jueves, 15 de septiembre de 2011

CINCO DESAFÍOS AMBIENTALES


Al actual ritmo de crecimiento poblacional, la Tierra tendrá más de 9.000 millones de personas en el 2050. ¿Qué significa esto en términos de medio ambiente, educación y producción de alimentos? ¿Y Ámérica Latina?
Miércoles 14 Septiembre 2011




En octubre de 2011, la población del planeta alcanzará oficialmente los siete mil millones, un tema que es debatido este miércoles en la sede de Naciones Unidas en Nueva York y que planteará enormes desafíos a nivel mundial.

Y la cifra llegará a 9 mil millones en el año 2043.

De acuerdo a la ONU, la producción de alimentos deberá aumentar para 2050 en un 70 por ciento y uno de los grandes interrogantes es cómo será posible alimentar a la población mundial intentando al mismo tiempo mantener el equilibrio del planeta.

El cambio climático podría afectar además el rendimiento agrícola y tener un impacto negativo en la producción de alimentos.

La ONU publicará a fines de octubre su nuevo Estado de la Población Mundial, pero BBC Mundo habló con José Miguel Guzmán, jefe de población y desarrollo del Fondo de Población Mundial de la ONU, sobré algunas de las cifras más llamativas que ya se conocen y su significado.

Vea cuáles serán algunos de los grandes desafíos a nivel mundial y en especial para América Latina.

Producción de alimentos

"El aumento del 70% en la producción de alimentos para 2011 tiene que ver con un componente de población, pero el mayor componente tiene que ver con el cambio en los patrones de consumo", dijo Guzmán a BBC Mundo.

Es razonable esperar que el crecimiento económico en Asia e incluso en América Latina va a significar un aumento en el nivel de vida y por tanto en el consumo, dijo el experto de la ONU.

"Uno de los desafíos es que podemos apoyar a las más de 200 millones de mujeres en el mundo que tienen necesidades insatisfechas en materia de planificación familiar".

"Obviamente los países menos desarrollados tienen derecho a tener un nivel de desarrollo y que sus poblaciones no estén en un nivel de pobreza y eso va a significar mayor consumo, pero esto es distinto al consumo que genera mayores gases de invernadero".

La ONU en el contexto de la conferencia de Río + 20, en 2012, está promoviendo el concepto de la economía verde, como una forma en que los países se comprometan a reducir la pobreza en el mundo, pero al mismo tiempo sin que esto genere un aumento similar en las emisiones de CO2.

Emisiones de CO2

Según algunas estimaciones, las emisiones de una persona en EE.UU. hoy equivalen a las de cuatro chinos y 250 etíopes.

Pero la importancia de este dato varía cuando se piensa a largo plazo, señaló Guzmán.

"Me gustaría pensar que los etíopes no van a tener en 30 años el mismo patrón de consumo, porque sería suponer que vivirán en extrema pobreza".

Si cada persona tiene derecho a un nivel de vida y por tanto a una cuota de emisiones, el peso en las emisiones de CO2 de países con altas tasas de fecundidad será mucho mayor a largo plazo.

No tomar esto en cuenta "puede llevarnos a subestimar el efecto que el crecimiento de la población puede tener en las emisiones en el futuro".

Urbanización 

Para 2045 más de dos de cada tres personas en el mundo vivirán en sitios urbanos o periurbanos.

América Latina tiene dos grandes megalópolis con cerca de 20 millones, Sao Paulo y Ciudad de México.

"Pero veamos por ejemplo que pasará en América Central, donde entre el 2010 y 2035, en los proximos 25 años, la población urbana se va a incrementar en 40 millones de personas y va a pasar de 110 a 150 millones. Lo importante es ver cómo estamos planificando para este crecimiento poblacional".

Casi todo el crecimiento en los próximos 40 años a nivel mundial será en ciudades, pero la urbanización no es necesariamente un factor negativo para el medio ambiente, según Guzmán.

