economía Verde” en Río+20.

Gracias por acompañarnos. Nos reencontraremos la próxima semana, en una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio, Director de EcoPortal.net
rdnatali@ecoportal.net . www.ecoportal.net

viernes, 25 de mayo de 2012

AGRICULTURA EN TERRAZAS


En Medellín crece tendencia de cultivar en pequeños espacios como hobbie o seguridad alimentaria.

En menos de 60 metros cuadrados Helena Botero cultiva más de 160 especies de hortalizas, plantas aromáticas, frutas y flores. 
Su 'Huerta feliz', como le llama, está en la terraza de la Red Colombiana de Agricultura Biológica (Recab) y es ejemplo de que en la ciudad también es posible ver crecer yucas, plátanos y fríjoles.
El espacio no es un impedimento: en canastas, botellas plásticas de aceite, vinagre o gaseosa; y hasta en canecas cortadas a la mitad afloran -entre otros- calabacines, berenjenas, rábanos y lechugas.
"Esto es cuestión de imaginación y de darle salida a todas las botellas de la casa. Además, no se necesita un gran espacio", dijo Helena quien aclaró queel aire y el agua son los dos factores esenciales para que los cultivos pervivan. 
"No es que la gente con esto no vaya a volver a mercar, es que puede tenerse en casa algún cultivo de cebolla, zanahoria y ajo que no habrá necesidad de comprar", dijo Botero quien hace 27 años trabaja la botánica.
Lo que Helena busca impulsar desde la huerta, que anhela convertirse enun espacio para dictar talleres sobre agroecología, tiene en el Jardín Botánico y la Secretaría del Medio Ambiente a dos de sus grandes aliados.
"La importancia de la agricultura urbana está dada porque cada vez hay menos espacios para el cultivo en grandes extensiones. Es accesorio y además posibilita saber qué se está comiendo: elegir un producto sano y más orgánico", explicó Juan David Fernández, Ingeniero Agrónomo del Jardín Botánico.
Aparte de tener la posibilidad de alimentarse sanamente también se convierte, para los más pobres, en una estrategia que mejora la seguridad alimentaria y calidad de vida.
Por su parte, en los estratos altos se convierte en un entretenimiento y trabajo ornamental.
Para las familias de bajos recursos, la Secretaría de Medio Ambiente tiene el programa Ecohuertas Urbanas, que inició en 2005 y que a la fecha ha atendido a más de tres mil personas, convirtiéndose en el proyecto bandera de agricultura urbana en Medellín.
Fruto de este trabajo en las 16 comunas existen 156 huertas que crecerán en los próximos años. "Solo en el 2011 implementamos 46. La meta es mantener las ya existentes y subir a unas 100 más en estos próximos cuatro años", señaló Simón Molina, Subsecretario de Planeación Ambiental.
Para Molina, Ecohuertas Urbanas apunta al mejoramiento de la calidad de vida de las personas de estratos más bajos y busca un beneficio ecológico al hacer un manejo más adecuado de los residuos orgánicos.
"También buscamos el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias", precisó Molina.
Sugerencias para iniciar
Según Helena Botero la mejor manera de comenzar a cultivar en el hogar es con las plantas aromáticas y medicinales, que son las más fáciles para los principiantes que quieren aprender el arte de la agricultura .
Al respecto, Fernández añadió que cualquier persona podría hacer una huerta en su hogar, pero con asesoría profesional es mejor. 
"Lo ideal es que sea con acompañamiento técnico para no generar dificultades a futuro en la infraestructura. Que la gente tenga un acercamiento a los conceptos técnicos de manejo y cultivo y a las técnicas de adecuación para los espacios", enfatizó.
Helena dice que su 'Huerta feliz' está abierta para todo aquel que quiera aprender y colaborar. Según ella, con las plantas llegó de nuevo la vida en forma de mariposas, abejas y otros visitantes.  "Por eso yo digo que aquí hay magia", concluyó. 
Para que tenga presente  
La especialista en botánica, Helene Botero, recuerda algunos 'tips' para mantener bien la huerta urbana. 
Agua de calidad:  Debe hacerse una revisión continua del agua que tienen los sembrados pues de esta depende gran parte de su desarrollo.  Si va a salir en el fin de semana déjeles agua con sistemas de dosificación.  
Tierra abonada:  Antes de cualquier siembra debe prepararse la tierra con abono orgánico. "Hay que recordar que lo que llaman maleza no siempre lo es, esta también puede servir  como abono".  
Trato de calidad:  "No es que haya buena mano, es que se trabaja con gusto y amor en la huerta": dedicarle tiempo a las plantas, revisar sus hojas para prevenir plagas y ser disciplinado con ellas son tres de las claves.  
Buena selección:  Si apenas inicia en huertos urbanos prefiera plantas aromáticas como menta, hierbabuena y albaca, que no requieren mayores cuidados y sirven para entrenarse de cara a otras más complejas.
Carlos Mario Cano R
Redactor EL TIEMPO 
Foto: Derian Restrepo  Niños cosechando en huerta escolar.  CEDBOS







Fotos : Derian Restrepo : Terraza  de la RECAB.


UN KILOGRAMO DE CARNE ES TAN DAÑINO PARA EL AMBIENTE COMO CONDUCIR 1.600 KM EN COCHE



Kurt Schmidinger de la Universidad de Viena y Elke Stehfest de la PBL Netherlands Environmental Assessment Agency han desarrollado una mejora fundamental del método de evaluación del ciclo de vida (LCA) para la alimentación
ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 25/05/2012, 12:10 H | (62) VECES LEÍDA
Un reciente estudio austriaco y holandés muestra que la producción de un kilogramo de ternera en Brasil produce 335 kilogramos de dióxido de carbono (CO2), que se corresponde prácticamente a las emisiones de conducir un coche europeo una media de más de 1.600 kilómetros. Incluso la carne holandesa asciende a 22 kilogramos de CO2 o 111 kilómetros en un coche. 
    Kurt Schmidinger de la Universidad de Viena y Elke Stehfest de la PBL Netherlands Environmental Assessment Agency han desarrollado una mejora fundamental del método de evaluación del ciclo de vida (LCA) para la alimentación, que ahora aparece online en el International Journal of Life Cycle Assessment. 
    La particular innovación es la integración en los cálculos del área utilizada para la producción además de las emisiones resultantes de la producción de alimentos. A pesar de desempeñar un papel esencial para el clima, los efectos de uso en el área se han ignorado en los balances climáticos hasta ahora. La ocupación de enormes áreas hace que la vegetación natural no pueda volver a crecer. Esta vegetación podría absorber el CO2 de la atmósfera del mismo modo que lo haría una esponja y estabilizaría el clima mundial. 
    Con la mejora ya publicada para los LCA la demanda de área de un producto se añade como una "posible disminución de carbono perdido" para las emisiones de la producción de alimentos en el balance. 

