martes, 27 de noviembre de 2012

CULTIVAR UNA HUERTA PARA ALIMENTAR EL ALMA


La agricultura urbana es una tendencia que se fortalece en Medellín. Una pasión de todos los estratos, sencilla y gratificante.
POR LAURA VICTORIA BOTERO | Publicado el 25 de noviembre de 2012
Cultivar está en nuestra esencia. La agricultura transita tan adentro de la genética humana que, a pesar de que las prácticas de la vida moderna invadan cada casa, las personas todavía sienten la misma fascinación de un niño cuando ven germinar un frijol en un frasco de mermelada. 

Poco a poco, sin pretensiones, pero con firmeza, Medellín va abriéndose paso a la tendencia de cultivar una huerta doméstica. La gente usa la terraza, el balcón, el borde de una ventana, el jardín, el solar. En otros casos, la recursividad asoma y los cultivadores aprovechan los recursos más insólitos. ¿Quién dice que una plantica de albahaca no puede brotar en un tarro vacío de pintura? 

El médico bioenergético Jorge Iván Arango y su esposa Elizabeth Durango cultivan una huerta en el jardín de su casa desde hace ocho años. De su tierra brotan, o han brotado, flores, hierbas aromáticas, frutas y hortalizas.

La naturaleza en acción
"El tomate cherry crece solo, mientras que la fresa tiene más complicaciones, hay que protegerla más del sol y otros factores externos", dice Elizabeth, que segundos después muestra la invasión que el cardo mariano ha hecho de una de las esquinas del jardín que tiene frente a su casa.

Esta cultivadora habla de su huerta con afecto y agradecimiento. Podría decirse que Elizabeth es una experta con pensamiento liberal frente al acto de sembrar. No se complica. No tiene reglas. Deja que la naturaleza haga su trabajo. "Semanalmente le dedico una mañana al cuidado de la huerta y me aseguro que siempre tenga agua". 

El monocultivo es otro aspecto que no cabe en la huerta de esta familia. "Sembramos de todo siguiendo una lógica natural", dice Jorge. Explica que las plantas aromáticas se ubican como escudo de protección antes de, por ejemplo, el arbolito de tomates. "Con ello eliminamos la plaga que puede comerse las hojas, son insecticidas naturales".

Un esfuerzo comunitario
Luis Guillermo Facio Lince vive en el edificio Farallones, en conquistadores. Él y sus vecinos asisten cada 15 días a talleres de cultivo en la Plaza de la América. 

En la unidad hay 16 apartamentos y cuatro familias han mostrado interés en las huertas. Quieren aprovechar el espacio que hay entre un edificio y el otro para cultivar productos que sirvan en la alimentación de los vecinos. "No importa si hacen parte del grupo o no", afirma Luis Guillermo, jubilado de Enka. 

"Lo primero que hicimos fue poner el jardín bonito. Luego vimos que había una plazuela en la que cabía perfectamente una ecohuerta. Por ahora estamos cultivando solo hortalizas. Ahora tenemos lechuga, pimentón y tomate". 

"Esto es complicado, sobre todo para el que no sabe la técnica, pero no es un proceso costoso. Nuestro interés es seguir aprendiendo porque ver los resultados es satisfactorio". 

Un placer, un rito, un gusto
Daniel Arias asume la cocina como una pasión y una forma de vida. La mística con la que este joven se relaciona con los alimentos, es la que inspira el cultivo de una pequeña huerta en el balcón de su casa. 
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"He cultivado albahaca, tomillo, romero, chiles, pimentones. En este momento estoy empezando un nuevo ciclo, no está muy avanzado, pero voy a seguir trabajando en ello".

Arias opina que el cultivo de una huerta es un proceso sencillo pero que requiere cuidados y observación constante. En su caso, le dedica más o menos una hora cada día. "Yo empecé con inquietudes y fui aprendiendo por internet. Las semillas son muy fáciles de conseguir y si uno quiere comprar la plántula ya lista también se puede. El éxito radica en tener tierra de calidad y esto se consigue con buen abono. El compostaje tiene el secreto, y también la paciencia, en mi caso se trató de varias jornadas de ensayo error".