"Al concentrar la población genera economías de escala. Si se piensa en un modelo más concentrado que la ciudad completamente abierta, eso puede significar también que los servicios pueden llevarse con un menor costo".

Envejecimiento

Los desafíos que enfrenta el mundo son muy distintos. Países como Corea del Sur están preocupados para que la fecundidad quede al menos a nivel de dos hijos, pero en África hay países con fecundidad muy elevada.

"La población de A. Latina mayor de 60 años se duplicará entre 2010 y 2030 (sólo 20 años), pasando de 59 a 118 millones", dijo Guzmán a BBC Mundo.

"En la actualidad la proporción de personas de 60 y más es de 10%, pero se incrementara a 25%; es decir, una de cada cuatro personas en A. Latina en el 2050 será una persona mayor de 60 años".

Adolescentes y educación 

"América Latina tiene en estos momentos 110 millones de adolescentes entre 10 y 19 años. Pero el número irá disminuyendo fruto de la baja de la fecundidad".

El desafío, que ya se plantearon los tigres asiáticos, es invertir en capital humano para que esa población se inserte productivamente y los países puedan crecer en competitividad.

De acuerdo a Guzmán, A. Latina tiene un escenario muy positivo para aumentar su inversión en capital humano, a diferencia de África, donde la población de adolescentes está en pleno crecimiento hasta el 2050 o más.

"A. Latina está viviendo un periodo de bono demográfico, tiene una población joven que no está creciendo fuertemente, una población de personas mayores que todavía no es tan grande y una poblacion de la fuerza de trabajo que es muy numerosa".

"Pero esto no dura por siempre". Lo que hicieron los tigres asiáticos fue aprovechar ese bono en su momento e invertir en capital humano, es decir, educación y salud.

"Gracias a eso se calcula que un 30% del crecimiento del PIB se generó gracias a la inversión de capital humano como consecuencia de este bono demografico", señaló Guzmán.

viernes, 9 de septiembre de 2011

ELCONSUMO SOSTENIBLE ADQUIERE RELEVANCIA GLOBAL


La sostenibilidad a nivel global se plantea con fuerza creciente como uno de los principales retos del siglo XXI y cada vez suenan con más fuerza conceptos como la ecoeficiencia o la "ecologización de la economía"