    Un kilogramo de pollo holandés tiene el balance de CO2total más bajo entre los productos animales con 6,2 kilogramos de CO2 o 31 kilómetros en coche. El autor, geofísico y científico de alimentación, Kurt Schmidinger, advierte de falsas conclusiones: "Los sistemas de ganadería industrial son opciones simples pero no viables, incluso si sus balances climáticos a veces superan los sistemas de pastos. Los sistemas de ganadería industrial requieren enormes cantidades de tierras de cultivo, que está menos disponible que los pastos, esto a su vez amenaza la seguridad alimentaria global. La pandemia global, resistencia a antibióticos, problemas de bienestar animal, contaminación del agua, erosión de la tierra y muchos más problemas están asociados con la ganadería industrial. Los alimentos basados en plantas, por otro lado, tienen un resultado mucho mejor cuando se consideran todos los aspectos éticos de la nutrición." 
    Los alimentos basados en plantas ricos en proteínas muestran hasta ahora las menores puntuaciones de CO2 en el nuevo estudio, con el tofu produciendo 3,8 kilogramos de CO2 , lo que es equivalente a 19 kilómetros de coche y el tempeh produciendo 2,4 kilogramos de CO2 , lo cual es equivalente a 12 kilómetros en coche.  

miércoles, 23 de mayo de 2012

NUEVO ENFOQUE PARA LA EDUCACION PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE


Atendiendo a una idea relevante emanada de la UNESCO, acerca de que se necesitan nuevos enfoques para la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS), este trabajo propone la introducción de un nuevo enfoque, consistente en la incorporación, asociación y permeación de las disciplinas Salud Ambiental (SA) y Educación para la Salud (EPS) en la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS) y, al mismo tiempo, a la conformación, con esas disciplinas, de un enfoque general educativo de referencia e integración de temas de salud y ambiente. Para ello, se exploraron aspectos y conceptos fundamentales de SA, EPS y EDS.
“Se necesitan nuevos enfoques para la Educación Ambiental (…) - Hall Rose, O; Bridgewater, P.
“Nuestro medio ambiente afecta nuestra salud” - US-NIH
Principales acrónimos empleados en este documento:
DS= Desarrollo Sustentable o Sostenible.
EA= Educación Ambiental.
EDS= Educación para el Desarrollo Sustentable.
EPS= Educación para la Salud.
EPV= Educación para la Viabilidad.
SA= Salud Ambiental.
SH= Salud Humana.
Este trabajo intenta dar una respuesta concreta a la demanda de nuevos enfoques para la Educación para el Desarrollo Sustentable o Sostenible (EDS) (a), difundida por expertos de la UNESCO. Esa respuesta consiste en la proposición de un nuevo enfoque conducente a mejorar la salud y elevar la calidad de vida de la gente.
Consecuentemente, se discuten la orientación, los fundamentos y la elaboración de un nuevo enfoque (b) para la EDS, sobre la base de un ordenamiento de la información básica disponible, para generar nuevas ideas, reestructurarlas y emplearlas como argumento para la construcción del nuevo enfoque que se propone.


Foto: Derian Restrepo . Grupo de Niños  en formacion  ambiental . Colegio CEDBOS - Medellin - Colombia