Daniel agrega que el momento crítico es el que viene con la expectativa de que, por fin, brote algo. 

Volver a la tierra es posible
Tal vez la experiencia más intensa y gratificante es la que narra Jader García Marín, un líder comunitario que se ha dedicado desde hace varios años a acompañar a cientos de familias desplazadas a conectarse nuevamente con la tierra a través del cultivo de una huerta. 

"Los objetivos detrás de esta iniciativa son mejorar las condiciones de seguridad alimentaria y recuperar la cultura campesina. Que así estén en la ciudad no pierdan el arraigo y la cultura de autosuficiencia y autonomía que han tenido", dice Jader. 

Los desplazados no tienen una dinámica de ciudad, no consiguen trabajo fácilmente, no pertenecen al entorno que los rodea, hasta que logran recuperar su espíritu como agricultores. 

Jader explica que para los cultivadores no hay barreras. "El tema de la agricultura urbana es, en cierta medida, de mucha creatividad, de aprovechar los recursos disponibles". 

Por esta razón, usan un solar, un muro, el techo, el antejardín, el borde de una ventana. Cuando no tienen nada de eso, aprovechan una llanta, el tarro vacío de la mantequilla, cualquier cosa de la que pueda germinar una planta que provea alimento y bienestar. 

Desde 2009, se han beneficiado 750 familias con este proyecto. "Si contamos con un promedio de 4 personas por casa, estimamos que más de 3.000 personas han podido resolver parcialmente su seguridad alimentaria", dice García.

Poco a poco, gracias a la voluntad de algunos enamorados de la tierra, Medellín podría empezar a esconder el cemento y pintar la realidad de frutas, hortalizas y hierbas aromáticas.



Cultivar una huerta para alimentar el alma - El Colombiano

miércoles, 21 de noviembre de 2012

TRANSGENICOS EN MEXICO: UN CRIMEN CONTRA EL MAIZ CAMPESINO E INDIGENA


    México D.F., 20 de Noviembre, 2012. 
    En los próximos días, lastransnacionales Monsanto, DuPont y Dow esperan una respuesta positiva
    del gobierno mexicano para sembrar 2.4 millones de hectáreas de maíz
    transgénico en México, una superficie equivalente al área de El
    Salvador. La situación es extremadamente alarmante, ya que México es el
    centro de la diversidad del maíz en el mundo, donde existen miles de
    variedades en los campos de las comunidades campesinas e indígenas. El
    maíz es hoy en día uno de los tres principales alimentos a escala
    global, por lo que la contaminación de de los maíces en México por
    transgénicos peligrosos representa una amenaza para todo el planeta.

    En las comunidades campesinas de México existen miles de variedades
    locales de maíz, cada una el resultado de distintos climas, suelos,
    ecosistemas y culturas. Desde México, el maíz recorrió el mundo,
    llegando a ser uno de los alimentos más importantes para muchos otros
    pueblos, sobre todo en el sur de África, en Asia y en toda América
    Latina. Sin embargo, en las últimas décadas el maíz también ha sido
    objeto de mucho interés por parte de la industria y las transnacionales.
    Estas han creado variedades de maíz híbrido, dependientes de agrotóxicos
    y otros insumos que los campesinos tienen que comprar. También ha creado
    transgénicos de maíz que hoy en día (2011) cubren una superficie de 51
    millones de hectáreas a nivel global.

    "La situación es muy preocupante, ya que el gobierno de México favorece
    a las transnacionales a costo del bienestar de los campesinos y de
    nuestra salud", comentó Alberto Gómez de la Vía Campesina en México.
    "Desde hace veinte años, el gobierno en México pone en peligro nuestra
    soberanía alimentaria al abrir la agricultura al comercio libre,
    inundándonos de maíz barato de mala calidad, y dejando a miles de
    campesinos en la pobreza. Ahora, buscan envenenarnos con maíz
    transgénico. No lo vamos a permitir."