Cobra importancia también la productividad de los recursos, que calibra el grado de uso o abuso de los recursos naturales, y surgen nuevos métodos para medir los impactos ambientales. Se trata de ampliar el concepto de desarrollo sostenible tanto en el ámbito público como privado, estableciendo así un sistema de "gobernanza verde" global.
Así las cosas, las pautas marcadas para buscar solución a los problemas globales se orientan cada vez más por la senda del desarrollo sostenible. En pleno siglo XXI cobran relevancia y actualidad las máximas recogidas en 1987 en el controvertido Informe Brundtland, que define al desarrollo sostenible junto al rol del crecimiento económico, la equidad social y el papel de los poderes políticos.
"Responder a las necesidades esenciales requiere no sólo una nueva era de crecimiento económico para las naciones en las cuales la mayoría es pobre, sino también la seguridad de que los pobres recibirán una porción justa de los recursos necesarios para mantener el crecimiento económico", reza el informe.
Consumo sostenible
En este sentido destaca de la mano de Deloitte el informe 'The Consumption Dilemma', que asegura que la transformación económica y un consumo más respetuoso y sostenible son factores esenciales para el bienestar poblacional. Los datos aportados por la consultora se complementan con cifras que revelan que 9 de cada 10 CEOs consultados entre las principales compañías reconocen que la sostenibilidad es vital para el éxito empresarial.
El documento ahonda también en la necesidad de medir el bienestar a través de indicadores que se alejen de las cifras macroeconómicas, una idea expuesta ya en su día en el ensayo 'El fetichismo del PIB' de Joseph Stiglitz.
De hecho, la relevancia del PIB más allá de sus repercusiones macroeconómicas ha comenzado a tomar relevancia en los últimos tiempos, al principio tímidamente, tal como se revela en un informe del PNUMA publicado este mismo año que destaca que la inversión del dos por ciento del PIB mundial en diez sectores fundamentales puede poner en marcha una transición hacia una economía verde baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos.
Dicha cantidad, equivalente actualmente a alrededor de 1.3 billones de dólares anuales, respaldado por políticas nacionales e internacionales con miras al futuro, permitiría que la economía mundial creciera al menos al mismo ritmo, si no es que mayor, que el previsto con los modelos económicos actuales.
En este sentido, 'The Consumption Dilemma' aborda la necesidad de que el consumo sostenible adquiera un carácter cada vez más imperativo. Además, la confianza de los consumidores y la participación como ciudadanos en un contexto amplio de sostenibilidad es un paso importante en este proceso. Hay también innumerables oportunidades para las empresas y asociaciones para tomar medidas para cambiar la mentalidad y el pensamiento integrar el concepto de desarrollo sostenible en el ADN empresarial.
Para los expertos, el camino a seguir pasa por la colaboración y la unión de las voces de consumidores, empresas, grupos de interés y responsables políticos. En general, la tarea que debe acometerse en el escenario productivo del siglo XXI pasa por revitalizar una economía maltrecha al tiempo que se descifran nuevas señales y se camina tras las huellas de nuevos conceptos como 'responsabilidad social', 'sostenibilidad' o 'transparencia'.
Nuevo impulso con "Visión 2050"
El concepto de desarrollo sostenible y consumo responsable a nivel global está muy ligado a iniciativas pioneras que han tenido lugar en los últimos tiempos. Una de ellas es la adoptada por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) a través de su investigación 'Visión 2050', que analiza el sendero que deberá marcar las directrices para conseguir que una población global de aproximadamente 9.000 millones de personas alcancen el bienestar dentro de los límites de recursos del planeta de cara a 2050.
El documento pretende ser manual de deberes (must have) sobre las medidas a tomar durante la próxima década para alcanzar una sociedad planetaria lo más sostenible posible. Entre las tareas propuestas se incluye la puesta en marcha de los mercados de servicios de ecosistema y agua, el redoblamiento de la producción agrícola sin el aumento de la cantidad de tierra o agua utilizada; la reducción de la deforestación o el aumento de bosques plantados, reduciendo a la mitad las emisiones de carbono en todo el mundo.
Además, la sostenibilidad global además de una tendencia está convirtiéndose en una necesidad ineludible, a la luz de estadísticas que no dejan de ser desalentadoras. Informes como el 'Riesgos globales 2011' del World Economic Forum señalan que el mundo está enfrentándose a graves limitaciones básicas en cuanto al agua, los alimentos y la energía.
Las poblaciones y el consumo creciente, además del cambio climático, aumentan este desafío, mientras que las interconexiones entre estos problemas dificultan una adecuada respuesta. Es más, esta escasez es susceptible de provocar tensiones e inestabilidad a nivel social y geopolítico, haciendo que se tambalee todavía más el ya de por sí endeble tablero de juego de la economía mundial.
Así pues, los esfuerzos en este sentido han de duplicarse. Organismos como el Instituto Ethos aseguran que para alcanzar la visión de una economía inclusiva, verde y responsable, será necesario desarrollar un conjunto de acciones que formarán parte de una amplia agenda nacional y suprapartidaria. Esa agenda deberá elaborarse en un abarcador proceso de movilización social que involucre las principales fuerzas de cambio, con influencia en las políticas y mecanismos de mercado que van a sustentar y orientar los procesos económicos.www.ecoportal.net
Ecoticias
www.ecoticias.com

