jueves, 20 de junio de 2013

“REVOLCÓN TOTAL EN EL CAMPO”


La esperanza de renovación para el postrado agro colombiano

Para iniciar el anunciado “REVOLCÓN TOTAL EN EL CAMPO”, el nuevo ministroFrancisco Estupiñán, requiere de un diagnóstico que dé luz suficiente para evitar las decisiones basadas en paradigmas equivocados o las improvisaciones, como ha venido sucediendo.

Es un momento clave para la economía colombiana, pero también para el desarrollo social y para la producción alimentaria respetuosa del medio ambiente, como lo exigen los nuevos conceptos de negocios internacionales.

Comencemos el diagnóstico por un punto extremadamente sensible que no han tenido en cuenta los asesores en ninguno de los anteriores planes de desarrollo agropecuario, o por lo menos no se ha reflejado en la acción ni en las políticas públicas de los últimos 50 años:

¿Tenemos conocimiento para producir eficientemente?
Es decir, ¿Somos competitivos?

Veamos estos ejemplos para ilustrar la idea:

Colombia importa muchas especies que podrían producirse aquí, generando puestos de trabajo, riqueza y contribución a las economías locales, ejemplo: 3´400.000 toneladas de maíz anuales, el 82,8% de la demanda nacional. En tomate sucede algo similar: Prácticamente todo el tomate para proceso (Pasta) se produce en otros países restando las oportunidades de empleo en Colombia, y aquí solamente se empaca con etiquetas que irónicamente dicen: “producto colombiano”.

¿Por qué razón Colombia importa esas especies que podrían producirse perfectamente en sus maravillosos suelos y climas?... Por una razón elemental:

¡YA NO SABEMOS PRODUCIR ALIMENTOS EN EL CAMPO!

MAIZ.-

Chile rinde 12,0 toneladas/hectárea de Maíz (FAO 2011), Colombia 2,7 t/ha -menos de la cuarta parte- Para obtener 100 toneladas de Maíz, Chile solo utiliza 8 hectáreas, Colombia 37 hectáreas - Huella Ecológica (Uso inadecuado de los suelos).

En la primera mitad del siglo anterior todos los países del globo tenían rendimientos bajos, de modo que con la productividad que lográbamos era suficiente. Las cosas cambiaron de forma radical. En algunos países ha impulsado el conocimiento y la innovación agrícola, dando como resultado altos rendimientos, a menores costos, con menor daño ambiental y con tecnologías limpias acordes con los requerimientos de consumidores cada vez más exigentes. Los países que, como Colombia, no han evolucionado se quedaron rezagados  y sus productores, agrícolas y agroindustriales, padecen las consecuencias. Véase el siguiente gráfico:

 
Obsérvese que en 1961 Chile rendía  2  t/ha pero incorporó conocimiento (Innovación) y ahora produce 12 t/ha. Colombia no ha involucrado conocimiento y se quedó rezagada en  2,7 t/ha (Atraso tecnológico).

En  Colombia se puede aumentar significativamente el rendimiento, Si usted lo duda, hagamos juntos el siguiente ejercicio:

Cuántas plantas de maíz se siembran por cada hectárea?
En los seminarios y conferencias que constantemente impartimos, la respuesta es: entre 50.000 y 70.000 plantas/ha.  Tomemos para el ejercicio el promedio: 60.000 plantas/ha.

Cuántas mazorcas considera usted que debe producir cada planta?
Con una buena selección de semilla y adecuada fertilización, las plantas pueden producir 2, 3 y hasta 4 mazorcas. Sin embargo, para el ejercicio estimemos que produce solo 1 mazorca.

Cuántos gramos pesa el grano seco de cada mazorca?
Siguiendo correctamente los procesos, su grano seco listo para comercializar, puede pesar más de 200 gramos. Sin embargo, para el ejercicio estimemos en 150 gramos el peso del grano seco.

Ahora, hagamos la cuenta:
60.000 plantas por una mazorca = 60.000 mazorcas por 150 gramos = 9´000.000 de gramos, divididos en 1.000 = 9.000 Kilos, divididos en 1.000 = 9 Toneladas.

Entonces, ¿Por qué producir menos?
Lo insólito NO es que algunos países produzcan  10, 11, 12 toneladas/hectárea. Lo inaudito o lo absurdo es que cosechemos solamente  2 o 3 t/ha. ¿Qué pérfido hechizo se cierne sobre estos cultivos que arrojan tan bajos rendimientos?

TOMATE.-

Estados Unidos rinde 84,9 t/ha, Colombia 39,2 t/ha - menos de la mitad -. Para obtener 100 toneladas de tomate, Estados Unidos emplea 1,2 hectáreas, Colombia 2,5.