    Estudios publicados recientemente en Francia demuestran que el maíz
    transgénico podría presentar graves daños a la salud. Estos riesgos no
    se han evaluado de forma apropiada. En los estudios franceses, ratas
    expuestas a comer este maíz tienen altas incidencias de cáncer y sufren
    daños a sus órganos vitales. En México buscan sembrar, entre otros, la
    misma variedad de maíz transgénico del estudio francés, una variedad
    conocida como "NK 603".

    Además los transgénicos van en contra de los derechos campesinos. "Todas
    las plantas transgénicas contaminan los cultivos campesinos a través de
    genes patentados por las multinacionales, y de esta forma impiden que
    los campesinos utilicen sus propias semillas. Es por eso que en Europa
    hemos presionado para tener leyes que hoy en día prohíban los
    transgénicos en nuestros campos y en nuestros alimentos. Desde Europa y
    todo el mundo necesitamos apoyar al pueblo de México para resistir
    contra las transnacionales. De esto depende el bienestar de todos en el
    mundo", comentó Guy Kastler de la Vía Campesina en Francia.

    Las organizaciones de La Vía Campesina en todo el mundo se unen a la
    sociedad civil y los campesinos y las campesinas Mexicanas que oponen y
    exigen un rechazo a las demandas de Monsanto. Alienta a las
    organizaciones y a la ciudadanía a realizar acciones en sus países para
    demostrar la grave irresponsabilidad del gobierno Mexicano. "Necesitamos
    actuar en todas partes y denunciar que la agresión al maíz mexicano es
    una agresión contra toda la humanidad", comenta Francisca Rodríguez de
    la Vía Campesina en Chile. "Las semillas criollas son un tesoro de los
    pueblos campesinos e indígenas. Son las únicas semillas que alimentan al
    mundo de forma sana y sin necesidad de agrotóxicos. Son las únicas cuya
    diversidad las hace capaces de adaptarse al cambio climático. No podemos
    tolerar perder estas semillas de maíz al ser contaminadas por
    transgénicos".

    La Vía Campesina convoca a sus organizaciones a desarrollar una gran
    arremetida y a estar alerta ante esta ofensiva a realizar acciones en
    todos los países: Denuncias en las sedes de las transnacionales
    Monsanto, DuPont, Dow, y los gobiernos que las apoyan; denuncias ante
    instancias como la FAO y el Convenio de Biodiversidad (CBD) de las
    Naciones Unidas; Presión en las embajadas del gobierno mexicano en todo
    el mundo; acciones y manifestaciones; difusión de información en todos
    los medios posibles. Los pueblos de México y las comunidades campesinas
    resisten frente a las transnacionales. ¡Rechacemos este ataque contra la
    vida en todo el planeta!

    ¡NO AL MAIZ TRANSGENICO! ¡FUERA MONSANTO!
    GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERNAZA

    /Favor de contactar: lvc-communication@viacampesina.org//

martes, 20 de noviembre de 2012

AGRICULTURA FAMILIAR AGROECOLOGICA, OPCIÓN DE SEGURIDAD ALIMENTARIA


 Propuso dejar a un lado los preceptos de que la agricultura familiar está relacionada 

con la pobreza

Escrito por Ignacio Arellano Mora/ElGolfo.info
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Ante las variables económicas y climáticas que enfrentan a nivel mundial los pequeños productores, la agricultura familiar agroecológica se ha convertido en una opción viable para promover la seguridad alimentaria, señaló el presidente de la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce  (Cofupro), Mauricio Lastra Escudero.

Durante su participación en la “Séptima Edición del IICA“, con el tema “La Innovación para la Seguridad Alimentaria: Agricultura Familiar”, celebrado en la sede de la Organización de Estados Americanos OEA, en Washington, Estados Unidos, expuso que de acuerdo a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos en México se desperdician 30 mil toneladas de alimentos, si se rescatara el 66% se terminaría con la pobreza alimentaria de 26 millones de mexicanos.

Señaló que en México hay 26 millones de personas que presentan condiciones de pobreza alimentaria, de las cuales 20 millones pertenecen a zonas rurales, por ello, dijo, se deben establecer políticas públicas que fomenten la incorporación de los centros de abasto en su totalidad para evitar desechar  los alimentos y en conjunto, Gobierno Federal, sociedad civil y empresas, llevar los alimentos a quienes se encuentren en pobreza alimentaria.

