ambio climático
La baja capacidad de adaptación de América Central es especialmente preocupante, según los autores del informe.
El cultivo de maíz, frijoles, mandioca y otros productos vitales para millones de personas en América Latina podría verse severamente afectado por el cambio climático, según un nuevo estudio.
El informe, enfocado en zonas tropicales, indica las áreas agrícolas que más sufrirán debido al calentamiento global en 2050, identificando hotspots o "focos de riesgo" en los que el calentamiento global amenazará la producción de alimentos. Las regiones en mayor peligro se encuentran en África e India, pero el estudio también señala dos grandes puntos de vulnerabilidad en América Latina: México y América Central, por un lado, y el este de Brasil, por otro.
El informe, titulado "Mapeo de la vulnerabilidad relacionada con el cambio climático y la inseguridad alimentaria en los trópicos del mundo", fue elaborado por el Programa de Investigación sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglás en inglés) del Grupo Consultivo para Investigación Agrícola Internacional (CGIAR).
Vulnerabilidad en América Latina Los científicos identificaron áreas en riesgo de cruzar los llamados "umbrales climáticos", en los que, por ejemplo, la temperatura alcanzará niveles demasiado elevados para la producción de maíz o frijol. "México y América Central son focos de vulnerabilidad", dijo a BBC Mundo Andy Jarvis, experto en América Latina del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, con sede en Cali, Colombia, y uno de los autores del estudio.
Uno de los problemas es que la falta de lluvias prevista en muchas regiones para 2050 acortará a menos de 120 días el período de condiciones óptimas de cultivo. "La mayoría de los cultivos requiere 120 días de condiciones razonables para madurar. Y el maíz es muy sensible a la sequía en todas sus etapas de crecimiento", explicó Jarvis. "También hicimos muchas investigaciones con frijoles y ahí el problema es que este cultivo no tolera demasiado calor, requiere condiciones frescas".
El estudio identifica sitios en los que la temperatura promedio pasará de menos de 30 grados centígrados a más de 30 grados para 2050. Por encima de este umbral, la producción de frijol comienza a ser afectada.
En el caso del este de Brasil, una región ya golpeada por la pobreza y la inseguridad alimentaria, uno de los principales problemas será el aumento en las sequías y un período más corto de clima favorable. Uno de los cultivos afectados será la yuca o mandioca, como se le denomina en Brasil. "En algunas zonas se precisan dos años para cultivar yuca, ya que crece durante 120 días, pero luego entra en período de hibernación, llenando los tubérculos sólo en el segundo año", señala Jarvis.
Poco margen de maniobra Para identificar las áreas vulnerables, los científicos superpusieron mapas en base a diversas variables como pobreza o alta dependencia de la agricultura y tomaron en cuenta varios modelos climáticos, así como las predicciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
El informe menciona especialmente grandes áreas de Asia Meridional, incluyendo casi la totalidad de la India, y partes de África subsahariana, donde se estima que cerca de 370 millones de personas ya sufren inseguridad alimentaria y habitan zonas donde puede disminuir en un 5% la duración de la estación de cultivo. Algunos países como Sudáfrica podrían optar, por ejemplo, por abandonar el maíz en favor de cultivos más resistentes a la sequía. Pero el margen de maniobra es mucho menor en países como Níger, que ya dependen de cultivos más resistentes como sorgo y mijo.
Adaptación La adaptación no siempre implica cambio de cultivos. Antes de eso puede optarse por variedades más resistentes, irrigación u otras medidas. Lo que cada vez parece quedar más claro es que los gobiernos deben elaborar cuanto antes planes de respuesta. "Comparada con otras regiones, América Latina está en una mejor posición, no porque el impacto en los cultivos sea menor, sino porque hay instituciones fuertes, menores niveles de pobreza y mayor capacidad de adaptación" , asegura Jarvis. "Pero esto no se aplica a partes de América Central, donde los niveles de pobreza son altos y hay una muy baja capacidad de respuesta".
"En el caso de África, necesitaremos una revolución en los sistemas agrícolas", advierte Bruce Campbell, director del CCAFS.