Marco de referencia
En un dossier especial, concerniente a la educación ambiental como sostén del Desarrollo Sustentable, publicado en el 2003, expertos representativos de la UNESCO expusieron la necesidad de generar nuevos enfoques para la Educación Ambiental, que vinculen la sustentabilidad ambiental con el bienestar humano y que estén relacionados con las ciencias naturales, sociales y humanas, entre otras de gran relevancia. Ese requerimiento fue expresado así:
“Se necesitan nuevos enfoques para la Educación Ambiental y la sensibilización del público [y] (…) si se quiere alcanzar el desarrollo sostenible, es fundamental impartir a los ciudadanos una educación que les ayude a estar bien informados, comprometidos y preparados para actuar”. [01]
Por ser extremadamente importante como referencia en el contexto de este trabajo, es preciso tener en cuenta que, tal como lo afirman los expertos antes citados:
“Resulta axiomático que todo principio, objetivo, contenido o planteamiento que se aplica a la educación para el desarrollo sostenible es también aplicable a la educación ambiental. Por tanto, (…) lo único que diferencia a ambos tipos de educación es la denominación.” [02]
En términos sencillos, la EDS es entendida y valorada como un proceso dinámico y participativo, que emplea la educación como herramienta para alcanzar la sustentabilidad. Asimismo, de la importantísima afirmación anterior, puede inferirse que la EDS y la EA pueden considerarse como análogas y homólogas y las siglas EDS y EA como sinónimos intercambiables. Así, ahora EDS = EA.
Como precedente relevante para el nuevo enfoque, recordemos que la idea de que era imperiosamente necesaria una “Educación para el Desarrollo Sustentable o Sostenible (EDS)”, o sea un nuevo enfoque educativo prospectivo que propone, impulsa y aboga por la sustentabilidad y el Desarrollo Sustentable, surgió de la “Cumbre de Río”, de 1992. En esa misma reunión se promovió también la ampliación, reorientación y reafirmación de la Educación Ambiental (EA) convencional.
Acerca de la noción de Desarrollo Sustentable, conviene destacar una conceptualización muy actualizada, del Comité Preparatorio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), prevista para junio del 2012, puntualizando que el:
“(…) concepto de desarrollo sostenible es como un puente. Su objetivo es reunir, no sólo los tres dominios -económico, social y ambiental-, sino también los países desarrollados y en desarrollo, los gobiernos, las empresas, la sociedad civil, el conocimiento científico, las políticas públicas, la ciudad y el campo, y las generaciones del presente y del futuro. También se ha creado conciencia de que el medio ambiente y el desarrollo no son dos programas separados, sino dos caras de la misma agenda. El desarrollo es la matrona de la sostenibilidad, al igual que la sostenibilidad es el sistema de soporte de vida para el desarrollo.” [03]
Actualmente, se prevé que la EDS, en general, debería contener y vincular múltiples y diversos enfoques, temas y asuntos relacionados con el Desarrollo Sustentable (DS) y también con la Educación para la Viabilidad (EPV) y, al mismo tiempo, se encuentre abierta y receptiva a nuevos enfoques contributivos tanto a la protección y conservación del ambiente como al DS. Además, según la UNESCO, en el presente, la EDS constituye el campo educativo no disciplinario más ampliamente difundido en el mundo, y es reconocida como uno de los medios más poderosos destinados a que las personas y las sociedades puedan encaminarse a alcanzar el DS.
Fundamentación temática del nuevo enfoque
Según la “Declaración de Río” (1992), en convergencia con las concepciones expuestas precedentemente, resulta incontrovertible que los seres humanos y su salud se encuentran esencialmente relacionados con el logro del DS, dado que:
“(…) los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible” [04]
Entonces, sobre a base de las ideas antes explicitadas, se deduce la factibilidad, importancia y conveniencia de que la EDS funcione como un contexto o trama educativa global, multi temática, interdisciplinaria e inclusiva, destinada a cumplir una función primordial en el desarrollo social, humano y ambiental y, consecuentemente, a contribuir a hacer realidad el DS y el Futuro Viable o Durable.
La vital noción de Viabilidad o Durabilidad, es impulsada por un Programa de la ONU, que prefija que:
“(…) si queremos que la Tierra pueda satisfacer las necesidades de los seres humanos (…), entonces la sociedad humana deberá transformarse (…) Debemos (…) trabajar para construir un “futuro viable” (…) [y] asegurarnos que la noción de “durabilidad” sea la base de nuestra manera de vivir, de dirigir nuestras naciones (…) y de interactuar a nivel global” [05]
También es muy importante prestar atención, para conformar el contexto en el que se fundamenta el nuevo enfoque, a la relación conceptual de inherencia (c) entre el ambiente, la sustentabilidad, como idea medular del DS y la salud. En este sentido, la “Declaración de Tesalónica”, de la UNESCO, a la que ha adherido la OMS, vincula a la sustentabilidad con la salud, aseverando que:
“(…) la noción de sostenibilidad incluye cuestiones no sólo de medio ambiente, sino también de (…) población, salud, seguridad alimentaria (…) derechos humanos y paz”. [06]
Concomitantemente, existe una relación conceptual de inherencia y, para McKeown, una fuerte vinculación entre la SH, el DS y la educación; por lo tanto, conviene ponderar que:
“Indudablemente, la educación y la sustentabilidad están inextricablemente vinculadas.” [07]
Además, es muy importante reconocer que, de acuerdo con la OMS:
“(…) las condiciones y requisitos para la salud son: (…) la educación (…) [y] un ecosistema estable… Cualquier mejora de la salud ha de basarse necesariamente en estos prerrequisitos (...)” [08]
También, para valorar en profundidad la relación de la EDS y la SH, siguiendo la idea medular de la Directora Emérita de la OMS, Dra. G. H. Brundtland; es de gran interés reflexionar acerca de que:
“Debemos colocar a las personas y a la salud humana en el centro del desarrollo sostenible (…)” [09]
Igualmente, como asevera la UNESCO, para alcanzar un deseable modo o estilo de vida sustentable, sano, productivo y armónico con la naturaleza:
“La Educación debería inculcar (…) el valor de la buena salud (...) impulsar actitudes positivas hacia el desarrollo ambiental y la conservación (…) [y] (…) conducir a apreciar la necesidad de un ambiente saludable”. [10]
En relación con lo expuesto anteriormente, el complejo concepto del DS constituye hoy en día un referente global y una gran meta esencial, que podría alcanzarse por medio de un arduo proceso de transformación, difícil, complicado, holístico e interdisciplinario, que conduzca a la actual sociedad de consumo indiscriminado, insustentable e inviable a una profunda reflexión, revisión y cambio sustancial de opciones y valores, que promueva el DS, en virtud de que, como lo explicita Macedo:
“(…) la sustentabilidad es la idea central unificadora más necesaria en este momento de la humanidad (…)” [11]
como así también, en concordancia con lo expresado anteriormente y según una fundamental aseveración de la UNESCO:
“La Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) no es un programa o proyecto particular, sino un paraguas para muchas formas de educación que ya existen y otras nuevas que aún no se han creado (...) La EDS promueve esfuerzos para repensar los programas y sistemas educativos que actualmente soportan las sociedades sostenibles.” [12]
Así, la EDS podría englobar determinadas facetas del DS, la SA y la EPS y sus relaciones e interacciones, y conformar un nuevo enfoque educativo-ambiental-sanitario, contribuyendo así a que, conforme a la sabiduría bíblica y tal como lo preconiza la Constitución de OMS se cumpla, en un ambiente sano, la importantísima expectativa de que:
“El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano (…)” [13]
Elaboración y formulación del nuevo enfoque para la EDS
El nuevo enfoque que aquí se propone se definió y formuló sobre la base de los resultados de las acciones que se describen seguidamente, las que se cumplieron siguiendo un genial pensamiento de A. Einstein, que nos enseña que:
“Todo debería hacerse tan sencillo como sea posible (…)“
Inicialmente, se efectuó una recopilación y subsunción de definiciones o formulaciones similares, provenientes de fuentes idóneas, referentes a Sustentabilidad, DS, EDS, EPS, EPV, SA y otras disciplinas afines.
Sobre la base de las definiciones colectadas, se subsumieron y recopilaron los principales descriptores, notas distintivas, aspectos relevantes y relaciones de influencia (d) detectadas con otras disciplinas o áreas científicas.