Se pronunció por el fortalecimiento y fomento de la agricultura familiar en las nuevas generaciones y regresar a la cultura de autosatisfacción alimentaria para generar una soberanía alimentaria en nuestros países, que en conjunto con buenas prácticas se preservarán los recursos naturales para las futuras generaciones.

Ante expertos en esta materia solicitó dejar a un lado los preceptos de que la agricultura familiar está relacionada con la pobreza, “es una forma de vida que hay que adoptar para apoyar a todo un sistema para solucionar los problemas globales”.

Por ello, reiteró que la conceptualización de la agricultura familiar, aprovechando la experiencia de la agroecología campesina apoyará en la recomposición del tejido social, abriendo oportunidades para las mujeres quienes desempeñan un papel fundamental en las economías rurales, pero que no han tenido las mismas oportunidades y condiciones que los hombres.  De igual manera, la agricultura familiar contribuye a fomentar el arraigo en las localidades para evitar la migración que tanto aqueja a nuestros países, además de mejorar las condiciones.

Dijo que el desarrollo y dignificación de la producción agrícola y pecuaria mediante la implementación de proyectos de agricultura familiar y ecológica, no solo coadyuvará para fortalecer los núcleos familiares, sino que también garantizará la preservación de la biodiversidad y permitirá la sostenibilidad de los recursos naturales para que las siguientes generaciones puedan hacer uso de ellas.

Expresó que el alza internacional de los precios de los alimentos en la última década abrió un camino para el desarrollo de la agricultura familiar campesina, por ello urgió a todos los países a suministrar apoyos efectivos, en el marco de políticas de largo plazo.

Resaltó en su participación que la  agricultura familiar contribuye con altos porcentajes de la producción a nivel nacional, además permite incrementar los ingresos, tanto propios como locales y regionales, con ahorros para otros gastos básicos.

Comentó que en países de América del Sur se han establecido programas para la agricultura familiar con gran éxito, con la combinación de la agroecología y se han incorporado otras aplicaciones culturales como son el rescate de tradiciones, reivindicación de alimentos de la región, educación técnica regional y la cultura de una alimentación sana.

Señaló que en México se han tenido iniciativas sesgadas entre distintas instancias, tanto de gobiernos federal y estatales, como de la sociedad civil para la aplicación de la agricultura familiar, sin embargo, dijo, es necesario integrar estas actividades a una política pública para trabajar de manera integral.

Comentó que la producción de esta agricultura es destinada para el consumo familiar y una porción para el mercado, esto hace que haya una dieta balance de vitaminas y proteínas, que quizá no se ofertan en el mercado debido al alto precio o bien por falta de disponibilidad.

Se refirió a los precios de los alimentos generados desde el 2002 con el incremento de compra para países con gran número de habitantes como China y la India; siguiendo con las sequías, inundaciones y heladas de los años 2005, 2006 y 2012, los cuales han dado cuenta de la escases y dependencia de compra de alimentos de unos países.

En virtud de los retos a los que nos enfrentamos, indicó, se vuelve imperante que la misma gente del área rural produzca sus propios alimentos y reducir así el 80% que será de un ahorro mismo que le permitirá poder acceder a otros servicios como los de salud y para cubrir con seguros sus cosechas.

En este evento participaron embajadores, representantes del gobierno de Estados Unidos, organizaciones no gubernamentales y estudiantes, todos interesados en temas de alimentación en zonas rurales del mundo.



sábado, 17 de noviembre de 2012

LA AGROECOLOGIA ¿ UTOPÍA O EL CAMBIO OBLIGADO DE LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS?

Quienes defienden la producción natural y orgánica aseguran que ya hay en el país casos que demuestran que este método es tan o más rentable que el tradicional. Además, explican que muchos productores detectan un despegue en la demanda de productos orgánicos y que ser los primeros en entrar al mercado les reporta ingresos extras.
“Cada vez son más los productores que detectan que hay un crecimiento en la demanda de productos naturales, orgánicos y que están de acuerdo con la idea de ‘comercio justo’. Estos son los primeros en volcarse a la agroecología y obtienen la misma o más rentabilidad que con la producción tradicional”.