jueves, 8 de septiembre de 2011

LA AGROECOLOGIA Y LAS ALTERNATIVAS ANTE LA CRISIS RURAL


JAIME MORALES HERNÁNDEZ

El incremento del hambre, el aumento de la pobreza y el deterioro de los recursos naturales, son elementos constitutivos de la crisis global, que se agudizan en el medio rural donde habitan las familias de agricultores, de campesinos e indígenas, quienes se ven especialmente afectados por la crisis rural que día a día los vuelve más vulnerables. La urgencia de construir alternativas a esta crisis ha convocado a nivel global  a un amplio espectro de actores sociales que incluye movimientos rurales y urbanos, ecologistas, consumidores y también a un sector importante de investigadores, asesores y científicos.
Desde este sector surge la noción de desarrollar ciencias capaces de generar alternativas, ante los complejos problemas causados por la crisis ambiental. Entre estas ciencias de la sustentabilidad se ubica la Agroecología, que desde un acercamiento interdisciplinar a la ecología, a la agronomía y a las ciencias sociales busca construir teorías, conceptos y métodos para facilitar la transición desde la actual agricultura industrial hacia agriculturas más sustentables y más justas.
A nivel mundial las agriculturas sustentables han tenido un notable avance con una tasa anual de crecimiento entre el 25 y el 30 por ciento y actualmente ocupan una superficie de 33 millones de hectáreas. Este fenómeno ha sido especialmente claro en Latinoamérica que actualmente tiene el segundo lugar en el mundo respecto a la superficie cultivada con 8 millones de hectáreas y donde más de 400 mil pequeños y medianos agricultores viven dignamente produciendo alimentos sanos con una agricultura ecológica. Estos procesos han sido encabezados por los agricultores, campesinos e indígenas latinoamericanos, con el acompañamiento de una nueva generación de técnicos y científicos formados desde una perspectiva agroecológica.
El Premio Nobel Gabriel García Márquez, señaló en alguna ocasión que suponer que la ciencia sólo interesa a los científicos, es tan anticientífico como antipoético es pensar, que la poesía sólo interesa a los poetas. La frase adquiere mayor relevancia cuando nos referimos a las ciencias que atienden a los alimentos que todos consumimos y a las condiciones de quienes los producen. Por ello tiene sentido reseñar brevemente el tercer congreso que la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología, (SOCLA) y la Universidad Autónoma Chapingo realizaron recientemente en Oaxtepec, México, con el objetivo de dar respuesta a los problemas de soberanía alimentaria, crisis energética y ambiental en el actual escenario de cambio climático.
Al congreso asistieron más de 750 personas de diferentes países de América Latina quienes a lo largo de tres días presentaron seminarios, ponencias y debates en torno a los principales retos del medio rural, dando cuenta además de la gran cantidad de experiencias en marcha, que muestran las amplias posibilidades de la agricultura sustentable como una alternativa ante el hambre, la pobreza y el deterioro de los recursos naturales.
El congreso mostró  también los avances de la Agroecología como un enfoque científico de gran utilidad en la transición hacia agriculturas más sustentables. En toda Latinoamérica crecen los programas de investigación sobre este tema, y también se observa en notable incremento en la formación de recursos humanos a niveles de licenciatura y posgrado. Es importante señalar además que la Agroecología tiene un sólido respaldo de los movimientos sociales rurales y urbanos que  han visto en la práctica cotidiana la viabilidad de las estrategias que esta joven ciencia propone.
Uno de los resultados del Congreso fue la Carta de Oaxtepec que resume los principales temas, y que señala la urgente necesidad de impulsar el paradigma agroecológico para asegurar alimentos sanos y suficientes para toda la población mundial, haciendo un uso sustentable de los recursos naturales y enfrentando los retos del cambio climático y la incertidumbre económica. La carta concluye haciendo un llamado a la sociedad civil para que apoye las propuestas agroecológicas que permitan la soberanía alimentaria, la conservación de los recursos naturales y el empoderamiento local, regional y nacional de los movimientos rurales.