Considerando el material recopilado, se examinaron los modos y posibilidades de tratamiento asociativo, holístico, transversal, interdisciplinario e integrado, enmarcado en la EDS, de temas tradicionalmente incluidos en la SA y la EPS.
Finalmente, se estudiaron los descriptores, notas distintivas y elementos reconocidos en las anteriores etapas, y sus relaciones de influencia detectadas con otras disciplinas y, sobre esa base, se definió, en concordancia con el antes mencionado requerimiento de UNESCO, un nuevo enfoque para la EDS (en sus modos formal, no formal e informal). Más concretamente, el nuevo enfoque se elaboró sobre la base de una refundición y concatenación de conceptos y fundamentos entre los que merecen destacarse los que se mencionan, en forma compacta, en el cuadro siguiente.
Conceptos y fundamentos convergentes sobre los que se basa el nuevo enfoque propuesto
a. La observación de que una revisión de la bibliografía corriente acerca de la EDS, muestra que no se encuentran referencias frecuentes ni abundantes relacionadas con la incorporación, asociación y permeación de la SA y la EPS en la EDS, ni con un enfoque conjunto, asociativo de las mismas.
b. La convicción de que la EDS, el campo educativo no disciplinario más ampliamente difundido en el mundo, puede actuar como un contexto o trama educativa global, inclusiva y unificadora, destinada a cumplir un rol fundamental en el desarrollo social, humano y ambiental y a contribuir a hacer realidad el Desarrollo Sustentable.
c. Los fundamentos y la concepción de la Educación para la Viabilidad o Durabilidad (EPV), promovida por la ONU, que enriquece, complementa y perfecciona la EDS.
d. La adhesión y el apoyo a una destacable idea emanada de la UNESCO, que sienta un importante precedente educativo ambiental, explicitando y promoviendo la necesidad de nuevos enfoques para EDS.
e. La inquietud por el futuro de la humanidad, particularmente acerca del siguiente interrogante vital: “¿Vamos a vivir en armonía con nuestra Tierra y sus especies, o (…) a continuar con nuestro desenfreno (…) destructivo? ¿Vamos a (…) convivir (…) o (…) a provocar nuestra propia extinción, como ya hemos comenzado a hacer (…)?”. [14]
f. La concordancia con un preclaro aforismo de N. Mandela, relativo a que: “La educación es el arma más poderosa (…) para cambiar el mundo.” [15]
Conclusiones
Las disciplinas SA -que se interesa principalmente por los efectos de los factores y las condiciones ambientales sobre la Salud Humana, animal y vegetal y también por las consecuencias de las actividades antrópicas sobre el ambiente- y EPS -que está orientada a favorecer un estilo de vida saludable mediante la promoción de actitudes y hábitos responsables para con la salud propia, grupal y la del entorno- abarcan múltiples nociones, ideas, elementos y argumentos. Los mismos, que en muchos casos se superponen, son de interés común, contribuyen al Desarrollo Sustentable puesto que promueven la Salud Humana y pueden ser abordados desde cada una esas disciplinas con distintos enfoques. Acerca de la SA y la EPS, se observa que entre las mismas existe una notable congruencia y una importante trama asociativa tanto de incumbencias, atribuciones y coincidencias entre los descriptores y notas distintivas. Asimismo, se observa una coherencia entre las relaciones de influencia (vínculos entre nociones que expresan asociaciones conceptuales fijas entre entidades o cosas y sus propiedades), inferidas de los descriptores mencionados con otras áreas científicas, en sus aspectos de aplicación y gestión, educativos y científicos.
Coincidentemente, la EDS puede contribuir al logro de una educación y formación más amplia e integral, en la que los propios contextos se constituyen en ámbitos de aprendizaje y donde las personas aprenden a interactuar con el ambiente, adquiriendo conductas de responsabilidad y relaciones armónicas para la protección y conservación ambiental. Lo mismo ocurre con la EA tradicional, que no difiere de la EDS, puesto que, de acuerdo con la UNESCO, todo principio, objetivo, contenido o planteamiento que se aplica a la primera, es también aplicable a la segunda. Además, la EDS tiene un amplio campo de aplicación, incumbencias y atribuciones para cumplir la función de contexto o trama holística, inclusiva y unificadora, de diversos asuntos relevantes de interés general vinculados con el ambiente, la salud, la educación y otros conexos.
Finalmente, la propuesta de un nuevo enfoque conceptual ampliatorio para la EDS, como el que se detalla al final de este apartado, resulta factible, conveniente y coherente con concepciones surgidas de la UNESCO, ese enfoque, producto de reflexionar sobre las posibilidades de una asociación, inclusión y permeación de conceptos, procedimientos y actitudes básicas de las disciplinas SA y EPS en el paradigma de la Sustentabilidad y la Viabilidad y en la EDS en todas sus modalidades y así, concurrente y progresivamente, en la salud personal y comunitaria y en la existencia cotidiana de la gente, para elevar su calidad de vida.
Además, el nuevo enfoque conceptual propuesto contribuye también a un enriquecimiento de los altos fines de la educación general.
Como resultado y conclusión final, el nuevo enfoque propuesto para la EDS se define y explicita en la siguiente formulación:
“Asociación, inclusión y permeación de la Salud Ambiental y la Educación para la Salud en el paradigma de la Sustentabilidad y la Viabilidad, y en la salud y existencia cotidiana de la gente, para elevar su calidad de vida”.www.ecoportal.net
Prof. Norberto I. Schinitman - Bioquímico, Máster en Educación Ambiental, Licenciado en Enseñanza de Ciencias Ambientales, Diplomado en Salud Ambiental, Auditor Ambiental
Referencias:
(a) En el contexto temático ambiental, los términos sustentable o sostenible se emplean como sinónimos intercambiables para referirse a procesos que pueden continuar y mantenerse por sí mismos en el tiempo.
(b) Se entiende por enfoque a la acción de dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema desde determinados supuestos previos, para tratar de resolverlo acertadamente.
(c) Vínculo existente entre dos o más nociones que expresan asociaciones conceptuales fijas entre cosas y sus propiedades.
(d) Relaciones entre conceptos en las que un asunto hace uso de, o es influido por otro asunto.
Bibliografía:
Al transcribir la bibliografía electrónica, en ciertos casos se debió omitir la justificación y/o el corte con guiones para preservar, sin deformar ni truncar, evitando confusiones, el formato de las direcciones de los sitios web.
[01]. Hall Rose, O., Bridgewater, P. Se necesitan nuevos enfoques para la educación am-biental. [En línea]. (2003). (Consulta 06 junio 2011) Disponible en http://unesdoc.unesco.org/...
[02] Hall Rose, O., Bridgewater, P. PERSPECTIVAS No. 127, Vol. XXXIII, n° 3, setiembre 2003. [En línea]. 2003. (Consulta 05 mayo 2011) Disponible en http://www.ibe.unesco.org/...
[03] PARLAMENTO EUROPEO. Río +20: hacia la economía ecológica y la mejora de la gobernanza. [En línea]. 2011. (Consulta 09 agosto 2011) Disponible en: http://eurlex.europa.eu/...
[04] Naciones Unidas. Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. [En línea] 2009 [Consulta: 02.03.2011]. Disponible en: http://www.un.org/...
[05]. UNESCO. Morin, E. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. [En línea]. (1999). [Consulta: 05 abril, 2011]. Disponible en http://www.unmsm.edu.pe/...
[06] European Commission. EU-Western Balkans Summit - Thessaloniki Declaration. [En línea]. 2003. (Consulta 03 mayo 2011) Disponible en: http://ec.europa.eu/...
[07] McKeown, R. Education for Sustainable Development Toolkit V. 2. [En línea]. 2002 [Consulta: 02 marzo 2011]. Disponible en: http://www.esdtoolkit.org
[08] World Health Organization. First International Conference on Health Promotion. Ottawa Charter for Health Promotion. (1986). [Consulta: 16 mayo 2011] Disponible en: http://portal.unesco.org/...
[09] Brundtland, G. H. Salud y Desarrollo Sostenible [En línea]. 2002. [Consulta: 02 marzo 2011]. Disponible en:http://www.revistasice.info/...
[10] UNESCO. Education for Sustainable Development Implementation Strategy. [En línea]. (2007). [Consulta: 05 abril 2011]. Disponible en http://www.education.nairobi_unesco.org/...
[11] Macedo, B. El concepto de sostenibilidad. [En línea]. (2005). [Consulta: 17 junio 2011]. Disponible en:http://unesdoc.unesco.org/...
[12] UNESCO. Education for sustainable development [En línea].(2011). [Consulta 06 junio 2011] Disponible enhttp://www.unesco.org/...
[13] Organización Mundial de la Salud. Documentos básicos. Constitución de la OMS. [en línea]. 2006. [Consulta: 30 mayo 2011]. Disponible en: http://www.who.int/...
[14] Pauli, Gunter. (2011) La economía azul. Barcelona: Tusquets.
[15] Universidad Europea de Madrid. La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo. [en línea]. 2010. [Consulta: 30 mayo 2011]. Disponible en http://www.uemcom.es/...