Estos son apenas unos ejemplos de lo que sucede con la mayoría de especies agroalimentarias que produce o que demanda Colombia.

Obviamente, los costos de los productores colombianos son muy elevados porque destinan más tierra y más insumos para cosechar lo mismo que otros obtienen en menos superficie. También resulta obvio que si pollos y huevos fuesen alimentados con maíz colombiano serían muy caros, razón por la cual se tiene que acudir a la importación.

Bienvenido “EL REVOLCON EN EL CAMPO” porque deducimos que consiste en un cambio profundo para que la gestión se oriente a reducir las importaciones agrícolas, transfiriendo conocimiento para cultivar eficientemente aquí, con agricultores de aquí, generando puestos de trabajo aquí, contribuyendo a reducir el impacto de los cordones de miseria en nuestras ciudades y mitigando sus consecuencias colaterales.

Los intentos de solución no han sido, en general, resolviendo las causas (como debe ser en sentido lógico), sino actuando en los efectos. En consecuencia, gran parte de las acciones de política pública agropecuaria se han concentrado en la fijación de precios y no en el conocimiento y la actualización tecnológica para mejorar los rendimientos, lo cual se ha constituido en una cadena interminable de fracasos.

Uno de los principales problemas parte de que los agricultores aplican conocimientos tradicionales básicos. Generalmente no se hace planeación de cultivos, ni se realizan análisis, interpretación, diagnóstico, enmiendas, etc. que son fundamentales. Se improvisa casi siempre, desde la preparación de suelos y reciclaje de semillas sin ninguna selección, hasta cosecha y postcosecha, sin programas definidos de fertilización, lo que deriva en escasa productividad que genera ingresos mínimos o pérdidas.

Podrían producirse en menos superficie casi todas las especies que se requieren para la demanda nacional, las que se exportan y las se pudieran exportar,  pero que dejan de exportase por falta de competitividad.

Hectáreas utilizadas para producir 100 toneladas
de las especies mencionadas a continuación:

PIMENTON: Uruguay 1,7 ha, Chile 2,6; Estados Unidos 3,0; Colombia 7,8 ha
PAPA: Estados Unidos 2,4 ha; Chile 3,2; Argentina 3,3; Colombia 5,7 ha
PLÁTANO: El Salvador 3,4 ha; Guatemala 6,0; Colombia 12,6 ha
PAPAYA: Guatemala 1,1 ha; Costa Rica 1,3; Brasil 1,9; México 2,2; Colombia 3,2 ha
MELÓN: Costa Rica 3,2 ha; Estados Unidos 3,5; México 3,8; Colombia 5,6 ha
FRÍJOL: Jamaica 30,9 ha; Canadá 45,9; Chile y Estados Unidos 52,0; Colombia 88,9 ha
CEBADA: Argentina 27,4; Brasil 29,0; Canadá   30,5; Chile 16,3; Colombia 47,6
Fuente: FAO 2011

Los cambios implican una hoja de ruta que involucra Biotecnología, Trofobiosis, Alelopatía, Rotación, Germinación Protegida, Riego Tecnificado, Sistemas de Drenaje, Acolchamiento de Suelos, etc. Estos procesos conllevan una selección correcta de Semillas, Insumos (Compost, Lombricultura, Lombricompuestos), Maquinaria, Instrumentos, Herramientas, Bandejas y Sustratos para Germinación, Plásticos, Balanzas, Métodos, Técnicas, Modelos, Prácticas, Materiales y, por supuesto, Capacitación. Pero no cualquier capacitación: Innovación, actualización tecnológica en el campo, bien planificada, bien articulada y muy bien implementada.


Ferley Henao *

Asesor del Proyecto FIC-UTA P.69 Fondo de Innovación para la Competitividad, Gobierno de Chile y Universidad de Tarapacá  "Diseño e Implementación de un Modelo de Extensión Agrícola para el Desarrollo y Fortalecimiento de la Cultura de Innovación y la Aceleración del Emprendimiento Innovador en la Región de Arica y Parinacota".- Consultor de la Fundación Suiza de Cooperación para el  Desarrollo Técnico  SWISSCONTACT.- Co-autor del libro “DESARROLLO ECONOMICO LOCAL: EL ROL DEL MUNICIPIO”   publicado  por  Banco Interamericano de Desarrollo BID y del Libro “AGRICULTURA LIMPIA, EFICIENTE Y RENTABLE PARA EL  DESARROLLO”.-. Director de Innovación Tecnológica de  TPAGRO.

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