Para otro de los autores del informe, Philip Thornton, el mensaje del estudio es claro. "El margen de tiempo para desarrollar soluciones innovadoras que pueden superar efectivamente estos desafíos es limitado". "Se necesitan ahora grandes esfuerzos de adaptación si queremos evitar serios problemas de seguridad alimentaria más adelante".
El informe, titulado "Mapeo de la vulnerabilidad relacionada con el cambio climático y la inseguridad alimentaria en los trópicos del mundo", fue elaborado por el Programa de Investigación sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglás en inglés) del Grupo Consultivo para Investigación Agrícola Internacional (CGIAR).
Vulnerabilidad en América Latina Los científicos identificaron áreas en riesgo de cruzar los llamados "umbrales climáticos", en los que, por ejemplo, la temperatura alcanzará niveles demasiado elevados para la producción de maíz o frijol. "México y América Central son focos de vulnerabilidad", dijo a BBC Mundo Andy Jarvis, experto en América Latina del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, con sede en Cali, Colombia, y uno de los autores del estudio.
Uno de los problemas es que la falta de lluvias prevista en muchas regiones para 2050 acortará a menos de 120 días el período de condiciones óptimas de cultivo. "La mayoría de los cultivos requiere 120 días de condiciones razonables para madurar. Y el maíz es muy sensible a la sequía en todas sus etapas de crecimiento", explicó Jarvis. "También hicimos muchas investigaciones con frijoles y ahí el problema es que este cultivo no tolera demasiado calor, requiere condiciones frescas".
El estudio identifica sitios en los que la temperatura promedio pasará de menos de 30 grados centígrados a más de 30 grados para 2050. Por encima de este umbral, la producción de frijol comienza a ser afectada.
En el caso del este de Brasil, una región ya golpeada por la pobreza y la inseguridad alimentaria, uno de los principales problemas será el aumento en las sequías y un período más corto de clima favorable. Uno de los cultivos afectados será la yuca o mandioca, como se le denomina en Brasil. "En algunas zonas se precisan dos años para cultivar yuca, ya que crece durante 120 días, pero luego entra en período de hibernación, llenando los tubérculos sólo en el segundo año", señala Jarvis.
Poco margen de maniobra Para identificar las áreas vulnerables, los científicos superpusieron mapas en base a diversas variables como pobreza o alta dependencia de la agricultura y tomaron en cuenta varios modelos climáticos, así como las predicciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
El informe menciona especialmente grandes áreas de Asia Meridional, incluyendo casi la totalidad de la India, y partes de África subsahariana, donde se estima que cerca de 370 millones de personas ya sufren inseguridad alimentaria y habitan zonas donde puede disminuir en un 5% la duración de la estación de cultivo. Algunos países como Sudáfrica podrían optar, por ejemplo, por abandonar el maíz en favor de cultivos más resistentes a la sequía. Pero el margen de maniobra es mucho menor en países como Níger, que ya dependen de cultivos más resistentes como sorgo y mijo.
Adaptación La adaptación no siempre implica cambio de cultivos. Antes de eso puede optarse por variedades más resistentes, irrigación u otras medidas. Lo que cada vez parece quedar más claro es que los gobiernos deben elaborar cuanto antes planes de respuesta. "Comparada con otras regiones, América Latina está en una mejor posición, no porque el impacto en los cultivos sea menor, sino porque hay instituciones fuertes, menores niveles de pobreza y mayor capacidad de adaptación" , asegura Jarvis. "Pero esto no se aplica a partes de América Central, donde los niveles de pobreza son altos y hay una muy baja capacidad de respuesta".
"En el caso de África, necesitaremos una revolución en los sistemas agrícolas", advierte Bruce Campbell, director del CCAFS.
Para otro de los autores del informe, Philip Thornton, el mensaje del estudio es claro. "El margen de tiempo para desarrollar soluciones innovadoras que pueden superar efectivamente estos desafíos es limitado". "Se necesitan ahora grandes esfuerzos de adaptación si queremos evitar serios problemas de seguridad alimentaria más adelante".
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