La explicación del avance del concepto de agroecología en el país la da Leticia Guzmán, una ingeniera en Ecología y docente de la Universidad de Villa María, donde días atrás se realizó el primer foro sobre este método para cultivar de manera sustentable con el medio ambiente.




- ¿Cómo se explica -brevemente- qué es la agroecología?


- Es un método de producir que se da por sucesión de cultivos y donde el control de plagas se hace a través de repelentes y preparados naturales.


- Existe la idea entre quienes no estamos en el tema que sólo puede aplicarse a pequeños lotes productivos


- No. Hay casos concretos en producción de maíz y trigo de grandes campos que producen de manera ecológica. El paso de la producción tradicional a la agroecología se da a través de “fajas”. Por ejemplo, en un campo sembrado con soja se hace (sic) una faja de soja, otra de garbanzos, otra de soja, etc. Esto permite que los cultivos alternativos funcionen como repelentes de plagas y se cree un microclima, incrementando la producción.


- Entonces ¿cuál es la principal dificultad que encuentran para instalar el concepto entre los productores?


- El principal problema pasa por los profesionales. Hay una resistencia del ingeniero agrónomo, que está preparado para ser productivista.


- ¿No se transforma, entonces, la agroecología en un concepto utópico?


- La agroecología no es sólo un método de producción sino un principio social. Nosotros buscamos que se le dé el valor real a las cosas. Hoy los balances no consideran las externalidades negativas que se general produciendo con fungicidas contaminantes, como el glifosato. Por eso nosotros decimos que si bien produciendo de manera ecológica los costos pueden incrementarse, los beneficios son mayores si se dan todos los aspectos de la cadena para lograr un comercio justo.
No obstante, estamos trabajando en una estructura de leyes que otorguen beneficios –fiscales, crediticios- a quienes usen métodos agroecológicos.
- Hay ejemplos concretos que demuestren que ecología y rentabilidad no son conceptos antagónicos
- En la actualidad hay parcelas en Buenos Aires que demuestran que el balance, a largo plazo, es rentable. En Córdoba no hay tanta implementación de este sistema y la producción extensiva tradicional es lo que predomina. Si se está extendiendo la idea en Buenos Aires, especialmente en el sector de la horticultura.


Guillermo López.




martes, 13 de noviembre de 2012

Primer Encuentro Global de la Vía Campesina sobre Agroecología y Semillas Campesinas



    *(Fotos del Primer Encuentro Global de la Vía Campesina sobre
    Agroecología y Semillas Campesinas)

    <https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10151196307039792.461593.570449791&type=3>*

    La delegación internacional de la Vía Campesina, representando a sus
    organizaciones miembros, se ha reunido en la provincia de Surin,
    Tailandia, Asia para celebrar el Primer Encuentro Global sobre
    Agroecología y Semillas Campesinas. El principal objetivo de la Vía
    Campesina es compartir experiencias y construir una estrategia y una
    visión de la agroecología y las semillas, con la comprensión holística
    de que ambas forman parte de la lucha para alcanzar la soberanía
    alimentaria.

    Se ha elegido Tailandia como lugar de encuentro porque en este país hay
    cada vez más pequeños agricultores que están cambiando del modelo de
    agricultura industrial basada en la revolución verde a la agroecología.
    La presencia de una delegación internacional va a fortalecer el
    movimiento de los campesinos agroecológicos en Tailandia, quienes
    declaran que "¡la supervivencia de los campesinos es la supervivencia de
    la sociedad!" Los delegados, como parte de este encuentro, están
    aprendiendo mucho de esta experiencia con el fin de fortalecer la
    agroecología campesina.
    Tras compartir la experiencia y las ideas de los delegados, y debatir
    acerca de los desafíos, estamos convencidos de que la agroecología es el
    pilar fundamental de la soberanía alimentaria.