NATURALEZA, CAPITALISMO Y DESARROLLO DEPREDADOR


En el desafío de pensar y proponer un desarrollo alternativo, o mejor aún, “alternativas al desarrollo”, necesariamente debemos apuntar a la construcción de una sociedad y una cultura nuevas, sobre la base de principios y acuerdos sociales que superen el carácter depredador intrínseco al capitalismo y las utopías modernas: esas que vieron en el dominio y sometimiento de la naturaleza a la voluntad del hombre occidental, el trofeo de caza de la superioridad humana en el planeta.
Daniel Janzen, científico estadounidense afincado en nuestro país desde hace casi medio siglo, lanzó una severa advertencia sobre el rumbo equivocado de las políticas públicas y las estrategias de conservación del medio ambiente. En una entrevista publicada por el diario La Nación, el ecólogo afirmó que “en la última década, Costa Rica ha perdido mucho de su iniciativa y energía para la conservación, que era muy evidente entre 1970-2000”. Según Janzen, “la descomposición de la voluntad costarricense es una tragedia casi invisible a su sociedad, en gran parte ciega a lo que es la naturaleza, ciega a lo que tenía y tiene todavía el país (…). La naturaleza de Costa Rica está como decimos en Gringolandia, muriendo de miles de pequeñas heridas en vez de una sola bomba”. En su opinión, una de las causas que explican el deterioro de las áreas silvestres de conservación es que no reciben, para su mantenimiento y resguardo, “la proporción justa de las ganancias que generan al país en bienes y servicios” (La Nación, 15-05-2012).
Aunque no lo dice abiertamente, ni la periodista lo preguntó en su entrevista, de las palabras del científico se deduce una doble crítica: una, la que se dirige contra un modelo de (mal) desarrollo que impacta al medio ambiente, usufructúa de los recursos naturales y que, por su propia lógica de acumulación, distribuye de forma desigual la riqueza generada –por la vía del turismo, fundamentalmente-, concentrándola en los sectores y grupos más poderosos de la economía nacional. La otra crítica es la que apunta a la dimensión cultural de ese modelo de (mal) desarrollo, es decir, cómo los valores que lo sustentan y se reproducen desde el sistema educativo, los medios de comunicación y el mundo del trabajo, por citar tres espacios decisivos del campo cultural, transforman la mentalidad colectiva, las aspiraciones individuales y modifican la dinámica de las relaciones entre naturaleza y sociedad, al punto de provocar la descomposición de la voluntad de una nación.
Por supuesto, este no es un problema que afecte sólo a Costa Rica, país que se precia de ser un paraíso verde sin ingredientes artificiales, sino que se trata de un fenómeno de alcance global. Los resultados del informe Planeta Vivo 2012, del Fondo Mundial para la Naturaleza, divulgados recientemente, demuestran el carácter depredador del desarrollo moderno-capitalista, en tanto forma específica de organización de los factores de producción, y como expresión y aspiración ideológica dominante en los procesos de cambio social, económico y cultural que experimentamos en las últimas décadas.
De acuerdo con este informe, “la biodiversidad mundial se ha reducido en un 30% en promedio desde 1970 a 2008 y el impacto mayor se ha sufrido en los trópicos, donde la pérdida de biodiversidad llegó a un 60%”. Además, al relacionar el impacto de la actividad económica nacional sobre el medio ambiente y los recursos utilizados en productos importados, los autores del estudio determinaron que “los países ricos tienen de media cinco veces más impacto que los menos desarrollados, pero el mayor declive en biodiversidad lo sufren los países más pobres, que subsidian el estilo de vida de los países ricos” (BBC Mundo, 15-05-2012).
Analizados desde América Latina, estos datos y realidades deberían llevarnos a considerar dos cosas: la primera, que la historia del “progreso” y el “desarrollo” en esta parte del mundo a partir del siglo XVI, con toda su carga de explotación humana y genocidio, y de permanente depredación y degradación ambiental, es también la historia de unos territorios y unos pueblos que, como explica el historiador ambiental panameño Guillermo Castro [1], fueron incorporados muy pronto a las necesidades del desarrollo del capitalismo noratlántico, lo que provocó severas modificaciones del paisaje natural, producto de las demandas económicas del sistema mundo, e introdujo nuevos sentidos culturales que orientaron las relaciones naturaleza-sociedad precisamente en función de aquellas demandas.
Siendo esto así, y dado que la impronta de esa historia sigue vigente en nuestros días, la segunda cuestión a considerar es que en el desafío de pensar y proponer un desarrollo alternativo, o mejor aún, alternativas al desarrollo, necesariamente debemos buscar puntos y caminos de ruptura con el lastre negativo, pernicioso, de ese pasado que nos marca, y al mismo tiempo, apuntar a la construcción de una sociedad y una cultura nuevas, sobre la base de principios y acuerdos sociales que superen el carácter depredador intrínseco al capitalismo y las utopías modernas: esas que vieron en el dominio y sometimiento de la naturaleza a la voluntad del hombre occidental, el trofeo de caza de la superioridad humana en el planeta.
De lo contrario, si profundizamos el actual rumbo del desarrollo, entendido como proceso de acumulación sin fin, exacerbado además por la pulsión del consumo (hoy sabemos que, en promedio, los seres humanos utilizamos más del 50% de los recursos que la Tierra puede generar y regenerar en forma natural y sostenible), nos aproximaremos cada vez más a la imagen con que Franz Hinkelammert ilustraba, hace algunos años, la dramática situación de la especie humana: la de los competidores que “están sentados cada uno sobre la rama de un árbol, cortándola. El más eficiente será aquel que logre cortar la rama sobre la cual se halla sentado con más rapidez” [2].
Enfrentamos un tiempo de decisiones que nos coloca en una disyuntiva trascendental: optar por un cambio civilizatorio para garantizar la continuidad de la vida humana en el planeta o cavar la tumba de nuestra autodestrucción. www.ecoportal.net
Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica – Con Nuestra America -http://connuestraamerica.blogspot.com.ar
Notas:
[1] Al respecto véase: Castro Herrera, Guillermo (1994). Los trabajos de ajuste y combate. Naturaleza y sociedad en la historia de América Latina. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura – Casa de las Américas (Cuba).
[2] Hinkelammert, Franz (2003). El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Heredia, C.R:

DECIR "SOBERANIA ALIMENTARIA" ES DECIR "TIERRA Y LIBERTAD

Reflexiones Sobre salud,  Agroecología, soberanía alimentaria y socialismo
martes, 22 de mayo de 2012 a las 14:05


Por Manuel Almisas Albéndiz (*)



El tipo de alimentación, especialmente cárnica, que se promociona en muchos países capitalistas, unido a las formas de vida sedentaria, consumista, desestructurada social y familiarmente, etc. que lleva aparejada la ideología del máximo beneficio económico y del adormecimiento social, está llevando a la humanidad a la contradictoria realidad de una hambruna cada vez mayor, por una parte, y de enfermedades cardiovasculares por sobrepeso y obesidad y toxiinfecciones alimentarias emergentes por otra. Y todo ello, en un planeta cada vez más amenazado por la contaminación creciente, el calentamiento global a que está siendo sometido, la pérdida de selvas y suelo como sumideros de carbono, etc.

Cuando se ha cumplido un año del primer caso de infección por Escherichia coli O104:H4 del mortífero brote ocurrido en Alemania (46 defunciones en Europa) (1), aparece en la República bolivariana de Venezuela una noticia con la que aparentemente no tiene ninguna relación: la empresa socialista ganadera agroecológica “Marisela” (Estado de Apure) se afianza y ya ha producido más de tres millones de toneladas de carne para el pueblo venezolano (2).
Por un lado asistimos a la preocupante proliferación de brotes epidémicos por diversas bacterias (E. coli, Salmonella spp., Listeria monocytogenes, Campylobacter, etc.) cada vez más resistentes a los antibióticos, o con formas recombinadas como la última de Alemania (cepa con características recombinadas de la E. coli enteroagregativa y la E. coli enterohemorrágica), que se producen en muchos países capitalistas, y que se asocia a la predominancia de la ganadería intensiva alimentada con granos en los contaminantes e insalubres establecimientos denominados “feedlots”. El tipo de alimentación, especialmente cárnica, que se promociona en dichos países, unido a las formas de vida sedentaria, consumista, desestructurada social y familiarmente, etc. que lleva aparejada la ideología del máximo beneficio económico y del adormecimiento social, está llevando a la humanidad a la contradictoria realidad de una hambruna cada vez mayor, por una parte, y de enfermedades cardiovasculares por sobrepeso y obesidad y toxiinfecciones alimentarias emergentes por otra (3). Y todo ello, en un planeta cada vez más amenazado por la contaminación creciente, el calentamiento global a que está siendo sometido, la pérdida de selvas y suelo como sumideros de carbono, etc.
Las grandes corporaciones agropecuarias no sólo constituyen un inmenso almacén de microorganismos patógenos que se recombinan genéticamente de forma peligrosa y con consecuencias insospechadas, y que provocan resistencias a antibióticos de forma alarmante, como ya lo denunciaba la propia OMS en el 2004 (4). También originan un proceso de concentración y privatización de empresas, tierras y aguas que está arruinando a cada vez más pequeños agricultores y ganaderos, privándolos de sus medios de subsistencia y lanzándolos a la miseria.
Unido a esta realidad asistimos a un proceso de latrocinio a manos de las multinacionales energéticas, farmacéuticas, alimentarias, agropecuarias, etc., muchas de ellas asociadas entre sí, que, revestido a veces de ayudas al desarrollo (capitalista, claro) y “humanitarias”, amenazan con despojar a los pueblos de su saber natural milenario, su cultura y su capacidad de decisión sobre sus hábitos alimentarios entre otros. El proceso de acumulación capitalista a escala global lleva implícito la reducción (cuando no la destrucción) de la soberanía de los pueblos, y especialmente en lo que estamos tratando, de la soberanía alimentaria.
La Soberanía Alimentaria (concepto propuesto por Vía Campesina en el Foro paralelo a la Cumbre Mundial de la Alimentación de Roma en 1996) apuesta por la relocalización de los sistemas agroalimentarios y por modelos de producción campesinos, pero también incrementaría la seguridad alimentaria desde la perspectiva del riesgo toxiinfeccioso. Por un lado, los alimentos serían adecuados al contexto cultural, pero por otro lado, la agricultura y ganadería campesina, desde el enfoque de la agroecología, favorecería la producción de alimentos sin tóxicos, disminuyendo el riesgo de consumir alimentos contaminados a nivel de granja, y socialmente justos. Así mismo, el acortamiento de la cadena alimentaria y la reducción del número de intermediarios y transformaciones sufridas por los alimentos disminuyen los puntos críticos en los que los alimentos pudieran ser contaminados.
Lo ocurrido en el brote epidémico de E. coli en Alemania hace un año, donde las cadenas globalizadas de comercialización de semillas y productos provocaron que se tardaran varias semanas meses en conseguir la trazabilidad para determinar el origen de las potenciales fuentes de contaminación y reducir las consecuencias de esa crisis alimentaria, sería impensable si la sociedad se basara en el principio de la soberanía alimentaria, donde una cadena corta de comercialización permitiría saber de inmediato el origen de los productos consumidos (5).
Se conoce desde hace años que la carne del ganado vacuno que se alimenta con pastos naturales presenta una serie de ventajas nutricionales respecto al alimentado con granos como maíz, sorgo, cebada, etc. No sólo tiene menos grasas total y saturadas, y presenta mayores cantidades de antioxidantes como la vitamina E y los beta-carotenos, de ácido clavulánico conjugado (protector de algunos tumores) o de grasas omega-3, entre otros (6, 7, 8). Es que además de esta razón incontestable para la salud humana, cada vez hay más evidencias de que la alimentación con pastos reduce la contaminación por E. coli en las carnes de vacuno y en las heces de estos rumiantes que contaminan enormemente los ríos y acuíferos de los establecimientos de cría intensiva.
El sistema de alimentación basado en granos genera un alto nivel de acidez en el colon de los animales, obligando a la E. coli a mutar para adaptarse a esa acidez y por tanto hacerse resistente a la acidez del aparato digestivo de los seres humanos, provocando una enfermedad más virulenta (9). Esto es lo que pasó con la cepa O157:H7, que apareció en los EEUU en 1982 en brotes epidémicos asociados al consumo de hamburguesas. Un equipo de la Universidad de Cornell comprobó que frente a las más de 6 millones de bacterias que encontraron en las heces de ganado vacuno alimentado con granos, sólo hallaron 20.000 en las alimentadas con pastos, y en el estómago de los humanos, la supervivencia de E. coli procedente de los primeros era de una proporción de 250.000 a 100 (10).
Por tanto, si hay evidencia científica sobre los problemas nutricionales y sanitarios de la carne procedente de la ganadería intensiva, además de lo tantas veces denunciado sobre las hormonas del crecimiento recombinantes que se le inyectan o los antibióticos terapéuticos y preventivos debido a las enfermedades provocadas por la hiperacidez digestiva, el hacinamiento y el estrés del ganado, ¿cómo sigue creciendo este tipo de complejos industriales ganaderos basado en este tipo de alimentación y crianza?
Pero la solución tampoco es hacer grandes fincas de ganado con producción extensiva para que coman pastos y conseguir carnes ecológicas y más sanas. El planeta no podría soportar esa presión que supone una ganadería al ritmo de crecimiento que le imprime el capitalismo. Hasta las Naciones Unidas han realizado un dramático llamamiento a los países capitalistas industrializados para que su ganadería aproveche únicamente recursos naturales, pastizales y hojas de árboles y arbustos, sin competir con la tierra necesaria para el cultivo de cereales y el agua imprescindibles para la alimentación humana: no puede ser que el 8% del consumo mundial de agua se destine a la ganadería, y de ella un 70% se destine para el regadío de pastos y forrajes (11). Es fundamental, además, la reducción del impacto sobre el clima de la actividad ganadera que promueve el sistema, ya que es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, porcentaje mayor que el correspondiente a los me dios de transporte (11). También se advierte de que el sector ganadero emite el 37% del metano antropógeno, el cual proviene en su mayor parte del proceso de fermentación ocurrido en la digestión intestinal de los rumiantes y tiene un potencial de calentamiento global 23 veces mayor que el del CO2, y el 65% del óxido nitroso antropógeno (potente gas de efecto invernadero), en su mayor parte proveniente del estiércol. Aunque también, en el tema de la industria ganadera a gran escala que estamos tratando, cuando los bosques tropicales se talan y son transformados en pastizales, las emisiones de óxido nitroso aumentan el triple (12).
Pero no sólo la contaminación y el clima son peligros reales de una producción ganadera buscando sólo el beneficio de las multinacionales pecuarias. El 30 por ciento de la superficie terrestre que ocupa hoy en día la ganadería estuvo antes habitada por fauna silvestre, por lo que se sostiene que el sector pecuario podría ser el primer responsable de la pérdida de biodiversidad dado que es la primera causa de deforestación y tiene una alta participación en la degradación del suelo, la contaminación, etc. Un análisis de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la prestigiosa Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) muestra que la mayoría de las especies amenazadas en el mundo se ven sometidas a pérdidas de hábitats debido a la actividad ganadera (12).
Aquí, en el estado español, los capitalistas no atienden a estos razonamientos y continúan el proceso de industrialización y concentración de empresas, con el consiguiente desmantelamiento de las pequeñas instalaciones ganaderas. Así ha ocurrido con la reciente formación de una de las mayores corporaciones europeas, “Campofrío Food Group” que controla empresas españolas como Navidul, Revilla u Oscar Mayer, además de otras empresas portuguesas, belgas, francesas, rumanas, etc. del sector. Además, la ganadería industrial intensiva española, que tiene a Cataluña como referente al convertirse en el principal productor de carne porcina del estado, es el principal devorador de cereales y el principal motor de importación de los mismos para la fabricación de piensos, siendo un sector succionador clave de la soja que se produce en Argentina y Brasil en preocupantes condiciones de monocultivo. Si a esto le unimos la total dependencia exterior de producción española de carne, leche y huevos industriales, tenemos que ser conscientes de con este estado de cosas no sólo disminuye nuestra soberanía alimentaria sino que contribuimos a destruir la de otras regiones del mundo más desfavorecidas.
Y por supuesto, no queremos añadir a esta situación el papel de la proliferación de los cultivos transgénicos (OGM) en el estado español y en el mundo, para la fabricación de piensos como es el caso del maíz, pues nos extenderíamos mucho y creemos que ya ha quedado claro en otros estudios (3), aunque ambas problemáticas están íntimamente relacionadas y este hecho no hay que perderlo de vista.
Los pueblos deben recuperar su soberanía alimentaria. Deben volver a tener la capacidad de decidir qué, cuánto y dónde se produce, y cómo se produce, y qué tipo de alimentación está en consonancia con el equilibrio de la naturaleza, así como con sus intereses sociales, culturales, comunitarios y ecológicos que le proporcione la verdadera salud entendida como bienestar personal y social en interacción con el mundo que le rodea.
Como siempre ha ocurrido, el capitalismo no retrocede ante los reveses que le pueden suponer las crisis sanitarias animales y humanas o las campañas de desprestigio de grupos de consumidores que cuestionan su política agropecuaria. Al contrario, se adapta a las nuevas condiciones y trata de atraerse a los nuevos consumidores. El capitalismo se hace “ecológico” para continuar con sus ganancias y su explotación de la población trabajadora y la esquilmación de los recursos naturales del planeta. Que las vacas tienen mala prensa, porque están locas o provocan epidemias de infecciones por E. coli, pues se crían cerdos y pollos. Que aparecen epidemias de gripe aviar o gripe porcina, pues se decide cerrar fronteras según las procedencias de esos productos, o se aprovecha para incrementar los precios de ganado alternativo, o se vuelve a criar ganado vacuno pero ahora ecológicamente y en grandes extensiones de pastizales aunque sea talando selvas, o se favorecen las granjas aviares de color “verde” con pollos menos hacinados y con alimentación a base de piensos hecho con soja cultivada en Argentina como monocultivo después de despojar de sus tierras a los campesinos pobres. El círculo se ha cerrado.
Por eso, la soberanía alimentaria que está presente en las reivindicaciones de los movimientos campesinos y ecologistas del mundo entero, únicamente tiene verdadero sentido si va unida a la soberanía social y económica. Los pueblos serán dueños de su destino si consiguen ser libres y soberanos de su presente en todos los ámbitos: social, cultural, alimentario, etc. Y para eso deben tener el poder de decidir y actuar, y deben tener la tierra y el agua de la naturaleza que habitan. Decir “soberanía alimentaria” es decir “tierra y libertad”, y en la mayor parte del mundo, y en nuestra Andalucía también, eso quiere decir “revolución agraria” y “revolución socialista”; quiere decir poder socialista para planificar la producción y el consumo de alimentos, del tratamiento de las semillas y la gestión del agua con el único fin de proporcionar una vida digna y saludable a los seres humanos en un planeta vivo y diverso.
Así lo entienden ahora los cubanos, con el desarrollo de la finca ganadera en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), después de salir de los errores que les llevaron en los años 60 y 70 del pasado siglo a hacer depender su agricultura y ganadería de las grandes importaciones de piensos y productos agrotóxicos procedentes de la antigua URSS, cuando los soviéticos y sus aliados no entendían otra cosa que el crecimiento desorbitado y antinatural como forma de combatir al capitalismo, aun a costa de cometer las mismas aberraciones que ellos en el plano alimentario, agropecuario y ecológico. Ahora, mediante las UBPC están desarrollando modelos agroecológicos y están volviendo a la autosuficiencia y sostenibilidad, logrando una transformación favorable en las superficies destinadas a pastoreo, cultivos forrajeros y agroforestales, así como un aumento de la biodiversidad y la integración de la ganadería–agricultura (13).
Esto está en consonancia con la defensa de la llamada «finca campesina» como unidad de producción y consumo que se ha desarrollado en muchas zonas de América Latina de forma histórica y que se está poniendo como ejemplo del importante papel que el componente pecuario (rumiantes y no rumiantes) desempeña cuando estos se integran a sistemas diversificados, como son las unidades familiares o cooperativas de producción agropecuaria donde se manifiestan múltiples interacciones entre sus componentes biofísicos y socioeconómicos. El forraje, el grano y los residuos de cosecha se destinan para alimentación del componente animal (equinos, ovinos, caprinos, cerdos, aves y conejos) e, inversamente, los servicios y desechos animales son empleados en actividades agrícolas y forestales (el abono y la fuerza de tracción animal). A su vez, los animales adquieren múltiples finalidades, sea que se destinen al consumo de la colectividad o al mercado, bien como fuente de proteína animal o como abrigo en forma de lana y cuero (14).
Pero especialmente lo están entendiendo los venezolanos en su experiencia de construir una sociedad socialista en el continente americano. Y en esto el “Hato Marisela” (“hato” o hacienda ganadera, en países como Venezuela, Colombia, Honduras, etc.) es un ejemplo que debemos analizar para proporcionar una alternativa a nuestros jornaleros y pequeños agricultores y ganaderos que luchan por la, a menudo, descarnada y etérea soberanía alimentaria.
En Marisela (que suena parecido a Marinaleda, ejemplo andaluz de autogestión popular) la soberanía alimentaria la entendieron ocupando, produciendo y distribuyendo las tierras ociosas en poder de los antiguos terratenientes de la hacienda El Frío (fronteriza con Colombia). Con ello rompieron los esquemas latifundistas para incluir al pueblo trabajador, campesinas y campesinos, en la participación popular como protagonista de su propio poder de elegir el modelo de producción adecuado a fin de tener tierras y personas libres. La entendieron construyendo una empresa socialista de más de 63.000 hectáreas dedicada al manejo integrado de rebaños y cultivos (incluyendo lagunas agroecológicas de piscicultura) con el fin de crear una nueva visión integral de los modos de producción con principios agroecológicos y sostenibles. Marisela, a través de los Consejos Comunales, la entienden como una manera, históricamente determinada, de impulsar formas de autogobierno y autodefensa popular entre las trabajadoras, los trabajadores y las comunidades orientadas al alcance de la soberanía alimentaria y la defensa integral de la nación bolivariana.
Ahora que el Sindicato Andaluz de Trabajadoras y Trabajadores está impulsando la ocupación y reocupación de la finca de Somonte (Palma del Río, Córdoba), pasa a un primer plano la reivindicación de dar tierra y libertad al pueblo trabajador del campo andaluz, y con ello avanzar en su soberanía alimentaria. Pero en este momento de crisis sistémica del capitalismo no basta con dar sólo “tierra pa’l que la trabaja”, o “SOC Monte pa’l pueblo”, sino también educar y promocionar la forma de gestión y tenencia de esa tierra y la forma en que se producen y se distribuyen los productos del campo. Por eso, las experiencias socialistas actuales de Cuba y Venezuela deben darse a conocer para elevar la conciencia comunal y comunista y avanzar en el proceso de liberación social.
Por supuesto que también hay experiencias tradicionales que se deben reactivar, promover y actualizar como es el caso en nuestra península del pastoreo extensivo de la trashumancia. Como dice J. Garzón de la Asociación Consejo de la Mesta, “Desde hace al menos 7.000 años, los ganaderos ibéricos han sabido adaptarse a las condiciones climáticas de nuestra Península, desplazándose con sus rebaños entre los valles en invierno y las montañas en verano, recorriendo para ello cientos de kilómetros cada primavera y cada otoño. Han contribuido así a la conservación de una red extraordinaria de corredores ecológicos, las vías pecuarias, con más de 125.000 Km de longitud y 400.000 Ha de superficie, manteniendo pastizales naturales con una de las mayores diversidades biológicas conocidas: más de 40 especies diferentes de plantas por cada metro cuadrado de terreno ” (11).
Los movimientos trashumantes del ganado, además de garantizar la conservación y el óptimo aprovechamiento de los pastos y agua disponibles, adaptándose de inmediato a las condiciones climáticas cambiantes, tienen una importantísima función para el transporte y dispersión de semillas a lo largo y ancho del territorio, manteniendo la interrelación entre los ecosistemas y contribuyendo a conservar su diversidad biológica. Se estima que cada rebaño de 1.000 ovejas o 100 vacas trashumantes, dispersa diariamente más de 5 millones de semillas y 3 toneladas de abono en forma de estiércol, a lo largo de cientos de kilómetros de valles, ríos, laderas, montañas y mesetas, durante sus desplazamientos de aproximadamente un mes en primavera y otro en otoño caminando por las cañadas (11).