    No podremos alcanzar la soberanía alimentaria si la agricultura depende
    de insumos controlados por las corporaciones, si los impactos de la
    tecnología destruyen la Madre Tierra, si no confrontamos la
    mercantilización y la especulación de los alimentos y de la tierra, y si
    no conseguimos un mejor sustento para aquellas personas que proporcionan
    alimentos saludables y accesibles a la comunidad.

    Existen muchos nombres para la agricultura agroecológica en todas partes
    del mundo. A la Vía Campesina no le preocupan los nombres o las
    etiquetas, llámese agroecología, agricultura orgánica, agricultura
    natural, agricultura sostenible con bajos insumos externos, etc., sino
    que se preocupa por especificar los principios ecológicos, sociales y
    políticos que el movimiento defiende. Para la Vía Campesina la verdadera
    agricultura campesina sustentable se basa en la recuperación de los
    métodos de la agricultura campesina tradicional, la innovación en las
    nuevas prácticas ecológicas, el control y la defensa de los territorios
    y las semillas, así como en la igualdad social y de género. Además,
    invitamos los agricultores convencionales a acercarse a este movimiento.

    Tenemos claro que una propiedad agrícola feudal no puede considerarse
    agroecológica aún cuando no utilice químicos. Una propiedad agrícola
    controlada sólo por hombres donde las mujeres no tienen poder decisorio,
    o donde la carga de trabajo de las mujeres es mayor, tampoco es
    agroecológica. La agricultura orgánica que sustituye insumos químicos
    por por insumos orgánicos caros sin alterar la estructura de
    monocultivo, no es agroecológica, al igual que en el caso de los
    programas "orgánicos" neoliberales (como "India Organic"), que nosotros
    rechazamos radicalmente.

    La experiencia, las prácticas y las reflexiones de la Vía Campesina de,
    por lo menos, los últimos 4 años, han demostrado que la agroecología es
    una parte estratégica de la construcción de la soberanía alimentaria y
    popular.
    También entendemos que la agroecología es una parte inherente a la
    respuesta global a los principales retos y desafíos que enfrentamos como
    humanidad.

    En primer lugar, la agricultura a pequeña escala puede alimentar y está
    alimentando a la humanidad y puede solucionar la crisis alimentaria a
    través de la agroecología y la diversidad. A pesar de la creencia
    errónea de que los sistemas del agronegocio son más productivos, sabemos
    que los sistemas agroecológicos pueden producir más alimentos por
    hectárea que cualquier monocultivo, a la vez que producen alimentos más
    saludables, más nutritivos y directamente al alcance de los consumidores.

    En segundo lugar, la agroecología contribuye a luchar contra la crisis
    ambiental. La agricultura campesina con la agroecología y la diversidad
    enfría el planeta manteniendo el carbono en el suelo, y proporcionando a
    los campesinos y a la agricultura familiar los recursos necesarios para
    ser resilientes a los cambios climáticos y el aumento de las catástrofes
    naturales. La agroecología transforma la matriz energética y agrícola
    dependiente del petróleo, una parte fundamental de los cambios
    sistémicos necesarios para frenar las emisiones.

    En tercer lugar, la agroecología refuerza el bien común y lo colectivo.
    Al tiempo que crea las condiciones para una mejor calidad de vida para
    las personas de zonas rurales y urbanas, la agroecología, como pilar de
    la soberanía alimentaria y popular, establece que la tierra, el agua,
    las semillas y los conocimientos deben seguir siendo patrimonio de los
    pueblos al servicio de la humanidad.

    A través de la agroecología, transformaremos el modelo hegemónico de
    producción alimentaria, permitiendo la recuperación del ecosistema
    agrícola, reestableciendo el funcionamiento del metabolismo
    naturaleza-sociedad y cosechando los productos que alimentarán a la
    humanidad. Como dicen los campesinos filipinos "Kabuhanan, Kalusugan,
    Kalikasan" (por la economía, por la salud y por la Naturaleza).