En nuestra Andalucía y en Extremadura se debe defender la crianza del cerdo ibérico en los pastos de las dehesas centenarias de encinas y alcornoques, cuyo perfecto ecosistema en el que interaccionan y se enriquecen mutuamente la zona arbolada, los prados, los cultivos y el pastoreo ha dado origen a propuestas alternativas a los sistemas agroganaderos intensivos, donde el componente pecuario y el agrícola dejan de estar unidos y los bosques son mirados más como objetos de deseo para conseguir nuevos pastos, antes que como elemento complementario del ecosistema. Ecoverger es un ejemplo de este intento por volver a sistemas agrosilvopastorales adehesados de aprovechamiento mixto (pomaradas, montados, dehesas, olivares…), que fueron emblemáticos paisajes durante varios siglos en otras zonas de Europa como Portugal o Francia y donde la productividad se mide no sólo por la producción ganadera sino también por otros productos como la miel, el corcho, la madera, licores, frutos, etc., y por la armonía saludable que produce la interpenetración del ser humano y la naturaleza (15).
Navas Panadero reconoce que los sistemas silvopastoriles constituyen una alternativa para la sostenibilidad de la producción bovina, en los que se incorpora el árbol como elemento productivo, que hace aportes a la alimentación animal y genera relaciones positivas entre el suelo, las pasturas y los animales, ya que aumenta la fertilidad del suelo a través del reciclaje de nutrientes, mejora el balance hídrico, reduce la evaporación y el estrés calórico en los animales a través de la producción de sombra, etc. (16). Pero deja claro para qué propone esta alternativa, para conseguir acceder sobre todo a clientes ecologistas y consumidores concienciados, “a mercados especiales donde la conservación de los recursos naturales y el bienestar animal y social son pilares fundamentales” (16). Este es el razonamiento de los defensores del capitalismo agroganadero “verde”: aumentar y mejorar la producción para llegar a nuevos mercados. Pero nosotras y las empeñadas en construir sociedades autogestionadas, socialistas y comunistas, no podemos pensar y actuar así.
A nivel individual, si nuestra capacidad adquisitiva nos lo permite, o si hemos decidido vivir en el campo y trabajar de forma respetuosa y sostenible la tierra y sus frutos, podemos comer sano, productos ecológicos agrícolas y cárnicos, fomentando la producción y el comercio local, volver a la austeridad de la relación equilibrada con la naturaleza y combatir el consumismo desenfrenado de nuestro sistema capitalista. Pero eso no basta. Hay que actuar también a nivel social y global si queremos que esa forma de vida llegue hasta nuestra descendencia. Hay que proponer y promover nuevas formas de consumo y producción basados en las pequeñas parcelas de poder popular y autogestionario que podamos conseguir en todas las esferas de la actividad humana. Hay que estudiar, asimilar, y aplicar en la medida de los posible, experiencias agroecológicas del pasado y de otros pueblos y sociedades para ir creando conciencia de esta lacra que nos está dejando como herencia el sistema capitalista. Hasta hoy día, la vida de las personas y la del planeta no habían estado más unidas en su futuro y en su probabilidad de supervivencia. El capitalismo avanzado y decadente, en un paso de tuerca del desarrollo del mundo, ha conseguido más que un curso acelerado de materialismo dialéctico al ayudar a poner en evidencia a muchas personas la rica interrelación del ecosistema global que forman los seres vivos y la naturaleza toda de la que forman parte. Si en el pasado era difícil ser revolucionario y ecologista y no ver esta interrelación, y prueba de ello son los muchos comunistas que en el siglo XX no acertaron a comprender esta realidad, hoy día es más transparente que nunca.
Pero hubo excepciones. Entre otros, el filósofo marxista W. Harich escribía a finales de la década de 1970 (17): “ Luchar en las metrópolis capitalistas contra la destrucción del medio ambiente y el despilfarro de energía y materias primas quiere decir ofrecer, a la marcha hacia el suicidio emprendida por la humanidad, una resistencia tal que gracias a ella sea imposible una recuperación capitalista de la crisis estructural del presente, recuperación que, caso de llevarse a cabo, no haría sino reforzar… el poder de las grandes corporaciones multinacionales a costa de la base natural de la sociedad y en perjuicio de los pueblos subdesarrollados” (pág. 270). Y abogando por una reducción del consumo superfluo en la sociedad socialista alemana de la antigua RDA, y criticando a los fetichistas del crecimiento, escribía: “La circulación individual con automóviles, el uso de la mayor parte de utensilios domésticos consumidores de energía eléctrica, (…) el turismo de masas en aviones, pero también la proporción actual de carne y grasas animales en nuestra alimentación son algunas cosas entre otras muchas que van a tener que desaparecer muy pronto y para siempre de nuestra vida…” (pág. 297). El consumismo alimentario y de todo tipo a que estamos siendo sometidos por el sistema, alimentando increíbles cuotas de individualismo y egoísmo, es algo que hay que combatir desde ya, dentro y fuera de las organizaciones revolucionarias. Hay que conseguir un grado de austeridad en nuestras vidas si queremos construir una sociedad comunista “homeostática”, como dice Harich. Es muy difícil por lo imbuidos que estamos de la ideología burguesa e imperialista, pero participo del optimismo del filósofo alemán cuando expresa su confianza en la capacidad de sacrificio y heroísmo que ha demostrado el pueblo trabajador en numerosas experiencias de combate y resistencia a lo largo de la Historia. No hay otra opción si queremos que nuestro planeta y la vida que queremos para nuestros semejantes, y el resto de seres vivos que la pueblan, tengan un futuro.
Manuel Almisas Albéndiz
Fuente: Rebelion - http://www.rebelion.org
Difusión: www.ecoportal.net
Referencias:
1.- ECDC (European Centre for Disease Prevention and Control): Shiga toxin-producing E. coli (STEC): Update on outbreak in the EU (27 July 2011, 11:00). Disponible en: http://www.ecdc.europa.eu/....
2. “63 mil hectáreas destinadas a la producción de alimentos. Más de tres millones de toneladas de carne ha producido el Hato Marisela”. 25 de Abril de 2012. Aporrea.org. Comunicación popular para la construcción del socialismo del siglo XXI. En: http://www.aporrea.org/....
3. Cruz Rojo C. Consumo alimentario: causas y consecuencias para la salud. Editorial “El Boletín”. Puerto Real (Cádiz), 2012. Disponible en:http://www.rebelion.org/....
4. Programa conjunto FAO/OMS sobre normas alimentarias. Comité del codex sobre higiene de los alimentos. 2004. Documento de debate sobre el perfil de riesgos para Escherichia coli enterohemorrágica, incluida la identificación de los productos básicos de interés, entre ellos las semillas germinadas y la carne molida de res y puerco. Disponible en:ftp://ftp.fao.org/....
5. Marta G. Rivera. Sin Soberanía Alimentaria no hay seguridad alimentaria. Revista “Soberanía alimentaria, biodiversidad y culturas”, 2011. Disponible en: http://revistasoberaniaalimentaria.wordpress.com/....
6. Rosso O. y García P. Calidad de la carne vacuna. Revista de los CREA, 1998; 215:70-72.
7. Duckett SK, Neel JPS, Fontenot JP and Clapham WM. Effects of winter stocker growth rate and finishing system on: III. Tissue proximate, fatty acid, vitamin, and cholesterol content. J Anim Sci, publicado online el 5 de Junio de 2009. Disponible en: http://jas.fass.org/.....
8. Castañeda Serrano RD. y Peñuela Sierra LM. Ácidos grasos en la carne bovina: Confinamiento VS. Pastoreo. Publicado el 27/08/2010 en:http://www.engormix.com/....
9. Callaway TR , Elder RO, Keen JE, Anderson RC. and Nisbet DJ. Forage feeding to reduce preharvest Escherichia coli populations in cattle, a review. J. Dairy Sci (2003); 86:852–860.
10. Russell, JB., Diez-Gonzalez F, and Jarvis GN. Potential Effect of Cattle Diets on the Transmission of Pathogenic Escherichia Coli to Humans. Microbes Infect 2, no. 1 (2000): 45-53.
11. Garzón J. (Asociación Concejo de la Mesta). La ganadería extensiva como garantía alimentaria y adaptación al cambio climático. Revista “Soberanía alimentaria, biodiversidad y culturas”, 2011. Disponible en:http://revistasoberaniaalimentaria.wordpress.com/....
12. Steinfeld H, Gerber P, Wassenaar T, Castel V, Rosales M, Cees de Haan. La larga sombra del ganado. Problemas ambientales y opciones. Iniciativa para Ganadería, Medio Ambiente y Desarrollo (LEAD)- FAO; Roma, 2009. ISBN 978-92-5-305571-5 Disponible un resumen en:ftp://ftp.fao.org/....
13. García Amarelle FA, Denis Arias E, Trujillo Méndez G, et al. Modelo de una finca ganadera de producción diversificada. Zootecnia Trop 2008; 26(3): 359-61. Disponible en: http://www.sian.inia.gob.ve/....
14. Opciones de ganadería en sistemas de producción campesinos de América Latina. Mora-Delgado J. y Holguín VA. Ganadería en sistemas de producción campesinos, 2002, Vol. 2, 1-7. Disponible en:http://www.fao.org/....
15. Autores varios. "Ecovergers: Disfrútalos". Madrid, 2005. Editado: Fundación Global Nature. Disponible en:http://www.fundacionglobalnature.org/....
16. Navas Panadero A. Sistemas silvopastoriles para el diseño de fincas ganaderas sostenibles. Revista ACOVEZ, 16, 2007. (Asociación Colombiana de Médicos Veterinarios y Zootecnistas). Disponible en:http://www.produccion-animal.com.ar/....
17. Harich W. ¿Comunismo sin crecimiento? Babeuf y el Club de Roma. Editorial Materiales. Barcelona, 1978. Disponible en:http://www.rebelion.org/....