    Para nosotros, como campesinos y agricultores familiares, la
    agroecología es un instrumento para luchar contra el agronegocio
    transnacional y el modelo agroexportador predominante. No podremos
    liberar a los agricultores de la estructura de opresión que han
    construido las corporaciones sin recuperar nuestra autonomía tecnológica
    y económica de las formas actuales de capital agrario y financiero.
    Tampoco lo conseguiremos, si no recuperamos la fuerza de trabajo
    esclavizada por el capital, como es el caso de los trabajadores rurales
    y agroindustriales en los Estados Unidos de América. Por lo tanto, la
    agroecología es una parte fundamental de la construcción de la justicia
    social en un nuevo sistema social igualitario, libre de la dominación
    del capital.

    La agroecología está dando un nuevo significado a la lucha por la
    reforma agraria para devolverle el poder al pueblo. Los campesinos sin
    tierra que han luchado para recuperar sus tierras y aquellos que
    recibieron tierra en los programas de reforma agraria en Brasil y
    Zimbabwe, están utilizando la agroecología como herramienta para
    defender y mantener producción, no sólo para sus familias, sino también
    para proporcionar una alimentación más saludable para la comunidad. Por
    tanto, la reforma agraria, junto con la agroecología, se ha convertido
    en el aporte de los campesinos y las los agricultores familiares a una
    mejor y más sana alimentación para nuestras sociedades. En Argentina,
    apoyamos sin fisuras esta afirmación diciendo que "somos tierra para
    alimentar a los pueblos".

    Nuestros compañeros campesinos de India compartieron con nosotros que ha
    habido más de doscientos setenta y cinco mil suicidios de campesinos
    desde 1995 debido a la deuda en la que se han visto atrapados por su
    dependencia de los insumos industriales. Afortunadamente, el nuevo
    método del movimiento agorecológico ha permitido a los campesinos
    encontrar una luz de esperanza en esa oscuridad, los que ha animado a
    muchas familias a permanecer en sus aldeas y seguir cultivando alimentos
    con una mejor calidad de vida. Este movimiento de Agricultura Natural
    con Presupuesto Cero ha devuelto la vida a las zonas rurales de India.

    En Europa, la crisis económica y financiera nos ofrece también una
    prueba del potencial de la agroecología como propuesta del movimiento
    campesino para la sociedad, devolviendo a los mercados una dimensión
    local y haciendo que los alimentos estén disponibles con una menor
    dependencia sobre los combustibles fósiles, generando un nuevo dinamismo
    en las economías locales y creando puestos de trabajo para los
    desempleados que están volviendo a las zonas rurales, como en el caso de
    Europa del Este. La reforma agraria y la regulación de los mercados para
    alcanzar la soberanía alimentaria mediante la agroecología también es
    una solución para los agricultores europeos y estadounidenses que
    padecen los efectos de los bajos precios debidos a las importaciones aún
    más baratas.

    Los campesinos y pequeños agricultores de Mali, como los del resto de
    África, que han sufrido durante años el ataque de AGRA (Alianza para una
    Revolución Verde en África) para imponer la introducción de la
    revolución verde, están mostrando como sus propios modelos propios de
    producción agroecológica están garantizando la alimentación y la calidad
    de vida de millones de personas, y haciendo frente a los cambios
    climáticos sin insumos externos, a través de la gestión y el compartir
    soberanos de la biodiversidad y conocimientos locales.

    La agroecología también es una alternativa para que la juventud rural se
    quede en el campo y tenga un sustento digno, y siga comprometida con la
    producción y distribución de alimentos para la comunidad. Son ellos
    quienes van a alimentar a las generaciones futuras.

    Durante 20 años la Vía Campesina ha luchado duro por la reforma agraria,
    y en este momento histórico, necesita reflexionar acerca de su práctica
    para cualificarla. Como proclaman los trabajadores brasileños sin
    tierra: "¡ocupar, resistir, producir!", campesinos y campesinas de todo
    el mundo están luchando por la tierra, resistiendo para defenderla, y
    ahora, hemos definido que la agricultura agroecológica va a alimentar al
    mundo. Es el momento de producir.

    Surin, 11 de Noviembre de 2012.

    --

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    type of affiliation. Born in 1993, La Via Campesina now gathers about
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